ASTRONÓMICA

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Socios colaboradores

En esta sección mensual entrevistamos a colaboradores de la Agrupación con el fin de conocer detalles de su afición a la astronomía y de su faceta más humana. Son socios que, de forma totalmente desinteresada, colaboran y han hecho posible muchos de los éxitos de nuestra entidad.

Estos son los socios colaboradores que hemos entrevistado:

 

  LaiaLopezLaia López        
 
MerceGuerreroMercè Guerrero

JaumeFernandezJaume Fernàndez

AlistairSpearingAlistair Ian Spearing

XavierMarcosXavier Marcos
 
 
GemmaDomenechGemma Domènech

FXavierValldeperasXavier Valldeperas 

FrancescSarabiaFrancesc Sarabia

FlorenceLibotteFlorence Libotte
 
 
RicardGaju
Ricard Gaju

GemmaDomenechRamon Jou

GemmaDomenechÀngel Massallé

ManelAladidManel Aladid 
 
 
CarlesLabordenaCarles Labordena

MartaRodriguezMarta Rodriguez

MiquelAlamanyMiquel Alamany

JosepMariaDrudisJosep M. Drudis
 
 
DanielFernandezDaniel Fernández

RaimonReginadoRaimon Reginaldo

AlbertMontcadaAlbert Moncada

XavierRubiaXavier Rubia
        
CarmeBastus Carme Bastús

JordiPresaJordi Presa

CarlesPerelloCarles Perelló

AntoniSelvaAntoni Selva
 
RichardRodriguez Richard Rodríguez
 VicencFerrandoVicenç Ferrando  ManelPolancoManel Polanco  MarcTorrasMarc Torras
 
JordiArtigas Jordi Artigas
 RamonMolinerRamon Moliner  IreneArabiaIrene Arabia  JosepMVilaltaJosep Maria Vilalta
 
LeoTello Leonardo Tello
 MerceCorreaMercè Correa  AnnaFabregatAnna Fabregat  FerranPascualFerran Pascual
         

Irene ArabiaNuestra colaboradora de este mes es una mujer de inquietudes muy diversas. Ha vivido 11 años en Holanda y Alemania, es una entusiasta de los globos aerostáticos, de viajar, de la astronáutica y de la astronomía, y es capaz de hablar  fluidamente seis idiomas. No se trata de la protagonista de una película de Hollywood; es una colaboradora de la Astronómica de Sabadell: Irene Aràbia.

Irene estudió turismo y comercio exterior. Con esto ya avisó de que su pasión sería conocer mundo, aunque años después esta pasión se elevó, primero hasta el cielo, surcándolo en globos aerostáticos, después más arriba, en satélites y cohetes y, finalmente, en lo más alto posible, con la pasión por el conocimiento del Universo.

Profesionalmente Irene se ha movido en el mundo de la importación y de la exportación. En la actualidad trabaja como técnico de aprovisionamientos en una empresa química y su reto es importar cereales y aditivos alimentarios en las mejores condiciones de calidad y precio.

Hace pocos días tuve ocasión de entrevistarla. La conversación se desarrolló del siguiente modo:

Sé que eres una entusiasta de los globos aerostáticos. ¿Cuál es la sensación que se vive al pilotar uno?

¡No! Yo no soy piloto. He viajado en globo varias veces como acompañante, pero mi función ha sido otra distinta: la de "observer".

¿En qué consiste?

Es una función necesaria en las competiciones deportivas. El observer actúa como una especie de árbitro que efectúa mediciones y puntúa las habilidades de los pilotos en los campeonatos. Es una afición que empecé en el año 1994 animada por un vecino que era piloto. Ahora, con el paso del tiempo, lo he ido dejando.

¿Por qué?

Estas competiciones han cambiado y el observer ya no existe o tiene un peso mucho menor. La tecnología GPS lo ha sustituido en gran parte, ganándose, dicen, en objetividad. Pero a mí siempre me quedará el recuerdo de los campeonatos y la emoción de contemplar la belleza del paisaje desde la barquilla de un globo aerostático

-Irene sonríe mientras lo explica, recordando, sin duda, los buenos momentos que ha vivido.

Bien, pasemos, pues, a hablar de tu afición por la astronomía, ¿cómo empezó?

Primero tengo que explicar que por motivos personales fui a vivir a Holanda durante cuatro años y, después, durante siete años más, residí en Alemania. Fue en este país, en Munich, donde mi afición creció y se consolidó.

¿Qué pasó?

Siempre había tenido una curiosidad latente por el conocimiento del Universo. En Munich me acerqué a un centro de astronomía amateur que disponía de un planetario. Coincidió con el Año Internacional de la Astronomía, el 2009, por lo que pude participar en muchas actividades.

Pero serían en idioma alemán...

¡Claro! Pero los idiomas no han sido problema para mí. Además del catalán y del castellano hablo francés, holandés, alemán e inglés.

¡Vaya!... que envidia...

Tenía amistad amistad con varias personas que trabajan en la ESA, en Alemania, concretamente en el seguimiento de los astronautas europeos en la Estación Espacial Internacional, ISS. Esto ha sido importante para mí, era normal hablar de todo lo que ocurría allá arriba, como un quehacer cotidano. Ahí surgió un mayor interés hacia la astronomía. Y se me pegó el entusiasmo de esta gente.

¿En qué sentido?

Me compré un libro muy grande de astronomía general, en alemán, que leí y estudié a fondo durante más de un año. Después pude mantener apasionantes conversaciones sobre física y el Universo mientras cenaba con ellos. Y por ejemplo fuí a ver un partido de Barça-Bayern en el estadio de Munich con el astronauta Leopold Eyhards con quién mantuve una conversación muy amena y a la vez muy natural.

Era, en definitiva, una afición a la astronomía teórica y no tanto hacia la observación.

No, porque, además, también creció mi curiosidad por la observación. Desde el patio de mi casa en Munich, que, por cierto, disfrutaba de un cielo bastante oscuro, aprendí a reconocer todas las constelaciones. Observaba a simple vista y con unos prismáticos.

¿Cuál ha sido hasta hoy la observación que más te ha impactado?

Ver Saturno, M13 y , precisamente, desde Munich, con mis amigos, observando la Estación Espacial Internacional, pude ver con prismáticos como se le acercaba otro punto brillante, que resultó ser el transbordador, acercándose para su acoplamiento definitivo ¡fue impresionante!

Que duda cabe que esta experiencia marcó a nuestra «colaboradora del mes», que desde entonces ya no ha dejado de ver la astronomía como una parte de su propio mundo. Por este motivo me interesó conocer algo más de su visión del Universo y de la génesis de su afición:

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Con Mercé Correa organizamos el ciclo de conferencias de los miércoles en la sede de la Agrupación. La ayudo en todo el ciclo: busco conferenciantes que puedan tener conocimientos y aptitudes pedagógicas y que nos puedan explicar temas de actualidad o de interés para el aficionado. Compagino fechas, presento los conferenciantes y modero los coloquios. Además cada mes preparo los pases visibles de la ISS, que ahora se encuentran también en nuestra web.

¿Qué es lo que más te apasiona de la astronomía?

El cicle de l'Univers, els conceptes astrofísics i cosmològics. Per a mi és tot com un gran trencaclosques que he descobert de forma gradual i per mi mateixa, estudiant, i amb ajuda d'altres persones importants per a mi.

Es cierto que descubrir gradualmente el contenido de lo que observamos es un gran potenciador de la afición. Por el contrario, si alguien observando por el ocular ve solo una simple nubecilla y no se pregunta por la magnificencia de una galaxia, su afición no se desarrollará.

Es así. Por motivos familiares hace tres años regresé a España. Mis amigos de Munich buscaron por internet y me regalaron la cuota anual de socio en una asociación astronómica de Barcelona. Pero ya aquí me di cuenta que la Agrupación Astronómica de Sabadell me ofrecía mucho más y me cambié.

¿Qué actividades seguiste?

Muchas. Me sentí muy bien acogida. Hice varios cursos y participé en observaciones, primero en el grupo de supernovas y después en el grupo de debutantes con el que sigo colaborando.

Y ahora, después de una actividad tan diversa, ¿cuál es tu proyecto de futuro?

Buff… Quizás demasiados. Me gustaría viajar aún más, buscando destinos de interés astronómico y astronáutico; me ilusiona la idea de hacer un curso de piloto de avioneta y profundizar en el uso de mi nuevo telescopio...

Pues ¡te deseamos mucha suerte!

JosepMVilalta¿Se imaginan un científico ilustrado del siglo XVII o XVIII viviendo en nuestro tiempo? Se trataría de un racionalista que quizá sería uno de los redactores de la «L'Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers», obra que marcó la época. No extrañaría a nadie que fuera amante de la astronomía y socio de la Agrupación Astronómica de Sabadell. Podemos hacer esta analogía con nuestro colaborador de este mes: Josep María Vilalta.
He tenido la ocasión de entrevistarle en la biblioteca de la Agrupación hace pocas semanas y paso a trascribir aquí nuestra conversación:

Hablando de astronomía en tu niñez, ¿qué es lo primero que recuerdas?

Tendría unos 9 años de edad y estaba tumbado en el suelo mirando el cielo estrellado. Veía multitud de estrellas y jugaba a inventar constelaciones con las imágenes que se me ocurrían. Ahora, tantos años después, es difícil recordarlas; solo una sigue en mi memoria, la llamé «el rat penat» (el murciélago) y creo que era Cassiopeia.

Ese fue el inicio de tu interés por la ciencia...

Creo que fue un par de años antes, cuando leí «Veinte mil leguas de viaje submarino», de Jules Verne, y me identifiqué con un personaje peculiar, ingeniero y conocedor de todas las ciencias aplicadas de la época: el capitán Nemo. Yo quería ser como él y ser capaz de construir la maquinaria más insólita.

¿Y se cumplió tu deseo? ¿Qué tal te fueron los estudios?

Puedo decir que nunca he suspendido un examen —Josep María lo dice con media sonrisa, con orgullo comedido y tocándose la barba.

¡No es posible! ¿Cuáles fueron tus estudios?

¡Pues es cierto! Estudié ingeniería química en el Instituto Químico de Sarriá y después fui becado por el gobierno francés. Tras un mes de profundización sobre el idioma galo, tuve una época de intenso estudio en la Escuela Nacional Superior del Petróleo, cerca de París.

¡Vaya! Es verdad que en esa época el idioma francés era el predominante en nuestras escuelas, por lo que tendrías una buena base...

Cierto. Al final he conseguido tener un buen dominio del inglés, alemán y del francés, además del castellano y del catalán. Gracias a mi profesión de jefe de ingeniería en una importante empresa química, he tenido ocasión de practicar estos idiomas en mis estancias en varios países, coordinando la construcción de refinerías y de otras instalaciones químicas...

Con tu interés hacia la ingeniería y la ciencia, entiendo que tu familia también tendrá formación científica, ¿es así?

Interesados hacia temas culturales, sin duda... pero ¡todos son de letras y no de ciencias! Mi esposa es licenciada en derecho y mis hijos en educación social, historia y periodismo.

Pero Josep Maria Vilalta, como verdadero «ilustrado» en siglo equivocado, no solo es un apasionado de la ciencia. Su tercera afición (después de la ciencia, con la astronomía incluida y la ingeniería) es la música clásica.

Ha hecho una larga peregrinación en esta sufrida especialidad, con los interminables años de solfeo, para después continuar con la guitarra clásica, instrumento del que es un buen especialista.

Ahora, con la edad, algunas molestias físicas le impiden trabajar con el rigor postural que precisa este instrumento, por lo que debe limitar su práctica, pero sabe disfrutar con plenitud de su buen uso. Pero sigamos con tu explicación de los orígenes de tu afición a la astronomía. ¿Qué vivencias la impulsaron en tu niñez o juventud?

Recuerdo varios episodios. Como miembro de la asociación religiosa «Lluïsos de Gracia» visitábamos
museos, cosa que siguió estimulando mi interés hacia la ciencia. Pero lo que más me impresionó fue una visita al Observatorio Fabra cuando apenas tenía unos 10 años de edad. —Aquí Josep María se detiene un momento en su explicación y el brillo de sus ojos delata su emoción. Después, continua con su relato: El edificio me impresionó, pero ver ese inmenso telescopio, con unas dimensiones tan espectaculares para un niño de 10 años y tener la oportunidad de observar con él la Luna, fue una experiencia que siempre recordaré con un cariño especial.

¿Y después de esto?

Mis padres se dieron cuenta de mis inquietudes y me regalaron un libro muy especial para mí: «Nuestra amiga la Luna». Lo leí vorazmente y a continuación «asalté» la biblioteca pública en la que leí multitud de textos científicos. La verdad es que muchos de ellos no llegué a comprenderlos, pero lo que hacía era no darme por vencido y los leía de nuevo. Ahora, muchos años después, tengo una completa biblioteca en mi casa con libros de matemáticas, cosmología, mecánica newtoniana, etc.

Muchos aficionados a la astronomía tenemos un importante bagaje observacional con unas bases teóricas menos profundas. Otros, a los que calificamos cariñosamente de «astrónomos de salón», son muy dados a leer y a disfrutar intensamente en ello y no tanto a observar. El caso de Josep María Vilalta es especial: tiene una base teórica excelente, aprendida desde la física más básica hasta los conceptos punteros de hoy. Y sobre esta base teórica tan sólida ha construido un buen conocimiento de técnicas observacionales y ha sabido disfrutar del placer de la observación.
¿Con qué instrumentos sueles observar?

Primero trabajé a simple vista. Recuerdo mi seguimiento de las constelaciones australes en mis viajes profesionales a Ecuador y Perú. A continuación utilicé unos prismáticos de 7x50 que aún conservo y que adquirí en la tienda Raig, de Barcelona, hoy desaparecida.

Y ¿dispones de telescopio?
Sí, me construí un Dobson de 250 mm de abertura que tengo en mi casa de Valldoreix. Me gusta observar todo tipo de objetos de cielo profundo. Lo modernicé hace unos años adaptando el tubo a una montura Astro-Physics, pero finalmente la he vendido porque, al ser mucho más ligero, me resulta mucho más cómodo trasladar el Dobson por el jardín de casa.

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Coordino els cursos de formació presencials de l'Agrupació; això vol dir l'organització, temàtica i programació.

Coordino los cursos de formación presenciales de la Agrupación; esto quiere decir la organización, temática y programación.

Publico artículos regularmente en ASTRUM y soy miembro de la Junta Técnica de la Agrupación.

¿Qué momentos de observación recuerdas? ¿Con cuales te has emocionado más?

De niño, observando las Pléyades a simple vista o con prismáticos. Actualmente disfruto con la visión de los objetos Messier con mi telescopio. No me canso de observar la galaxia de Andromeda y constatar la inmensidad del Universo y nuestra abrumadora pequeñez. Recuerdo también la emoción que sentí cuando pude ver por primera vez la caída de luz de la estrella variable RZ Cas.

Pero actualmente observas más con el telescopio de la Agrupación. ¿Qué destacarías?

Cada vez que detectamos un máximo de una variable RR Lyr me emociono como si fuera la primera vez. Especialmente cuando la detección es imprevista, como me sucedió hace pocos días.

Josep María, hemos hablado mucho del pasado, pero estoy seguro de que tienes proyectos por delante. ¿Cuáles son?

Desde hace unos años soy miembro del grupo de observadores de RR Lyr. Me gustaría ser capaz de organizar un grupo mucho más amplio que pudiera aglutinar mediciones CCD de estrellas variables de otros tipos. Otro tema que me interesa mucho y que creo no está lejos de nuestro alcance, con los telescopios que actualmente disponemos en la Agrupación, es la espectroscopia de calidad.

Seguro que la Agrupación podría aportar mucho con ello... y contigo tenemos el saber hacer para impulsarlo. Ahora ¡solo faltan voluntarios para aprender y observar!

Jordi ArtigasNuestro colaborador de este mes es un Ingeniero Informático de 45 años, master en robótica y jefe de proyecto en una reputada empresa de software para el control y la seguridad en edificios corporativos.

Podríamos pensar que una persona con este perfil debería ser un tanto fría, centrada en lo científico y lejana a lo más romántico en astronomía, pero nada más lejos de la realidad; así lo percibí en la entrevista que mantuve recientemente con Jordi Artigas:

¿Qué es lo que más te interesa de la astronomía?

La observación del cielo en una noche despejada, con buen cielo y sin Luna. Es verdad que me gusta tomar imágenes con mi telescopio desde Àger, pero lo que es disfrutar de verdad, lo hago admirando el cielo, a simple vista o con unos prismáticos; por ejemplo, perdiéndome por la Vía Láctea.

¿Qué es lo que sientes en esos momentos?

Es una sensación gratificante: el contacto entre el hombre, la naturaleza y la inmensidad del espacio —Jordi lo expresa hablando con lentitud y con la mirada perdida.

Y con el ojo en el ocular del telescopio, ¿cuáles son tus objetos preferidos? Y si tuvieras que mencionar solo uno, ¿cuál elegirías?

Me gusta todo lo que es «cielo profundo»; por ejemplo, las nebulosas. El objeto que me llama más la atención es la nebulosa anular de la Lyra. Un circulito entre multitud de estrellas que se hace más que notable cuando le pones aumento.

¿Y con prismáticos o a simple vista?

Me inspiran los asterismos y las zonas con nebulosidad, además de los cometas brillantes, cuando los hay.

Pero la astronomía no es para Jordi solo una cuestión de observación visual. Cuenta con uno de los observatorios de la Agrupación en el Montsec, con un equipamiento que conserva desde hace bastantes años: un telescopio Newton de 200 mm de abertura con una montura alemana G41 Gemini y con un sistema de control FS 2. Hace el seguimiento con una pequeña CCD en un refractor adosado y toma las imágenes con una cámara Canon 450.

¿Has conseguido buenas imágenes con este equipamiento?

La verdad es que nunca estoy del todo satisfecho con el resultado, pero creo que esto es muy común entre los que hacemos astrofotografía.

¿Por qué?

No me resulta fácil mantener el equipo totalmente ajustado. Por motivos laborales y familiares no puedo subir a Àger con la frecuencia que me gustaría y cuando voy necesito mucho tiempo para reajustar todo el equipo. Eso sí, cuando se están tomando las imágenes de forma automática es cuando aprovecho para observar el firmamento con mis prismáticos...

¿Cómo empezó tu afición a la astronomía?

El firmamento siempre me ha llamado la atención. De niño acudí a varias sesiones públicas de observación, cuando la Agrupación tenía su sede en el edificio de Caixa de Sabadell y el observatorio estaba en su torreón —Jordi se toma un descanso de unos segundos, tratando de recordar. A continuación añade:

De niño hice varias acampadas en el Pirineo. Recuerdo lo asombrado que estaba observando ese cielo plagado de estrellas, cultivando el germen de mi afición. Poco después, mi abuelo me regaló un libro que, aún hoy, es muy importante para mí: «Guía de campo de las estrellas y los planetas de los hemisferios norte y sur», de Donald H. Menzel.

¡No puede ser! ¡Es el mismo libro que me regalaron mis padres de niño!

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?n què consisteix la teva col·laboració amb l'Agrupació?

He colaborado en diversos temas; incluso fui miembro de la Junta Directiva y en la actualidad soy miembro de la Junta Técnica. Mi labor principal se refiere al Observatorio de la Agrupación en el Montsec: me responsabilizo de la parte informática y de control. En particular, de la programación del PLC del observatorio que es una parte fundamental para la automatización del conjunto.

Aún hoy lo uso, recuerdo que costó 300 pesetas, una auténtica fortuna en la época.

A partir de entonces ¿cómo evolucionó tu afición?

Quedó un poco en «stand-by» durante unos años. Recuerdo que se reactivó cuando hice un viaje turístico a Canarias y volví a quedar prendado del cielo oscuro. Llevaba conmigo mi libro inseparable. Aunque no era muy activo en la afición estaba pendiente de todas las noticias de astronomía y de astronáutica.

Y ¿cómo se reactivó hasta tu actual nivel de implicación con la Agrupación?

La afición renació con fuerza, para quedarse, al aparecer los cometas brillantes de 1996 y 1997: Hyakutake y Hale-Bopp, y se consolidó con la observación de eclipses de Sol: el anular de 2005 desde Cuenca y el total de Sol desde China el 2009.

¿Cuáles son tus proyectos actuales?

Seguir mi colaboración con la Agrupación en los temas que se requieran y continuar con mis observaciones: me interesa seguir con mis «time-lapses» e imágenes de cielo profundo, cometas y asteroides que actualizo cuando puedo en mi blog:
https://laparadoxadolbers.blogspot.com.es

Pues tendremos que visitarlo con frecuencia y esperamos seguir viendo tus imágenes en la web de la Agrupación y en ASTRUM.

Anna Fabregat

La afición a la astronomía es una «enfermedad» transversal; es decir, son vulnerables a ella personas de características muy diferentes: hombres, mujeres, niños, jubilados, jóvenes, etc. El mejor tratamiento posible no es a base de fármacos, sino que consiste en hacerse socio de la Agrupación y si, además, se disfruta colaborando con la Entidad, pues, mucho mejor.

Nuestra protagonista de la entrevista de este mes es Anna Fabregat. Su perfil es muy distinto al de los colaboradores de los meses precedentes. Es una joven de 22 años, dinámica, con inquietudes culturales y muchas ganas de crecer personal y profesionalmente. Le gusta todo lo relacionado con la naturaleza, la astronomía, el senderismo y lo relativo a conocer otras culturas. De ahí su interés por viajar y por los idiomas: tiene un buen nivel de inglés y francés.

Sin embargo, su pasión fundamental es otra: la animación de los más pequeños en actividades de índole cultural. Por otra parte, está estudiando Administración y Dirección de Empresas y Turismo, a la vez que ha conseguido un trabajo en la misma Universidad que puede compaginar con sus estudios. Como se ve, lejos del «pasotismo» de algunos de su misma edad, Anna Fabregat es una joven inquieta y muy activa.

Hace unos días tuve la oportunidad de charlar un rato con ella en una cafetería del centro de Sabadell y esta es la transcripción resumida de la entrevista:

¿Cómo se puede relacionar tu afición a la astronomía con la animación de niños?

Es bastante fácil. Difundir la astronomía a los más peques no puede hacerse con conferencias aburridas. En la Astronómica de Sabadell lo hacemos con campus, «casals», talleres infantiles, sesiones escolares, etc. en los cuales los chavales aprenden disfrutando.

¿Acuden muchos niños?

Tenemos éxito. El programa de actividades está muy estudiado y, además, sabemos improvisar. Albert Morral y Montse Ribell tienen perfectamente organizado qué debe hacerse en cada momento según la edad de los niños, el tiempo disponible, el objetivo pedagógico y lo que les gusta más.

Y ¿cuál es el éxito del momento?

Bueno, no lo sé, les gustan muchas cosas; se lo pasan bomba. Quizás el Lipdub y el Stop motion.

¿Queee?

[Anna no para de reír al ver mi cara de asombro. Se toca un momento el piercing de su nariz y explica, con paciencia infinita:]
El Lipdub lo solemos hacer en los «casals». Es una actividad de animación en la que los niños y los monitores nos disfrazamos mientras cantamos. El tema, obviamente, está relacionado con la astronomía.

¿Y lo del stop no-se-que?

¡Se llama Stop motion! Aquí los niños, con nuestra ayuda, hacen una película… y esto tiene su gracia ya que primero hacemos un guión con la participación de todos, después viene la escenografía, con los decorados… ¡hala! ¡todos a hacer trabajos manuales! Finalmente vienen los ensayos, la grabación y, finalmente, a desternillarse de risa viendo la grabación…
[Anna se detiene un momento y veo que sonríe en silencio. A continuación explica:]
Recuerdo el Stop motion de un viaje en el espacio en el que ocurre de todo: la exploración de planetas, enamoramientos y hasta una guerra…

Pero… la peli no puede acabar mal…

Claro que no… todo se soluciona y todos tan felices.

Vaya… cuando era niño no habían estas cosas tan chulas.

Por eso es normal que muchos niños sean casi fijos en estas actividades. Algunos han repetido y se apuntan, sucesivamente, a las actividades propias de su edad a medida que van creciendo. Tenemos grupos de edades distintas.

Y todo esto ¿lo haces sola?

¡No! ¡imposible! Yo soy una monitora. Montse Ribell lleva la gestión y también hay otros monitores, como Marc Torras, Araceli Martí, Dani Reginaldo y Albert Morral, entre otros.
[Anna agota su café con leche mientras yo no doy abasto tomando notas y con mi te ya casi helado].

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Ayudo en todo lo que puedo. Además de participar como monitora en «casals», talleres infantiles y sesiones escolares, ayudo en las actividades del grupo de jóvenes. Me gusta hacer cosas diversas; por ejemplo, colaborar en la organización de la pasada Convención de Observadores.

Bien, explícame como empezó todo… ¿Cómo conociste la Agrupación?

Pues, como muchos niños. Cuando tenía unos 12 años vine con los de mi clase, de ESO, a una sesión escolar. Vi un audiovisual en el auditorio y observé el Sol con el telescopio… y me gustó.

Y después…

Pasaron años y cuando me tocó hacer prácticas en mis estudios de Grado Superior de Turismo, me acordé de la Agrupación. Me aceptaron y empecé a realizar prácticas. Con Albert Morral aprendí a hacer las sesiones escolares como aquella a la que yo misma asistí a los 12 años y, desde entonces, mi colaboración no ha cesado…

¿Recuerdas alguna anécdota?

Bueno… la típica. Preguntamos a los niños si saben mirar por el telescopio y siempre dicen que sí. Pero después se ponen ante al ocular y no ven nada… ¡porque cierran los dos ojos!

¿Qué tal va tu manejo del telescopio de medio metro de abertura de la Agrupación?

Me defiendo bien y les enseño sin problemas la Luna, el Sol y los planetas brillantes, pero a mí lo que más me gusta es la observación del cielo a simple vista: las constelaciones en un cielo oscuro son un espectáculo, aunque me quedan algunas por aprender.

En astronomía ¿qué reto tienes por delante?

Aunque no lo tengo decidido ya que mi tiempo es limitado, estoy pensando en colaborar en alguno de los grupos de investigación de la Agrupación. Quizás en el de supernovas…

No podemos más que enorgullecernos de los jóvenes colaboradores de la Astronómica de Sabadell…

CASAL DE ASTRONOMÍA 2014 - STOP MOTION: UN PLANETA INESPERAT

CASAL DE ASTRONOMÍA 2014: LIPDUB



Lipdub con la canción "Connectem" del Club Super 3.

(Los padres y tutores de los niños asistentes han autorizado la publicación de estos videos.)

Mercè CorreaCada miércoles a las 20 h los amantes de la astronomía tienen una cita. Puede llover, hacer frío o puede coincidir con un partido de la Champions, pero en la Astronómica de Sabadell no falla nunca el conferenciante, un tema de astronomía y un público que suele llenar el auditorio. Todo perfectamente organizado y, créanme, esta labor no es nada fácil: desde invitar a los conferenciantes y cuadrar agendas casi imposibles hasta el día de la conferencia y de la publicación del texto hay muchas horas de trabajo.

Quién lo coordina es Mercè Correa, nuestra «colaboradora» de la entrevista de hoy, con la ayuda de Irene Arabia, Albert Morral y Josep M. Oliver, entre otros.

Mercè estudió Ingeniería Técnica en Industrias Alimentarias y trabaja como aromista, desarrollando delicadas fórmulas de aromas para la alimentación. Además de la astronomía le gusta la música; canta en una coral en el pueblo donde pasa los fines de semana.

Es una mujer pausada, reflexiva y profunda. En sus explicaciones transmite tranquilidad y con su tono de voz consigue que sus interlocutores bajen el suyo y escuchen:

Mercé, tu eres una entusiasta de la astronomía, ¿qué es lo que te fascina de esta ciencia y de la observación del cielo en particular?

El conectar con lo más amplio. Observar con el telescopio me hace reflexionar sobre la grandeza de lo que veo, aunque en el ocular pueda parecer insignificante. Me atrae la conexión con el Universo, con lo más grande y con lo más pequeño, desde los cúmulos de galaxias hasta las partículas subatómicas.

Y ¿qué puede hacer un aficionado entre cosas tan abrumadoras?

Pues disfrutar de la contemplación y de la reflexión. A mí, además, me encanta la posibilidad de aportar un granito de arena.

¿Cómo?

Participando en el grupo de observadores de estrellas RR Lyrae, con Josep M. Vilalta y Ramon Moliner. Ahora estamos obteniendo resultados, pero ha sido el fruto de un trabajo de años con la participación de muchas personas. Al principio era frustrante, pero a base de persistir y con las enseñanzas de Sílvia Catalan, Ester Vigil, Josep M. Coloma y Juan Fabregat, ahora, por fin, vemos los frutos. —Mercé lo dice con gran satisfacción y agradecimiento a todos los que participaron en el grupo, mencionándome el nombre de cada uno de ellos. Recuerda, de forma entrañable, el viaje que hicieron a Valencia en un coche lleno de dudas. Tras una larga sesión en la Universidad con Juan Fabregat, pudieron regresar con respuestas e ilusiones renovadas.

Pero, ¿es necesario ser un activista de la relación «profesional-aficionado» para disfrutar de la astronomía?

No. Yo me inicié con unos prismáticos y con la observación a simple vista y aun hoy, con mi telescopio de 20 cm, hago dibujos de la Luna, del Sol y de los planetas. Acumulo así muchas horas de disfrutar de la observación visual. Antes observaba desde la intemperie, pero desde hace poco utilizo un pequeño observatorio en la población de Freixinet, donde hay un cielo mejor que el de Sabadell.

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Además de coordinar las conferencias de los miércoles y de participar en el grupo de observadores de estrellas RR Lyrae, preparo las efemérides de estrellas variables para ASTRUM y estoy abierta a colaborar en lo que se tercie, como así fue en la pasada Convención de Observadores.

Me consta que fuiste una activa miembro de la Junta Directiva de la Agrupación…

Es verdad, en el año 2009 Antoni Ardanuy me invitó a participar en la Junta y en el año siguiente, el nuevo Presidente, Àngel Masallé, consiguió engatusarme para que aceptara la secretaría de la Junta. Dos años después me vi obligada a dejar estas responsabilidades por motivos familiares.

¿Qué actividad en la Agrupación te ha dado las mayores satisfacciones?

Participar en el grupo de debutantes. —Mercé lo dice de forma inmediata, con total seguridad, obviando que ella, más que participar, fue una de las iniciadoras y de las personas más activas del grupo.

¿Qué es lo que recuerdas de esa etapa?

Lo mucho que aprendí con un amplio grupo de aficionados; la amistad con Núria Franc, Ferran Pascual y muchos otros, los campos de observación en el Coll d’Estenalles, los talleres que nos propusimos organizar y, en definitiva, lo mucho que aprendimos y disfrutamos.

Y ahora, después de avanzar tanto, ¿cuál es tu proyecto de futuro?

Sin abandonar la observación visual, quiero hacer de mi pequeño observatorio un lugar donde pueda continuar mis trabajos de medición de estrellas RR Lyrae. He adquirido una nueva montura y espero equiparla con un tubo de mayor abertura y una CCD.

¿Alguien tiene alguna duda de que lo conseguirá?