ASTRONÓMICA

DE SABADELL

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RamonJou¿Saben a quién acuden Montse Ribell y Albert Morral cuando hay una emergencia mecánica en la Agrupación, es decir, cuando no cierra la puerta del observatorio, la cúpula no se abre o alguna incidencia similar? Acuden a una persona que no sabe decir “no”, alguien con auténtica maña, “expertise” mecánica y que tiene gran estima por la Agrupación y por la Astronomía: acuden a Ramon Jou que siempre da una respuesta rápida y eficaz.

Ramon es una persona llana, que va de cara, que casi siempre sonríe y que no pasa desapercibido. Cuando llegué al local social para hacer esta entrevista, justo en la puerta exterior, ya oía como bromeaba con Montse Ribell. Su voz, de tono alto, es inconfundible y a sus expresiones le suelen seguir carcajadas y transmite lo que hoy denominan “buen rollo”. Pero detrás de esta persona alegre que podría incluso parecer superficial, hay una historia de éxito y superación de dificultades; una historia de profundidad en sus razonamientos y en sus acciones. Lo veremos, en lo que concierne a su afición a la Astronomía, a lo largo de esta entrevista que ahora paso a transcribir:

Para situarme, Ramon, ¿cuál es tu profesión?

Yo soy tornero y lo soy desde los 17 años. Llegué a tener un taller propio, pero desde hace 20 años soy empleado de una empresa de modelismo. Mi especialidad es la utilización del torno de control numérico (CNC) así como la programación del mismo para hacer distintos tipos de trabajos.

Y eso tendrá aplicaciones muy diversas...

¡Claro! Por ejemplo, uno de los trabajos que hemos realizado en la empresa es el molde para construir la antena que debía comunicar la sonda ExoMars con el “lander” Schiaparelli. Tristemente el módulo de aterrizaje se estrelló y la antena no ha podido ser usada... pero esperamos que pueda funcionar en la misión ExoMars 2020 cuando llegará al planeta un nuevo “lander” y, si todo va bien, se comunicará con La Tierra a través del orbitador, con “nuestra” antena.

¡Increíble!

De hecho hemos trabajado para varios proyectos espaciales... Ramon lo explica con una evidente satisfacción, hablando con una lentitud y bajando el tono, en contraste con el resto de la entrevista. Disfruta de mi perplejidad por esta inesperada explicación.

Bien, y ¿cómo empezó tu afición a la astronomía?

Yo he sido un gran aficionado al montañismo y he sido miembro activo de la Unió Excursionista de Sabadell durante muchos años. En mi infancia hacia excursiones muy frecuentes; muchas de ellas en Sant Llorenç del Munt o en el Montseny haciendo noche en la montaña. Siempre miraba el firmamento con mis amigos y soñábamos con las cosas más increíbles.

¿A qué te refieres?

El cielo nocturno desde la montaña era impresionante y evocaba pensamientos de tipo paranormal muy en boga aquellos años...

¿Buscabais OVNIS?

Ja, ja, ja... sí y veíamos muchísimos... cualquier estrella brillante, satélite o avión lejano lo eran, si ninguna duda... ¡para nosotros! Pero de todo ello quedó un poso que ha sido mi admiración por el firmamento.

¿Fue entonces cuando contactaste con la Agrupación?

Fue unos años después. Una noche se me ocurrió enfocar una cámara réflex al cielo y hacer una exposición de varios minutos. Yo no sabía nada del movimiento de la bóveda celeste y cuando vi el resultado de la imagen quede asombrado por una traza brillante: ¡había fotografiado un OVNI!

Ja, ja, ja, ja.

Fui a la Agrupación Astronómica plenamente convencido de mi gran descubrimiento. Allí note cierta frialdad. Finalmente un chico joven como yo, Emili Capella, tuvo el detalle de mirar mi fotografía con atención.

¿Qué te dijo?

Después de hacerme varias preguntas me dijo que se trataba de la estrella Sirius y me hizo una disertación sobre el movimiento celeste, motivo por lo que en la imagen no aparecía un punto y se veía una traza. Yo estaba totalmente convencido de que era un OVNI y apenas le escuchaba, solamente me preguntaba ¿Por qué se niega este a entender que es un OVNI e insiste en todo este rollo?

¡Eso era una obsesión!... que era típica en aquellos años.

Es verdad, después mi curiosidad fue incrementándose y finalmente mi esposa me regaló un telescopio: Era un Newton de 114mm de abertura con una montura ecuatorial muy sencilla. La primera noche lo enfoqué a la estrella más brillante del firmamento y cuando vi que se trataba de Júpiter y que eran visibles sus cuatro satélites quedé muy impresionado. Ahora ya tenía el gusanillo de la astronomía y empezaba a darme cuenta de que me duraría toda la vida.

¿En qué consiste actualmente tu colaboración con la Astronómica?

Estoy disponible para echar una mano. Como soy mecánico suelo hacer pequeñas o grandes reparaciones. Entre las últimas que recuerdo, reparar los mecanismos de apertura de la cúpula, tanto el motor reductor para girarla como el de apertura de la misma. Suelen ser reparaciones urgentes. Albert o Montse me llaman cuando hay algo que no funciona y yo siempre intento ayudar lo antes posible.

¿Cuáles fueron los siguientes pasos?

Me hice socio de la Astronómica y seguí el curso “Uso de los telescopios de aficionado” que impartía Josep M Oliver. Además adquirí el libro “Observar el Cielo” de David H. Levi que devoré y que tengo repleto de notas manuscritas... Participe en numerosos campos de observación de la mano de Miguel Guillen y los disfruté a fondo, Montjoia, La Carral, Sant Martí de Sesgaioles, Ager... La Astronomía se convirtió en algo importante para mí.

¿Qué es lo que te aporta la Astronomía?

Mucho. De entrada hacerme muchas preguntas que quizás no tengan respuesta. Por ejemplo, conocer por que estoy aquí. La grandeza del Universo estimula mi emocionalidad; además estoy convencido de que si un día lo supiéramos todo seriamos unos desgraciados: el no saber nos empuja y es un estímulo.

¡Cierto! ¿Qué observaciones destacarías?

Por ejemplo, una observación de M82 con un Schmidt Cassegrain de 20 cm. La galaxia, visualmente, no es un gran espectáculo, más bien es un objeto poco contrastado y difuso. Pero ensayé las técnicas de hiperventilación y los resultados fueron sorprendentes. Respiré profunda y rápidamente y mire de nuevo el objeto en el ocular. Es como si se hubiera iluminado, haciéndose visible detalles antes invisibles. Otra observación memorable fue cuando pude ver Sirius B tras un gran esfuerzo.

Magnífico. Dime ahora cuáles son tus proyectos inmediatos.

Tuve que vender mi C8. Ahora me estoy construyendo una montura y estoy adaptando un refractor de 90 mm de abertura y 400 mm de distancia focal. Con una webcam quiero tomar imágenes. Siempre había hecho “fotografía química” por lo que es un tema novedoso para mí.

Con tu maña no creo que te sea difícil hacerlo. Finalmente dime una reflexión final sobre lo que es la astronomía observacional para ti.

En la Astronomía, para mí coexisten dos mundos que se interrelacionan: el de la razón y el de la emoción. Ambos son importantes pero para mí el de la emoción es crucial ya que observar con un telescopio es para mí una experiencia casi mística. Finalmente diré que no entiendo muchas cosas de la ciencia, pero, eso sí: tengo una gran curiosidad.

“Ramon Jou dixit”.