ASTRONÓMICA

DE SABADELL

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Socios colaboradores

En esta sección mensual entrevistamos a colaboradores de la Agrupación con el fin de conocer detalles de su afición a la astronomía y de su faceta más humana. Son socios que, de forma totalmente desinteresada, colaboran y han hecho posible muchos de los éxitos de nuestra entidad.

Estos son los socios colaboradores que hemos entrevistado:

 

  LaiaLopezLaia López        
 
MerceGuerreroMercè Guerrero

JaumeFernandezJaume Fernàndez

AlistairSpearingAlistair Ian Spearing

XavierMarcosXavier Marcos
 
 
GemmaDomenechGemma Domènech

FXavierValldeperasXavier Valldeperas 

FrancescSarabiaFrancesc Sarabia

FlorenceLibotteFlorence Libotte
 
 
RicardGaju
Ricard Gaju

GemmaDomenechRamon Jou

GemmaDomenechÀngel Massallé

ManelAladidManel Aladid 
 
 
CarlesLabordenaCarles Labordena

MartaRodriguezMarta Rodriguez

MiquelAlamanyMiquel Alamany

JosepMariaDrudisJosep M. Drudis
 
 
DanielFernandezDaniel Fernández

RaimonReginadoRaimon Reginaldo

AlbertMontcadaAlbert Moncada

XavierRubiaXavier Rubia
        
CarmeBastus Carme Bastús

JordiPresaJordi Presa

CarlesPerelloCarles Perelló

AntoniSelvaAntoni Selva
 
RichardRodriguez Richard Rodríguez
 VicencFerrandoVicenç Ferrando  ManelPolancoManel Polanco  MarcTorrasMarc Torras
 
JordiArtigas Jordi Artigas
 RamonMolinerRamon Moliner  IreneArabiaIrene Arabia  JosepMVilaltaJosep Maria Vilalta
 
LeoTello Leonardo Tello
 MerceCorreaMercè Correa  AnnaFabregatAnna Fabregat  FerranPascualFerran Pascual
         

RicardGaju

¿Quieres ver un motor de combustión externa?

Tras los saludos iniciales estas fueron las primeras palabras de Ricard Gaju cuando le visité en su domicilio del barrio del Guinardó de Barcelona y mientras me hacía la demostración del motor me di cuenta de lo heterodoxa que sería esta entrevista.  

Su vivienda ya explica muchas cosas de esta notable persona: todo impecablemente limpio y con un desorden perfectamente organizado. El comedor está repleto de libros, artefactos diversos, telescopios, montones de papeles, etc. ¡pero no es el caos! Todo está en su sitio. Sólo hay que saber cuál es, aunque el único que lo puede saber es el propio Ricard. Un poco aturdido por la situación, los dos primeros pensamientos que me vinieron a la cabeza fueron: “ciencia” y “acogedor”.

Lo que yo sabía de Ricard era poco: un socio histórico de la Agrupación experto en la observación solar. Pero esto no es cierto ¡sería una simplificación demasiado grande!: Ricard es muchísimo más. En el transcurso de varias horas y de la comida que compartimos la semana siguiente, pude conocer una persona muy especial, con una larga y apasionante vida y con una gran personalidad.

En primer lugar indicar que su vertiente astronómica, la que más nos interesa aquí, es muy importante para Ricard, pero no es la única: tiene otras muchas aficiones. Por ejemplo, también ocupa la Secretaria General de la Asociación Blanquerna y es miembro de otras asociaciones. En lo profesional ha dedicado toda su vida a Radiotelevisión Española, trabajando en Madrid y en Barcelona. Esto es crucial para entender quién es Ricard Gaju. Pude ver imágenes con sus compañeros de trabajo, algunos fueron figuras célebres de la TV que yo ya tenía olvidadas y ¡fotografías recibiendo una condecoración de los anteriores Reyes de España! Ricard aportó mucho a TVE y RNE, primero en el despegue de la televisión pública y después en su gradual modernización.
Pero volvamos al Ricard apasionado de la Astronomía. Le entrevisté y estas fueron algunas de las cosas que me dijo. Imposible reproducirlas todas ya que ocuparíamos cien páginas: Este es un resumen de lo que tuvo la amabilidad de compartir conmigo:

¿Cuál es tu formación de base?
Tengo que decirte que una persona es lo que ha hecho en su vida y no lo que ha estudiado, pero bueno, mis estudios fueron de Náutica y de Peritaje Industrial en Telecomunicaciones.

Esta formación y, especialmente tu dedicación profesional a Radiotelevisión Española han incidido decisivamente en tu vida…

En efecto. Tengo mil recuerdos de mi larga estancia en RTVE – Ricard me muestra numerosas fotografías y entre ellas me llama la atención un dibujo-

¡Este dibujo está firmado por Jaume Perich!

Cierto, me lo dedicó en 1984. Sabía de mi afición a la astronomía. En él dibujó a alguien que me representa a mí, explicando cosas de las estrellas… pero el niño que me acompaña se distrae con un simple globo…

Seguro que tiene para ti un gran valor sentimental. Perich fue un gran humorista gráfico que falleció en 1995… pero ¿Cómo se inició tu afición a la astronomía?

Tendría unos 7 o 9 años cuando mi padre, que regentaba un negocio de venta de vinos y que sabía de mi interés, me dijo que tenía un cliente que podía enseñarme su observatorio, con un telescopio y un sismógrafo.

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Coordino las observaciones solares de la Astronómica de Sabadell, primero lo hacía con Josep Costas y tras su fallecimiento lo sigo haciendo, publicando los resultados de un buen grupo de observadores en ASTRUM, en la web de la Agrupación y presentándolos en las Convenciones de Observadores.

Eso era bastante peculiar en esos tiempos.

Sin duda. Visitamos este observatorio en un barrio de Barcelona. Además de ver el telescopio, que me asombró mucho, observamos Júpiter, sus satélites y la Luna. Quedé absorto por lo que vi. Yo, entonces, no comprendí lo importante que era ese lugar y la persona que me mostró los astros. Era Josep Comas i Solà en el observatorio de su domicilio.        

¿Comás y Solà te hizo una sesión de observación privada en su casa?

¡Sí! Con el refractor Grubb de 16 cm, con el que había hecho muchos de sus descubrimientos…

¡Increíble! Yo soy un admirador de Comas i Sola. He buscado manualmente sus asteroides y los he observado visualmente, he medido su estrella variable y espero tomar imágenes de su cometa periódico. Tienes toda mi admiración… y digámoslo claro porque es muy cierto: ¡tienes toda mi envidia! ¿Qué te llamó más la atención de esa sesión de observación?

Han pasado muchos años, pero recuerdo bien los satélites de Júpiter. Observamos como su posición cambió entre el inicio de la sesión y el final de la misma, tras entretenernos con las explicaciones de Comas i Solà y la visión espectacular de La Luna. Esta visita hizo que mi incipiente interés por la astronomía empezara a convertirse en una gran afición.

¿Qué otras personas incidieron en tu afición?

Muchas, pero si tengo que elegir diré, que, además de Josep Comas i Solà, hay que mencionar, como mínimo, a Federico Armenter de Monasterio y a Josep Costas.

¿Cómo incentivaron tu pasión?

Federico, primero, a través de sus artículos divulgativos en "La Vanguardia" y después, cuando le conocí personalmente, me inició en la observación solar, lo que ha sido mi pasión astronómica fundamental: de hecho en la actualidad sigo observando el sol diariamente, determinando el número de Wolf.

Esto es sin duda una muestra de la constancia que caracteriza a Ricard Gaju, y que le caracteriza en todas las facetas de su vida. Con sus 87 años de edad, es un hombre sano y activo que no deja pasar un día despejado sin observar y contabilizar las manchas solares.

¿Y Josep Costas?

Recuerdo como si fuera hoy mismo cuando mi padre me dijo “te presentaré un cliente que está chiflado como tú”. Era Josep Costas y de ahí surgió una larga amistad…

Él fue, además de un grandísimo aficionado, un tallador de espejos de primer orden…

Hicimos un curso de tallado de espejos, utilizando vidrios de claraboya, en SADEYA (La Sociedad Astronómica de España y América) muy activa en esos años. Fue muy interesante y tallé un espejo para mi uso personal. Josep Costas se centró en este tema y acabó tallando miles que vendía por doquier. Algunos eran extraordinarios y otros no tanto, pero el promedio era ciertamente bueno… A partir de ahí compartimos muchas observaciones planetarias y solares.

Fue a través de la red PDA…

Efectivamente, creamos un grupo de observadores que con este nombre (Pro Divulgación Astronómica) nos dedicamos a observar (y no a divulgar como pudiera parecer por el nombre). Muchas de las viejas glorias de la observación astronómica empezaron en este grupo informal dibujando Júpiter, Marte, la Luna, etc… incluso un jovencísimo Josep M. Oliver

Ricard no puede ocultar su orgullo mientras lo explica y me enseña “partes” de observación solar de la década de los 50 y de los 60 del siglo pasado, realizados por diversos miembros del grupo.
Ya que hablamos de observación solar, esta es, sin duda tu pasión. ¿Por qué recomiendas la observación solar?

Es muy interesante: el Sol casi siempre tiene objetos de interés y siempre va variando, tanto en sus manchas como las fáculas o las protuberancias. Su seguimiento es apasionante y fácil en luz integral, por proyección o usando un filtro H alfa. Además su observación es muy cómoda, durante el día y en el momento de la jornada que te sea más fácil compaginar con otras tareas y sin trasnochar…  

¿Qué es lo más interesante de la observación de las manchas solares?

Casi siempre veremos algo interesante en el Sol. Si observamos la nebulosa M42 la veremos siempre igual, pero con el Sol es muy distinto. Las manchas aparecen y desaparecen por su evolución y por el movimiento de la rotación solar. La morfología cambiará de forma imprevista aunque hay algunos patrones con los que casi podemos predecir sus cambios, pero errando a menudo… Hay grupos espectaculares, con sombras y penumbras, poros y zonas faculares…

Además están los periodos solares.

Es emocionante ver las nuevas manchas en una latitud alta cuando empieza un nuevo ciclo solar. Pero el período de 11 años, que parece hecho a medida para el seguimiento humano, no es único, existen otros periodos superpuestos, como, por ejemplo, el de cien años. Creo que estos explican este último “máximo” tan débil u otros mínimos históricos…

Tienes una larga experiencia en la observación solar…

En efecto, empecé la observación diaria desde el observatorio de la Agrupación Astronómica Aster en el Paseo de Gracia. Desde hace muchos años lo observo desde los balcones de mi domicilio. Tengo que decir que Max Waldmeier del Observatorio Federal de Zürich, coordinador durante años de las observaciones de manchas solares, me felicitó por mi constancia y por la estabilidad de mis estimaciones del número de Wolf. Mi factor “k” (factor corrector individual de cada observador para normalizar sus estimaciones) ¡fue de k=1!

¡Vaya! ¿Has tenido otros focos de atención en astronomía?

Muchos. Mencionaré, por ejemplo, mi interés hacia la radioastronomía de aficionado. Aproveché material obsoleto de RTVE para hacer trabajos de radioastronomía. Fue una experiencia muy interesante que realicé con Ramon Roure y Robert Estadella, pero las interferencias  humanas fueron un problema para obtener más resultados.

¿Cuáles son tus proyectos?

Seguir colaborando con la Agrupación en todo lo necesario, observar el Sol mientras pueda y ordenar todos mis papeles y registros…

Pues, por muchos años puedas seguir siendo un apasionado de la ciencia, de la astronomía y de la observación solar. 

Xavier RubiaLa Astronómica cumplió 56 años de vida y esto se nota en muchos aspectos; por ejemplo en el hecho de que contamos con un buen grupo de colaboradores, muchos de ellos con bastantes años de rodaje como socios. Sin embargo, también existen socios que se incorporaron hace poco y que colaboran activamente con la entidad. Este es el caso de nuestro colaborador de este mes: Xavier Rubia.

Tuve ocasión de charlar con Xavier en el Parc Catalunya, en la sombra de un árbol, en una agradable tarde de julio. Es una persona agradable y abierta con la que es fácil “conectar” tras pocos minutos de conversación:

Antes de hablar de tu afición lo haremos brevemente de tu profesión. ¿A qué se dedica Xavier Rubia?

Mi vida profesional siempre ha girado alrededor del mundo del sonido y del multimedia. Primero trabajando en una empresa de alquiler de equipos de sonido para conciertos –imagínate, desplazándome de una ciudad a otra instalando equipos- y, desde hace ya 24 años, dirigiendo mi propia empresa de sonido y multimedia.

Para entenderlo mejor ¿qué tipo de proyectos emprendes en tu empresa?

Muy diversos, sean para grandes o para pequeñas empresas. Por ejemplo, he instalado los equipos de sonido y sistemas de control multimedia para el auditorio de una importante escuela de negocios de Barcelona.

Y ¿de dónde surgió tu interés por la astronomía?

Siempre me ha gustado el tema. Recuerdo, de niño, cuando hacía salidas con los “escoltas” y me tumbaba mirando el cielo y buscando las constelaciones. Después mi interés se estimuló viendo la serie de televisión “Star Trek”.

Y ¿cómo empezó tu interés para la observación?

Tendría unos 20 años cuando adquirí un telescopio refractor de 60mm. No era un gran equipo, pero recuerdo que en casa de un amigo observamos Júpiter y me sorprendió por sus bandas y satélites. También recuerdo la observación de La Luna y del Sol por proyección.

¿Cómo evolucionó tu afición?

Seguía más latente que activa, pero un día cambié mi telescopio por un Maksutov de 90mm y noté la mejora de calidad, con un instrumento que, además, era muy transportable: disfrutaba observado Saturno, Júpiter y mucho más, con bastante mejor definición.

¿Ya eras socio de la Agrupación?

No. Eso fue con el salto en mi afición, hará un año y medio…

¿En qué consiste tu colaboración con la Astronómica?

Un día, en el auditorio de la Agrupación, me di cuenta que los equipos de sonido y multimedia allí instalados eran mejorables. En primer lugar, instalé un micrófono de diadema con una acústica mejor. Después sustituí el amplificador por uno de profesional con una mejor relación señal/ruido. Finalmente, cambié los altavoces por unos de mejor gama y más adecuados para el uso habitual en el auditorio: la voz. Finalmente, estoy pensando en situar unas pequeñas placas fonoabsorbentes en las paredes del auditorio para mejorar la acústica general de la estancia.

¿Salto? ¿Qué pasó?

Que decidí hacer un paso más. Yo vivo en la localidad de Centelles. Aunque el cielo no es ni mucho menos perfecto, puede verse la Vía Láctea en las noches sin luna. Me asesoré en una tienda de productos astronómicos para adquirir un equipo de buenas prestaciones y finalmente me decidí por un Schmidt-Cassegrain de 11 pulgadas con montura de horquilla. Primero hice algunas salidas a la zona del Montseny buscando cielos aún más oscuros, pero después me di cuenta de que era más práctico usarlo desde mi propia casa en Centelles.

Pero eso significa montar y desmontar el equipo cada vez que quieres observar…

Ahí viene mi proyecto que ahora ya está en fase avanzada: la construcción de un pequeño observatorio anexo a mi casa, con un techo corredero, una sala de control confortable y una columna para mi telescopio fijo.

Eso sí que es un salto de calidad y confort… ¿Y cuáles son tus proyectos observacionales?

Tengo básicamente dos proyectos: el primero es de tomar imágenes de cielo profundo en color, pero imágenes sin pretensiones de gran calidad. Quiero hacerlas para tener un recuerdo rápido de los objetos observados. Para ello dispongo de una cámara CCD ATIK 383 en color y una ZWO ASI174 MC-C, con las que no es necesario el uso de filtros para obtener imágenes en color…

Bueno, esto está al alcance de tu equipamiento una vez lo tengas bien ajustado… y ¿el segundo objetivo?

Introducirme en el mundo de la radioastronomía de aficionado. No deja de ser una conexión entre mi mundo profesional, del sonido, y mi afición por la astronomía y más teniendo en cuenta que en el pasado era radioaficionado… pero esto ya es un proyecto a más largo plazo del que tengo que documentarme más.

Es un tema muy interesante y en el que tenemos un campo casi inexplorado por los aficionados. ¡Mantennos informados de tus avances! Muchos podrían seguir el camino.

Albert MontcadaLa afición astronómica tiene muchos matices y sensibilidades. Tenemos aficionados que se han especializado en la observación visual, sea del cielo profundo, de los planetas o de la Luna; otros disfrutan de la construcción de telescopios o monturas, otros utilizan los medios de captación de imagen para hacer investigación, sea fotométrica o astrométrica. Hay, además, otros que están interesados en la astronomía teórica, la astrofísica, la cosmología, etc. y después tenemos las variedades mixtas que compaginan varias sensibilidades a la vez.

Pero una de las sensibilidades con mayor número de seguidores es la astrofotografía. Nuestro colaborador de este mes es un representante significativo de esta “afición dentro de la afición” astronómica. Se trata de Albert Moncada, una persona pausada y reflexiva pero que cuando habla de astrofotografía le brillan los ojos.

Pero ¿quién es Albert Moncada? Demos algún dato biográfico básico: 50 años, padre de dos hijas, psicólogo de formación y de profesión experto en la promoción de la salud en una administración pública. Además de la astronomía le interesa la música (toca la guitarra) y la naturaleza en general. Hace pocos días tuve la ocasión de mantener una larga conversación con él que transcribo a continuación:

¿Cuál es el “motor” de tu afición a la astrofotografía?

Obtener imágenes de objetos astronómicos genera una enorme satisfacción y lo mismo ver la mejora de los resultados con el aprendizaje… pero para mí la astrofotografía no es un fin, es un medio.

Entonces ¿cuál es el fin?

Es el “qué” y el “por qué” más que el “cómo”. Es decir, una aproximación metafísica o filosófica hacia los objetos que hay en las imágenes.

¿A qué te refieres exactamente?

A que el fin es especular sobre cuáles son los límites, sobre “qué hacemos aquí...”; en definitiva, a hacerse preguntas existenciales –Albert lo explica lentamente pensando cada palabra detenidamente.

¡Vaya!

La astrofotografía me sirve para evadirme de la rutina, conectarme con la metafísica y con el contenido de lo que estoy fotografiando, me hace cazador, con los trofeos de caza en mi ordenador y es un medio para conectar con personas con intereses similares: el grupo de astrofotografía de la Agrupación…

Como ven, la entrevista empezó fuerte y con profundidad. A los pocos minutos, de la mano de Albert, aprendí que incluso entre los astrofotógrafos las motivaciones son diversas y que la meticulosidad en las técnicas y el análisis casi microscópico de las imágenes no están reñidos con ser consciente del contenido y del significado en mayúsculas  de lo fotografiado.

Pero ¿cómo empezó tu afición?

Tenía cierto interés sobre temas científicos, pero en mi adolescencia era más dirigido hacia la Meteorología. Unos años después decidí asistir a un Curso de Introducción a la Astronomía en el Museu de la Ciencia. Lo impartió un tal Josep M Oliver.

¡Oliver está casi siempre en los inicios de vocaciones astronómicas…!

Lo viví como una experiencia muy reconfortante en la que se respondían temas que siempre me había preguntado. Por ejemplo, “¿cuál es la composición de las estrellas?”. Además era un paréntesis de la actividad cotidiana en el que se abría un mundo distinto y en el que me olvidaba de todo lo demás.

¿Hubo otros catalizadores de tu afición?

Sí, dos más. Después del curso empecé a adquirir regularmente la revista “Tribuna de Astronomía” y en una ocasión quedé muy impresionado por una imagen de la nebulosa de Orión que ocupaba dos páginas.

Está claro: empezaste a soñar en hacer fotos similares  ¿y el tercer catalizador?

Pasé unos días en una casa rural. Por la noche alguien montó unos prismáticos gigantes. Me acerqué y le pregunté si podía mirar. Sólo vi un “granito de arroz”, pero ¡se trataba de Saturno! No recuerdo nada más pero me quedó gravado en la mente.

Eso ya fue definitivo…

Cierto, me hice socio de la Astronómica y decidí comprar un telescopio. En principio fué más bien pensando en mi hija, pero la realidad es que sólo lo usé yo. Era un refractor de 80mm con montura ecuatorial automatizada. No conseguí estimular el interés de mi hija, pero cada vez estaba más “enganchado”, especialmente con la posibilidad de tomar imágenes.

¿En qué consiste tu colaboración actual con la Agrupación?

Estoy centrado en el grupo de astrofotografía del que soy el actual coordinador. Además colaboro con Manel Polanco en el programa de formación: con él, con Jordi Ortega y Aleix Puig soy profesor del curso básico de astrofotografía y del avanzado de cielo profundo. Finalmente, estoy colaborando en la edición de un libro de astrofotografía que la agrupación publicará en breve..

¿Cuál fue el siguiente paso?

Pues hacer un curso de introducción a la astrofotografía que impartió Miguel Guillen. Poco después hice mi primera fotografía a foco primario con mi Canon 400: la galaxia de Andrómeda… ¡quedó sólo una mancha blanca!, pero me dio una gran alegría.

Eso anima a seguir creciendo…

En efecto, empecé a mejorar mi técnica y mi equipamiento. Con un Schmidt-Cassegrain de 8 pulgadas pude aprender mucho, especialmente porque no es el equipo más idóneo para empezar a hacer astrofotografía y menos l cielo profundo, que es lo que a mí más me atrae. Requirió un gran esfuerzo sacarle provecho. Posteriormente adquirí una cúpula de polietileno y pude mantener mi equipo fijo en la terraza de mi casa, sin tener que montar y desmontar. Esto  también ayudó mucho.

Pero este equipo no puede satisfacer a un astrofotógrafo exigente como tú.

Cierto, empecé un “plan renove” que sigue vigente. Primero adquirí un Celestron de 11 pulgadas, después un Takahashi de 90mm y recientemente acabo de adquirir un Ritchey–Chrétien Truss de 8 pulgadas sobre una montura EQ8.

Esto puede inquietar a un neófito, parece que sin un equipamiento de altas prestaciones no es posible la excelencia…

No es así. La ambición te hace aspirar a más, pero con equipos modestos pueden obtenerse grandes resultados.

Entiendo que para eso y para más está el grupo de astrofotografía.

Cierto. En este grupo aprendemos unos de otros. Empezó con Josep M. Drudis, Jordi Ortega, Manel Polanco, Aleix Puig, Lluís Romero y yo mismo… y hoy lo componen muchos aficionados más de la Agrupación.

¿Qué actividades hacéis?

Compartimos conocimiento en reuniones periódicas, talleres y en contactos constantes vía e-mail. Aprendemos de nuestros éxitos y fracasos, del uso de programas de tratamiento de imágenes, aprovechamos los trucos de cada uno para mejorar la técnica de todos, vemos tutoriales, novedades, compartimos información sobre equipos y accesorios, etc.

Creo que más de un lector se interesará en participar en este grupo ¿Qué debe hacer?

Nada más fácil. Enviar a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.  sus datos y en breve nos pondremos en contacto con él. Será muy bienvenido.

Pero si su nivel es sólo de neófito...

No importa. Sin duda le aconsejaremos que se apunte al curso de iniciación a la astrofotografía. Después podrá crecer con los cursos de especialización en fotografía planetaria o en el de imágenes de cielo profundo…
Después de tantas imágenes que has hecho, ¿de cuáles te sientes más orgulloso?

Esto sí que es difícil de contestar –Albert se toma unos segundos de reflexión, finalmente, tras una casi imperceptible sonrisa, contesta sin titubear:

La trompa de elefante IC 1396 y la burbuja NGC 7635: dos objetos impresionantes que he podido captar bastante bien…

Bueno, dime ahora cuáles son tus proyectos más inmediatos…

En primer lugar,: espero estrenar y sacar el máximo jugo a mi nuevo telescopio. Me gustaría tomar imágenes de los objetos Arp (galaxias peculiares) con mi C11 y hacer tricromía de banda estrecha con mi nueva CCD, con el fin de luchar contra la contaminación lumínica… y seguir participando en el grupo de astrofotografía.

Bueno, pues no tienes pocos objetivos por delante, pero estoy seguro de que los irás alcanzando uno tras otro.

RaimonReginadoEsta vez, nuestro colaborador del mes, es una de las personas que más han contribuido en la historia de nuestra Agrupación. Y me atrevo a decir que también la Agrupación es uno de los factores importantes en su vida. O sea, estamos ante un caso de gran relevancia en los dos sentidos.

Yo lo recuerdo, cuando apenas tenía 7 u 8 años de edad y me acababa de hacer socio de la Astronómica, como un “sabio” que me maravillaba con sus dibujos de Júpiter y, sobre todo, con sus explicaciones, que vivía como auténticas clases magistrales. Me dejaban boquiabierto. Él, junto con Josep M. Oliver y Josep M. Gómez, son los que forjaron mi afición a la astronomía desde la Agrupación.

Por esta razón esta entrevista tiene un valor especial para mí y me ha supuesto redescubrir a Raimon Reginaldo y recordar sensaciones casi olvidadas pero muy vividas en su momento. Pero es que el caso de Raimon no se refiere únicamente al pasado. Sigue siendo un colaborador muy activo en sus trabajos como colaborador habitual de Astrum y como conferenciante. Sus explicaciones y opiniones siguen teniendo un gran peso en nuestra Entidad.

Hace unos días mantuve una entrevista con él que, de forma aproximada, transcribo a continuación:

¿Cómo empezó tu afición?

Tendría unos 15 años cuando fui a una conferencia sobre la ONU en el edificio de la Obra Cultural de la antigua Caixa de Sabadell. Allí alguien me explicó que muy cerca estaba la sede de la Agrupación Astronómica de Sabadell.

Fue una casualidad...

En cierta manera sí. Allí contacté con Sebastià Ribes que me enseñó La Luna y Júpiter con el telescopio del observatorio, en lo alto del edificio. Quedé prendado de ello y me hice socio. En construir esta afición tuvo también mucho que ver Josep M Oliver al que ya conocía porque había sido mi profesor de dibujo en la escuela.

...y pensaste en adquirir un telescopio...

Pues no. Casi todas mis observaciones las hice con los telescopios de la Agrupación, sean los del observatorio de Sabadell o los que estaban instalados o subíamos a la cumbre de Sant Llorenç del Munt. En mi casa sólo tuve un pequeño refractor de 60mm que no usé mucho y que lo vendí enseguida.

Aquellos años eras un activo observador visual... de planetaria.

Era la época de los dibujos de Júpiter, pero también de Saturno y de Marte. Con Josep M Gómez impulsamos campañas exitosas en las que participaron muchos socios, recopilando centenares de dibujos con los que pudimos analizar los detalles de la atmósfera de Júpiter, cronometrar los pasos por el meridiano central y la evolución de numerosas formaciones, bandas, festones, óvalos, etc. –Raimon lo explica con evidente orgullo y satisfacción.

Con medios modestos se hacían muchos trabajos.

El Newton de 140mm de la Agrupación era utilizado a pleno rendimiento, así como varios telescopios en Sant Llorenç del Munt. El mayor era de 20 cm.

Hoy se les podría calificar de instrumentos de nivel medio o modesto para un aficionado.

Entonces eran de lo mejor...

Con Josep M. Gómez, en el Comité de Observaciones de la Agrupación, hacíais una espléndida labor. Ante el ocular del telescopio ¿qué diferenciaba a Reginaldo de Gómez?

Josep María es un observador muy completo y de gran agudeza visual; era capaz de discernir diferencias de tonalidad y de color que eran para mí eran invisibles. Por el contrario yo era especialista en ver detalles minúsculos.

Me consta que, desde el observatorio viste una “flare” en un grupo de manchas del tipo F...

¡Es cierto! Lo recuerdo perfectamente. Duró apenas unos segundos: una intensa luz blanca en un enorme grupo de manchas. Es un fenómeno totalmente imprevisible; tuve mucha suerte de verlo.

De aquella época de observación intensa y de dibujo concienzudo ¿Qué observación recuerdas de forma especial?

Es muy difícil de contestar. Recuerdo, por ejemplo, cuando se obtuvieron las imágenes de las sondas Pionner 10 y 11. En la gran mancha roja mostraban detalles que eran nuevos y sorprendentes para muchos. Fue una sensación especial decirme a mí mismo “yo ya los había visto” –lo expresa con una media sonrisa y sincero orgullo.

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Cada año hago la conferencia resumen de los nuevos descubrimientos astronómicos del año. Pero mi colaboración más regular es con “Astrum”: En primer lugar, coordino la sección de efemérides, recopilando y ordenando el trabajo realizado por Rafael Castro, Mercè Correa, Jaume Fernández, Ferran Pascual, Carles Labordena, Armand Oliva, Hilari Pallarès, Carles Schnabel y Manuel Ustrell. Por otra parte, con Albert Morral e Irene Arabia, nos repartimos las entrevistas que se publican en cada número. Además, escribo de vez en cuanto artículos sobre temas concretos de interés y, de forma fija, cada mes, la sección titulada “Las noticias más destacadas” en la que menciono las más relevantes y profundizo en una de concreta.

Mientras tanto tu vida profesional se centró en el “Museu de la Ciència”...

Verdad. Unos años después de acabar la carrera de Ciencias Físicas en la Universidad Autónoma, Joan Genebriera, entonces compañero en la Junta Directiva, me advirtió de que estaban buscando una persona que se responsabilizara del Planetario. Me recomendó y no tardé en empezar a trabajar en el “Museu de la Ciència” hasta jubilarme... ¡26 años después!

Son muchos años, con infinidad de vivencias en el museo de ciencia más importante del país...

Es cierto. Podría explicar muchas cosas. En el transcurso de estos años fui operador del planetario, responsable de las publicaciones del Museu, Jefe del proyecto del nuevo museo y Responsable de Divulgación.

Impresionante. Por otra parte, en lo que se refiere a la colaboración en las tareas de la Agrupación, has sido miembro de la Junta Directiva durante muchos años.

Primero como vocal de la Junta, después como secretario y como Vicepresidente durante 18 años, con Josep M. Oliver como Presidente. Además fui un activo miembro del Comité de Observaciones.

Gran parte de tu actividad en la Agrupación ha sido desarrollando una labor de divulgación...

He escrito muchos artículos en Astrum. No hace mucho se me entregó un diploma conmemorativo por mis 100 conferencias de los miércoles. También he impartido cursos. Recuerdo que, en ocasiones, cuando había alguna novedad astronómica, se programaba mi conferencia sin tener apenas conocimiento del tema por su novedad. En el intervalo entre la convocatoria y la conferencia lo preparaba a fondo. De esta manera aprendí mucho.

Y lo hacías muy bien. Muchos hemos aprendido gran parte de nuestros conocimientos con tus conferencias. ¿Qué temática recuerdas que por su novedad fuera de especial interés?

Por ejemplo, el descubrimiento de los primeros exoplanetas. La expectación fue muy grande y el interés por el tema sigue acrecentándose.

¿Qué otros focos de interés tienes, además de la astronomía?

Me apasiona la Teología.

Eres Físico y científico ¿Cómo puedes compaginarlo con el estudio de la Teología?

No hay contradicción alguna. Se puede compaginar perfectamente. La ciencia se ocupa de describir, hacer hipótesis y ponerlas a prueba para explicar cómo pasan las cosas. La Teología, en cambio, se ocupa de la fe, del sentido de la vida y del quién ha hecho las cosas. Son temas apasionantes e independientes, caminos paralelos que no tienen porque contradecirse.

¿Puedes poner un ejemplo?

La teoría de la evolución. No creo que se pueda dudar de su validez, así como del papel del azar en las mutaciones y estas en el proceso evolutivo. Quién sabe, quizás Dios utilizó el azar como un instrumento... -Raimon lo dice pensativo, permitiéndose esta especulación.

Por último, ¿Cómo dirías en una frase cuál es tu mayor área de interés?

No es fácil. Diría que mi vida se ha movido entre ambas vocaciones: la de la ciencia y la de la teología.

Y nosotros, en la Astronómica, seguimos contamos con este colaborador como un gran activo. Un científico divulgador que lleva la Agrupación en sus venas.

Carles Labordena

Nuestro colaborador de este mes, Carles Labordena, es un socio “histórico” que muchos conocemos personalmente por sus visitas a Sabadell, sobre todo en las Convenciones de Observadores. Otros muchos le conocen por leer sus escritos en “Astrum” sobre lo que es su pasión astronómica principal: los cometas. Pero de Carles podemos decir muchísimo más…

Si hay algo que le caracteriza es su entusiasmo por la observación. Nos referimos a la observación en mayúsculas y de ámbito generalista. Pero no es que sus trabajos por ser diversos sean superficiales. Carlos Labordena es un observador constante al cien por cien. Su objetivo fundamental es el seguimiento detallado y en visual de cometas y estrellas variables, pero también disfruta de los planetas, la Luna, las ocultaciones, el cielo profundo, las estrellas dobles, la observación solar, los eclipses… No se le escapa nada del firmamento. Su observación es casi siempre visual por lo que quizás alguien podría pensar: “claro, por su veteranía es poco dado a innovar en su forma de trabajar”. Nada más lejos de la realidad. Carles Labordena hace buenas fotografías con cámara DSLR y con cámara CCD y efectúa mediciones astrométricas y fotométricas de cometas. Lo que sucede es que dónde realmente disfruta es en la observación visual y por ello hace bien en invertir en ella la mayor parte de su tiempo astronómico, sin desmerecer su interés adicional por las técnicas hoy más de moda.

Hace unos días mantuve una entrevista telefónica con él que paso a transcribir a continuación.

¿Cómo empezó tu afición?

De niño vivía en Barcelona y estaba abrumado por la carrera espacial. Acudía a una biblioteca de mi barrio y empecé a leer un libro que me fascinó: “Astronomía Popular” de Camille Flammarion.

Y ¿cómo saltaste a la observación?

Tenía una gran curiosidad. En una óptica del barrio me proporcionaron unas lentes  y un ocular sencillo. Con un tubo de cartón me construí un anteojo precario... de hecho ¡decir precario es poco! Observaba desde una ventana de mi piso donde apenas podía ver la zona norte del firmamento. Ahí empezó todo.

Un poco precario, pero propio de la época y del empezar con medios muy limitados.

Creo que esto refuerza la afición y vives con más ilusión los retos de observación que vas alcanzando. Unos años después me hice socio de la Agrupación y fue entonces cuando adquirí un telescopio al que le saqué mucho jugo: un reflector “Tasco” de 115mm de abertura.

Eso era un clásico en esa época…

Observé planetas… sobre todo Júpiter y Marte cuyos bocetos enviaba a la agrupación, a Josep María Gómez. También empecé a disfrutar con el seguimiento de estrellas variables, con unos prismáticos.

Y después ¿qué pasó?

Hubo un paréntesis de índole profesional y familiar. Acabé mis estudios de Medicina y la especialidad de Pediatría. Encontré trabajo en Castellón donde fijé mi residencia y donde crié mis dos hijos.

Estos paréntesis son normales en muchos aficionados a la astronomía… pero tú eres médico y sabes bien que si alguien está infectado, la enfermedad puede aparecer de nuevo…

Ja, ja, ja. Es verdad. Plenamente integrado en Castellón, adquirí un Celestron de 8 pulgadas, telescopio que me está rindiendo de forma extraordinaria y continué con mis observaciones. Empecé a disfrutar de la observación de cometas.

Sin embargo, los prismáticos no los tenías olvidados…

Claro que no. De hecho es el instrumento que más uso, sea con los cometas o con las estrellas variables. Posteriormente adquirí un Celestron de 9 pulgadas y cuarto, pero el de 8 pulgadas, más fácil de transportar, sigue siendo el telescopio que uso con mayor frecuencia.

Seguías en contacto con nosotros en Sabadell, pero tuviste la fortuna de encontrar aficionados a la astronomía en Castellón.

Es cierto que la observación en soledad puede ser interesante pero su valor se multiplica mucho más si la puedes compartir con compañeros de afición. Me hice socio de la Sociedad Astronómica de Castellón con la que colaboro a menudo. Hacemos salidas de observación frecuentes, buscando buenos cielos que encontramos no muy lejos de Castellón.

Pasemos a los cometas… ¿de dónde surgió el interés por estos astros?

Viene de lejos. Por ejemplo, de mi primer cometa. Quedé asombrado en los años 70 con el cometa Kohoutek. Su larga cola me fascinó y eso que no alcanzó ni de lejos las expectativas que había creado.

Buff… yo también lo disfruté desde Sabadell…

Pero esto no fue nada comparado con el Hale-Bopp y con la larguísima cola del Hyakutake… a partir de ahí mis observaciones de cometas han sido constantes.

¿Qué observas en un cometa?

Su magnitud, características, mido la cola, la cabellera, etc. Las mediciones las remito a la Agrupación Astronómica de Sabadell y al ICQ, a la LIADA, a la BAA, a un observador japonés especializado llamado Yoshida y a la lista de correo “cometas-obs” que hace una importante labor de coordinación.

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Participo en las distintas campañas de observación, pero mi colaboración principal es la coordinación de las observaciones de cometas. Escribo bimensualmente un artículo en Astrum sobre estos objetos y hago el resumen de las observaciones obtenidas que presento en cada Convención de Observadores.

¿Y en lo concerniente a las estrellas variables?

Mis mediciones van a la AAVSO además de enviarlas a la Astronómica.

Si tuvieras que mencionar las observaciones que más te han impresionado ¿Cuáles destacarías?

En lo que se refiere a los cometas, sin duda me impactaron los de la década de los 90: Hyakutake y Hale Bopp, realmente impresionantes, aunque he disfrutado de muchísimos más. También destaco los eclipses totales de sol que pude observar en mis viajes a Hungría, Turquía y China.

Carlos Labordena se mantiene en silencio unos segundos, parece dudar entre varios objetos más, hasta añadir finalmente:

…y la ocultación rasante de de Aldebaran por la Luna…

En definitiva… ¿qué te fascina de la observación astronómica?

La posibilidad de detectar cambios; variaciones en los objetos, sea en los cometas como en las estrellas variables o en las superficies planetarias…

Creo que un auténtico especialista de la observación puede aportar mucho. No sólo con tu observaciones. También en aconsejar a los nuevos. ¿Qué consejos les darías?

En primer lugar que se hiciera socio de una asociación de observadores, como las de Sabadell o la de Castellón. Observar en compañía es muy gratifícate y te permite aprender mucho de los demás y acortar la curva de aprendizaje. Creo que hay que empezar con unas cartas celestes, observando a simple vista y con unos prismáticos. No es bueno querer ir demasiado deprisa. Es mejor dejar las técnicas fotográficas y los programas informáticos para más adelante. Ya llegaran, pero es bueno consolidar una buena base.

Buenos consejos, aunque hoy parece que muchos se inician con los telescopios informatizados como primer instrumento… Por cierto, ¿Cuáles son tus proyectos ce futuro?

Me gustaría ensayar el seguimiento de variables con CCD y filtros. Pero lo que me gusta es seguir observando visualmente.

Muchas gracias, ha sido un placer hablar contigo: un observador de pies a cabeza.