ASTRONÓMICA

¿Saben a quién acuden Montse Ribell y Albert Morral cuando hay una emergencia mecánica en la Agrupación, es decir, cuando no cierra la puerta del observatorio, la cúpula no se abre o alguna incidencia similar? Acuden a una persona que no sabe decir “no”, alguien con auténtica maña, “expertise” mecánica y que tiene gran estima por la Agrupación y por la Astronomía: acuden a Ramon Jou que siempre da una respuesta rápida y eficaz.

Ramon es una persona llana, que va de cara, que casi siempre sonríe y que no pasa desapercibido. Cuando llegué al local social para hacer esta entrevista, justo en la puerta exterior, ya oía como bromeaba con Montse Ribell. Su voz, de tono alto, es inconfundible y a sus expresiones le suelen seguir carcajadas y transmite lo que hoy denominan “buen rollo”. Pero detrás de esta persona alegre que podría incluso parecer superficial, hay una historia de éxito y superación de dificultades; una historia de profundidad en sus razonamientos y en sus acciones. Lo veremos, en lo que concierne a su afición a la Astronomía, a lo largo de esta entrevista que ahora paso a transcribir:

Para situarme, Ramon, ¿cuál es tu profesión?

Yo soy tornero y lo soy desde los 17 años. Llegué a tener un taller propio, pero desde hace 20 años soy empleado de una empresa de modelismo. Mi especialidad es la utilización del torno de control numérico (CNC) así como la programación del mismo para hacer distintos tipos de trabajos.

Y eso tendrá aplicaciones muy diversas...

¡Claro! Por ejemplo, uno de los trabajos que hemos realizado en la empresa es el molde para construir la antena que debía comunicar la sonda ExoMars con el “lander” Schiaparelli. Tristemente el módulo de aterrizaje se estrelló y la antena no ha podido ser usada... pero esperamos que pueda funcionar en la misión ExoMars 2020 cuando llegará al planeta un nuevo “lander” y, si todo va bien, se comunicará con La Tierra a través del orbitador, con “nuestra” antena.

¡Increíble!

De hecho hemos trabajado para varios proyectos espaciales... Ramon lo explica con una evidente satisfacción, hablando con una lentitud y bajando el tono, en contraste con el resto de la entrevista. Disfruta de mi perplejidad por esta inesperada explicación.

Bien, y ¿cómo empezó tu afición a la astronomía?

Yo he sido un gran aficionado al montañismo y he sido miembro activo de la Unió Excursionista de Sabadell durante muchos años. En mi infancia hacia excursiones muy frecuentes; muchas de ellas en Sant Llorenç del Munt o en el Montseny haciendo noche en la montaña. Siempre miraba el firmamento con mis amigos y soñábamos con las cosas más increíbles.

¿A qué te refieres?

El cielo nocturno desde la montaña era impresionante y evocaba pensamientos de tipo paranormal muy en boga aquellos años...

¿Buscabais OVNIS?

Ja, ja, ja... sí y veíamos muchísimos... cualquier estrella brillante, satélite o avión lejano lo eran, si ninguna duda... ¡para nosotros! Pero de todo ello quedó un poso que ha sido mi admiración por el firmamento.

¿Fue entonces cuando contactaste con la Agrupación?

Fue unos años después. Una noche se me ocurrió enfocar una cámara réflex al cielo y hacer una exposición de varios minutos. Yo no sabía nada del movimiento de la bóveda celeste y cuando vi el resultado de la imagen quede asombrado por una traza brillante: ¡había fotografiado un OVNI!

Ja, ja, ja, ja.

Fui a la Agrupación Astronómica plenamente convencido de mi gran descubrimiento. Allí note cierta frialdad. Finalmente un chico joven como yo, Emili Capella, tuvo el detalle de mirar mi fotografía con atención.

¿Qué te dijo?

Después de hacerme varias preguntas me dijo que se trataba de la estrella Sirius y me hizo una disertación sobre el movimiento celeste, motivo por lo que en la imagen no aparecía un punto y se veía una traza. Yo estaba totalmente convencido de que era un OVNI y apenas le escuchaba, solamente me preguntaba ¿Por qué se niega este a entender que es un OVNI e insiste en todo este rollo?

¡Eso era una obsesión!... que era típica en aquellos años.

Es verdad, después mi curiosidad fue incrementándose y finalmente mi esposa me regaló un telescopio: Era un Newton de 114mm de abertura con una montura ecuatorial muy sencilla. La primera noche lo enfoqué a la estrella más brillante del firmamento y cuando vi que se trataba de Júpiter y que eran visibles sus cuatro satélites quedé muy impresionado. Ahora ya tenía el gusanillo de la astronomía y empezaba a darme cuenta de que me duraría toda la vida.

¿Cuáles fueron los siguientes pasos?

Me hice socio de la Astronómica y seguí el curso “Uso de los telescopios de aficionado” que impartía Josep M Oliver. Además adquirí el libro “Observar el Cielo” de David H. Levi que devoré y que tengo repleto de notas manuscritas... Participe en numerosos campos de observación de la mano de Miguel Guillen y los disfruté a fondo, Montjoia, La Carral, Sant Martí de Sesgaioles, Ager... La Astronomía se convirtió en algo importante para mí.

¿Qué es lo que te aporta la Astronomía?

Mucho. De entrada hacerme muchas preguntas que quizás no tengan respuesta. Por ejemplo, conocer por que estoy aquí. La grandeza del Universo estimula mi emocionalidad; además estoy convencido de que si un día lo supiéramos todo seriamos unos desgraciados: el no saber nos empuja y es un estímulo.

¡Cierto! ¿Qué observaciones destacarías?

Por ejemplo, una observación de M82 con un Schmidt Cassegrain de 20 cm. La galaxia, visualmente, no es un gran espectáculo, más bien es un objeto poco contrastado y difuso. Pero ensayé las técnicas de hiperventilación y los resultados fueron sorprendentes. Respiré profunda y rápidamente y mire de nuevo el objeto en el ocular. Es como si se hubiera iluminado, haciéndose visible detalles antes invisibles. Otra observación memorable fue cuando pude ver Sirius B tras un gran esfuerzo.

Magnífico. Dime ahora cuáles son tus proyectos inmediatos.

Tuve que vender mi C8. Ahora me estoy construyendo una montura y estoy adaptando un refractor de 90 mm de abertura y 400 mm de distancia focal. Con una webcam quiero tomar imágenes. Siempre había hecho “fotografía química” por lo que es un tema novedoso para mí.

Con tu maña no creo que te sea difícil hacerlo. Finalmente dime una reflexión final sobre lo que es la astronomía observacional para ti.

En la Astronomía, para mí coexisten dos mundos que se interrelacionan: el de la razón y el de la emoción. Ambos son importantes pero para mí el de la emoción es crucial ya que observar con un telescopio es para mí una experiencia casi mística. Finalmente diré que no entiendo muchas cosas de la ciencia, pero, eso sí: tengo una gran curiosidad.

“Ramon Jou dixit”.

Es muy oportuno que este mes elijamos como colaborador de la Agrupación a Josep María Drudis. En pocas semanas ha vivido dos éxitos en su pasión por la astrofotografía. El primero es muy importante ya que la web de la NASA, “Astronomy Picture of the Day” (APOD) ha elegido una de sus fotografías como imagen del día, concretamente la del 8 de noviembre de este año. La imagen, que el mismo Josep María Drudis comenta en estas páginas, es una espectacular vista de la nebulosa de la Tarántula con un detalle y color sorprendentes, que dan brillantez a la nebulosa a la vez que le hace ganar en realismo. En segundo lugar, el concurso que anualmente organiza la Agrupación para elegir la imagen del calendario que remitimos a los socios, también ha recaído en otra de sus fotografías, en este caso de una área de la zona de Eta Carinae.

Estos premios no han sorprendido a ningún astrofotógrafo de la Astronómica toda vez que hace ya bastante tiempo que Josep María nos tiene mal acostumbrados con sus imágenes sorprendentes. Unos cuantos estamos pendientes de “lo que llega de Filadelfia” (donde reside actualmente) y solemos comentar en pequeño comité sus imágenes (“esta vez se ha pasado, ¿has visto su imagen de...?”). Pero, obviamente, la afición de Josep María Drudis viene de lejos y tiene muchas cosas que explicarnos. Por ello, hemos optado por entrevistarle ya y no esperar uno de sus viajes a Barcelona. Mediante “Skype” tuve la oportunidad de charlar con él desde el otro lado del Atlántico, mientras él esperaba la comida y yo la cena, conversación que, de forma aproximada, se desarrolló de la siguiente forma:

Antes de hablar de Astronomía, para situarnos un poco, danos unas breves pinceladas de tu vida profesional... ¿cuáles son tu formación de base y tu profesión?

Soy Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Barcelona, pero mi profesión, si bien es cierto que empezó como Químico, ha evolucionado hasta puestos de dirección general en empresas del sector químico, metalúrgico y hospitalario...

Actualmente resides en Filadelfia, Estados Unidos ¿Por qué te mudaste?

Yo estoy jubilado y mi esposa tuvo una interesante oferta profesional en Filadelfia, que decidimos aprovechar. La verdad es que estamos muy cómodos en esta magnífica ciudad, aunque, eso sí, es imposible hacer astrofotografía con este cielo...

Bueno, de esto hablaremos después pero dime antes, ¿de dónde surgió tu afición a la astronomía?

Debemos remontarnos a mi infancia. Residía en Argentina por motivos de la profesión de mi padre. Fue él quien me mostraba el cielo austral, donde sólo podía reconocer la constelación de Orión. Mi padre usaba el nombre popular del Cinturón de Orión “las tres Marías”, constelación que era la única visible desde allí que él podía recordar del cielo de Cataluña. A los 13 años regresamos a Barcelona y a mi manera ya había adquirido una estima especial por la astronomía.

Para que esa inquietud de niño se consolidara en una sólida afición debieron pasar “cosas”.

En efecto. Por ejemplo: mi padre me regaló un libro que me influyó y que sigo guardando como un recuerdo importante para mí.

Josep María se levanta y desaparece de la pantalla de mi ordenador. En esos segundos presto atención a la amplia y confortable habitación en la que se encuentra, llena de libros y posters de astronomía. Josep aparece de nuevo con un libro en las manos y no puedo evitar cierta emoción al verlo. ¡Es el mismo que mis padres me regalaron a mí! con él pasé muchas horas, hojeándolo y leyéndolo y lo llevaba conmigo al tejado cuando me familiarizaba con las constelaciones...

¡Yo también tengo este libro!

Es la “Guía de Campo de las estrellas y los planetas de los hemisferios norte y sur” de Donald H. Menzel: una fuente de inspiración para mí. Lo usé muchísimo –me enseña el libro, muy usado y repleto de notas en los mapas de las constelaciones...

¡Vaya!... y que otros catalizadores hicieron de un químico un astrónomo aficionado?

Esos años conseguí una calculadora programable Texas Instruments 58 que aún conservo no sé dónde. ¡Con ella pude calcular la posición de los planetas!

Y en lo que se refiere a la observación astronómica ¿Cuál fue tu primer telescopio?

No lo adquirí hasta bastantes años después, cuando tenía unos 30 años: un Schmidt-Cassegrain de 8 pulgadas con montura ecuatorial de horquilla que me dio muchas satisfacciones tanto en visual como en mis primeros intentos de astrofotografía. Era el típico telescopio de esa época, con el popular tubo de color naranja.

Ese telescopio es hoy uno de los portátiles de la Astronómica.

¡Es verdad! Tiene una buena óptica y me dio un gran rendimiento. Después lo sustituí por su hermano mayor, otro Schmidt-Cassegrain, este de 11 pulgadas, con montura ecuatorial alemana. Lo instalé fijo en mi casa de Corbera con un techo corredero. Con esta instalación me emplee a fondo en astrofotografía.

La astrofotografía con una focal más bien larga es muy exigente. Tu curva de aprendizaje seguro que se estresó durante esos años.

Cierto, esos años aprendí gran parte de lo que hoy conozco.

Vamos a recordar más vivencias de los primeros años ¿qué observaciones visuales o astrofotografías recuerdas de esa época?

Cosas entrañables. Mi primera imagen con el Celestron 8 fue una fotografía química de Plutón y poco después del quásar 3C273 y mi observación visual más espectacular fue ver las manchas oscuras provocadas por el cometa Shoemaker-Levy al chocar con Júpiter.

Son vivencias significativas. Ya nos dice mucho de ti que tus primeras imágenes fueran de Plutón y de un quasar, ... Cuando os mudasteis a Filadelfia ¿Qué hiciste con todo tu equipo?

Lo vendí. Por ejemplo, la CCD Finger Lakes la tiene ahora la Agrupación y el telescopio un compañero de afición. El traslado del equipo a Estados Unidos era problemático y al vivir en el centro de una gran ciudad, las posibilidades de hacer astrofotografía eran casi nulas. Por eso tome la decisión de venderlo todo y reenfocar mi afición.

¿Cómo?

En vez de usar un equipamiento propio pase a utilizar uno de alquilado con condiciones excepcionales. Se trata de un telescopio y cámara CCD de altas prestaciones, ubicado en una zona con cielo oscuro y seco y, además, en Siding Spring, Australia; en el cielo austral, lo que comporta un mayor reto y nuevos objetos para mí...

Extraordinario. ¿De qué observatorio se trata?

En un momento determinado, Skype me hace una pequeña mala pasada y la imagen de Josep Maria desaparece unos segundos de mi pantalla, pero su sonido persiste. Tal es su entusiasmo que su discurso desvía las interferencias y me sigue llegando con toda claridad:

Se trata de un observatorio propiedad de uno de los grandes en astrofotografía: Don Goldman y que compartimos al 50% en el tiempo de observación. Esto quiere decir que, teniendo en cuenta las 14-16 horas de diferencia horaria con Australia, puedo estar pendiente del telescopio y optimizar su rendimiento. Se trata de un PlaneWave con diseño Dall-Kirkham de 20 pulgadas a f/6.8 (CDK20). Cuenta, además con un Takahashi TOA130 5” adosado y una cámara CCD Apogee U16M y numerosos accesorios.

Impresionante. Imagino que tendrás establecido un plan de acción para la realización de astrofotografías. ¿Nos lo puedes detallar?

Tengo determinadas 4 etapas diferenciadas: La primera es la selección del objeto del que obtener la imagen. El criterio se basa en tres aspectos: el reto que supone, la existencia de alguna característica especial que quiera detectar y el valor estético del objeto.

¿Y las demás etapas?

La segunda es la planificación. Consiste en determinar el momento del año más adecuado para tomar las imágenes del objeto elegido, pero también la planificación en cuanto al equipo, los filtros a utilizar, la exposición de cada toma, etc. La tercera etapa es la toma de la imagen propiamente dicha. Hay que tener muy en cuenta los filtros a utilizar según los colores y los detalles que queramos detectar.

¿Y el procesado?

Esta es la cuarta etapa. El procesado es muy importante para el resultado final. En imágenes con mosaicos puede ser de hasta 40 horas de trabajo, en otras serían de 15 a 20 horas de trabajo. Eso requiere una gran disciplina y esfuerzo. En astrofotografía nada es una cuestión de simple suerte. El éxito se obtiene tras un esfuerzo considerable.
Es cierto, y eso es válido sea cual sea el equipo del que uno disponga. Obtener de él el máximo rendimiento es el máximo mérito del astrofotógrafo.

Veo que el reto es un aspecto importante para ti; lo has mencionado en la primera etapa del proceso que tienes establecido. ¿Puedes mencionar alguno de los retos que te has planteado?
Josep María se toca la barbilla y se toma algún segundo para reflexionar, pero muy pronto el brillo de sus ojos le delatan: tiene ejemplos muy claros para explicar:

Por ejemplo, me propuse detectar una corriente estelar muy sutil en M83. Es extremadamente débil y no existen imágenes en color de aficionado en las que sea visible. He intentado detectarla usando varios telescopios y finalmente lo logré. Otro reto que me propuse fue el de detectar el movimiento de expansión de los restos de una supernova. Me refiero a la supernova del Lápiz, en Vela. He comparado mis imágenes con otras obtenidas hace décadas y he logrado detectar el movimiento de expansión del gas usando las estrellas de fondo como referencia.

Veo que eres de los astrofotógrafos para los que el reto astrofísico es importante, además del reto estético. Estoy seguro que este hecho enriquece tu afición, estimula tu esfuerzo para superarte y te da una mayor satisfacción cuando logras lo que te propones.

Es cierto. Quiero indicar también que me he propuesto observar objetos cada vez más lejanos. En mi página web https://www.astrodrudis.com expongo las imágenes obtenidas de 17 objetos extremadamente lejanos, hasta la galaxia HUDF92z con un desplazamiento al rojo de z=7.48, es decir, una galaxia cuya luz se ha desplazado durante más de 12.700 millones de años hasta llegar hasta nosotros. Gracias a este proyecto, que he desarrollado con el Sr. C. Sasse, he podido registrar este objeto que es el más lejano detectado por un aficionado.

Bueno, no me queda nada más que decir que felicitarte de nuevo y animarte a seguir.

Este mes le toca el turno de este artículo mensual a una de nuestras colaboradoras con mayor potencial: Gemma Domènech. La primera impresión al conocerla es de que se trata de una joven agradable y un poco tímida, pero detrás de esta imagen existe una mujer activa, fuerte, dinámica y con inquietudes. Posee una gran capacidad de trabajo, tiene sentido común y es capaz de compaginar actividades e intereses diversos, todo ello enmarcado en su pasión por el conocimiento científico y la divulgación.

Gemma tiene 20 años y es estudiante de segundo año de Ciencias Físicas en la Universitat Autónoma de Barcelona. La Astronomía es su pasión pero tiene también otras inquietudes como son la danza y los idiomas. Precisamente está estudiando japonés en una academia y, además del catalán y el español, se defiende bien en inglés y alemán. En definitiva, Gemma es una joya para la Agrupación: una mujer joven y muy activa en la afición que contrasta con el predominio masculino y la edad media de nuestra masa social.

Tuve la ocasión de charlar con ella en una céntrica cafetería y este fue, aproximadamente, el desarrollo de nuestra conversación:

Cuando hablamos de astronomía ¿qué es lo primero que recuerdas del inicio de tu afición?

Hace años viajaba con mi padre por el sur de Francia. Recuerdo una pequeña carretera sin luces desde donde vi un cielo espectacular, con una Vía Láctea impresionante.

¿Ahí empezó tu afición?

Quizás. Yo de siempre he tenido una gran inquietud por la ciencia. Creo que la manera más pragmática de dar respuestas parciales a las preguntas generales es a través de las ciencias.

No pude evitar quedar unos momentos en silencio tras estas palabras. No era un tema baladí. A continuación la reté a profundizar en esta idea:

¿a qué preguntas generales te refieres?

Pues... ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿qué es el Universo? Son preguntas filosóficas que siempre me he hecho.

Y... ¿con la ciencia no podemos responderlas?

Con la ciencia podemos describir el Universo, pero no llegamos a los últimos “por qué”.

Explícamelo –mi interés aumentaba con cada una de sus respuestas y me negaba a cambiar de tema-

Bueno, puedo explicar una metáfora que me contaron. Se trata de un gran jardín muy oscuro. No se ve nada. La ciencia nos permite poner algunas lucecitas y vamos iluminando partes del jardín. Pero todo el conjunto, la visión global y total, aún no es visible.

Aunque eres científica, veo filosofía en tus palabras...

Seguramente tiene algo que ver –más bien mucho- un profesor de Filosofía que me ha marcado para siempre...

Es bueno tener referentes. ¿Puedes mencionar alguno más?

Sí. Richard Feynman –a continuación, con una sonrisa, abre su bolso y me enseña un libro de este autor que está leyendo- Se trata de un físico norteamericano, quizás uno de los más importantes del siglo pasado, al que le dieron el Nobel de Física por sus trabajos en electrodinámica cuántica...

Estas estudiando Ciencias Físicas ¿cómo van tus estudios? ¿cómo los estás completando?

Me va muy bien. Además he tenido experiencias muy interesantes fuera de la Universidad. En un Campus de la Universidad de verano del País Vasco trabajé en el generador de Van de Graaf, un aparato productor de electricidad estática. En el verano de 2012 asistí a un curso de Astronomía en el Cosmocaixa de Madrid, organizado por el CSIC, así como en la Universidad Politécnica de Cartagena otro sobre desarrollo tecnológico en Astronomía...

Vaya, eres una persona activa. No te conformas con las asignaturas de la carrera.

¡Es cierto!, quiero mencionar que pude asistir al festival Starmus en Tenerife. Una fiesta de la astronomía, en el que participó Stephen Hawking, festival que ahora se trasladará a Noruega...

Bueno, en lo que se refiere a la Astronómica, ¿cómo empezó tu vinculación?

Con el trabajo de investigación de bachillerato que lo dediqué a la actividad solar y a su interacción con la magnetósfera. Me orientó Albert Morral y utilicé observaciones en Hidrógeno alfa y en visual obtenidas desde el observatorio de Sabadell. Pero antes ya había participado en encuentros con el grupo de jóvenes. ¡sólo tenía 12 años!

Muy bien ¿y qué tal en la faceta observadora?

Desde mi domicilio en La Floresta o en algunas salidas observo mis objetos preferidos, estrellas binarias y objetos del catálogo Messier. Empecé a simple vista, después con unos prismáticos, a continuación con un pequeño telescopio EXT-80 y ahora con un Schmidt Cassegrain de 8 pulgadas. Me encanta observar.

¿De qué objetos guardas un mejor recuerdo?

De la observación de auroras boreales en un viaje a Finlandia y de la observación de M42, M45...

A continuación, Gemma permanece en silencio unos segundos, mientras yo apuro mi café con leche manteniéndome totalmente a la expectativa. Después añade:

Cuando observas al telescopio, especialmente objetos de cielo profundo, siento que me hago pequeña ante la inmensidad de lo que observamos.

Bueno, contemplamos objetos extremadamente lejanos en el espacio y en el tiempo. Gemma, dime ahora cuáles son tus proyectos de futuro.

En lo que se refiera a la Agrupación quiero continuar mi coordinación del grupo de jóvenes con Marc Torras y en investigación, continuar aprendiendo y aportando en el grupo RR Lyrae. En lo relativo a mis estudios, finalizar mi carrera y continuarla, seguramente fuera de España, quizás, quien sabe, en Japón y me gustaría hacer el doctorado.

Muchas gracias Gemma, un placer tenerte con nosotros. Estoy seguro de que alcanzarás las metas que te propongas. Tienes la fuerza de voluntad y la perseverancia necesarias. Por otra parte, estoy seguro de que cada vez serás una colaboradora más valiosa para la Agrupación.

Este mes nuestro colaborador es un senior con amplia experiencia en la divulgación y que colabora con la Agrupación desde hace muchos años. Su carácter denota una mezcla de humildad, seriedad y rigor y es un conocedor exhaustivo de la actualidad astronómica, especialmente de las últimas novedades en astronáutica, astrofísica y cosmología. Esto no quiere decir que sea únicamente de un “astrónomo de sillón” ya que Miquel compagina su pasión por el conocimiento teórico y el avance de la ciencia, con los vistazos al firmamento, observando los planetas brillantes y la Luna con un telescopio que se construyó él mismo hace años.

Tuve ocasión de charlar con Miquel Alamany en una conocida cafetería del centro de Sabadell y en pocos minutos ya estaba inmerso en su historia profesional y astronómica. En primer lugar mencionar que Miquel es un hombre de RTVE y ya es el segundo que conocemos en la Astronómica ya que hace un par de meses entrevistamos a Ricard Gaju que también invirtió toda su vida profesional en la radiotelevisión:
¿cuáles eran tus funciones en RTVE?

Trabajé durante 39 años en la empresa. Es decir, mis cometidos han ido variando a medida que he adquirido una mayor formación y experiencia. Empecé como técnico de mantenimiento electrónico y acabé siendo realizador de programas de televisión, responsabilizándose de algunos bastante conocidos en esa época, especialmente del área de deportes.

Miquel está orgulloso de su etapa en RTVE pero, es un hombre comedido y humilde, explica sus éxitos como si se tratara de nimiedades. Pero no es así. Detrás de esa imagen se esconde un hombre de exitosa carrera profesional. Me explicó, por ejemplo, su labor de ayudante de realizador durante las olimpiadas de Barcelona de 1992, así como su trabajo en los telediarios o en programas deportivos y en retransmisiones en directo.

Allí conociste a Ricard Gaju…

Cierto, en mi opinión, en aquellos años era el hombre que más sabía de microondas en todo el país. Aprendí mucho de él.

¿Cómo surgió tu afición a la astronomía?

Me hacía preguntas sobre el Universo y tenía interés en la observación astronómica.  Sabía que había varias asociaciones y en el momento que me mudé a Sabadell decidí hacerme de la Astronómica.

Y ¿cómo creció tu afición?

Pues fue de la mano de personas que sabían mucho más que yo y de las que aprendí mucho: Josep M. Oliver, Josep M. Gómez, Raimon Reginaldo, Ricard Cases,  Carles Schnabel, Emili Capella…

Son todos históricos que continúan muy activos…

Recuerdo especialmente a Carles y Emili que me enseñaron a usar el telescopio, a orientarlo y a buscar objetos interesantes en los campos de observaciones. Pero también quiero aprovechar para hacer un homenaje a alguien que no debería quedar olvidado. Una gran persona que hizo mucho por la Agrupación hasta su prematuro fallecimiento: Emili Giménez Robles.

Su recuerdo quedará por escrito en esta entrevista…

Fue un colaborador muy activo, recuerdo, por ejemplo, que construyó un abrigo para uno de los telescopios de la Agrupación que estaba sito en la terraza, cuando la Astronómica tenía su local social en la Obra Cultural de Caixa Sabadell.

De esto ya hace bastantes años… ¿Cuál era tu colaboración con la entidad en esos años?

Mi primera colaboración fue con algunas traducciones del inglés de algunas notas de actualidad que se publicaron en las antiguas “Circulares Informativas”. Después empecé a colaborar en alguna de las conferencias organizadas por la Agrupación. Eran los años de las sondas Voyager y Pioneer.

¿Cómo se vivió en la Agrupación las primeras imágenes de Júpiter y Saturno “de cerca”?

Fue muy emocionante. Especialmente por el hecho de que lo que nos mostraban era lo que Josep M. Gómez, Raimon Reginaldo y muchos otros socios de la Agrupación habían dibujado durante años. Confirmaron los trabajos realizados por los aficionados. Y lo mismo pasó con las imágenes de Saturno, confirmando los dibujos de Agustín Sánchez Lavega y de otros socios…

¿Y las conferencias?

Me interesé mucho por la hipótesis de que la extinción de los dinosaurios fue debida a la caída de un asteroide o un cometa. Hice una conferencia en la Agrupación sobre este tema, y meses después, desde el Museo de Paleontología me pidieron que la hiciera de nuevo en su sede. Era un tema polémico ya que otras teorías más convencionales achacaban la desaparición a cambios en el ecosistema. Posiblemente las dos causas confluyeron para precipitar la extinción.

Miquel explica sus vivencias como un paciente profesor explicaría una lección a sus alumnos. Con claridad, simplicidad, ejemplos claros, buena documentación y rigor. Yo no he podido asistir aún a ninguna de sus conferencias pero espero hacerlo pronto…

Uno de tus temas favoritos es la Astronáutica…

Es verdad, hice también una conferencia sobre la estación espacial MIR y sobre los problemas del telescopio espacial Hubble…

¿Y en lo que se refiere a la observación astronómica y la astrofotografía?

Me inclino por la observación visual. Hace bastantes años la Agrupación editó un número de “Astrum” monográfico con instrucciones prácticas para construirse un telescopio, un Newton de 20 cm con una montura ecuatorial sencilla. Me lo construí y adquirí a Josep Costas el espejo.

¿Qué es lo que has observado que te haya impactado más?

En Castellar del Vallés, donde resido, las posibilidades de observación son limitadas debido a la contaminación lumínica, pero disfruto mucho de la Luna y de los planetas brillantes. Recuerdo una visión impresionante de Saturno, a gran aumento, en una noche de cielo muy estable. También recuerdo mis retos con las estrellas dobles: intentar desdoblarlas o detectar sus colores. Pero la observación de la que estoy más orgulloso es otra…

Vaya… ¿Cuál?

Pude observar el cometa Halley… ¡a simple vista!

Pues tiene su mérito porque la aparición de 1986 no fue muy favorable para la observación… y el 2061, cuando regresará, nos pilla un poco lejos… Bueno, explica a los lectores cuáles son tus otras aficiones.

Me gusta el cine. Mis preferencias son, como director, Alfred Hitchcock y como película, aunque no es de este director, “2001 Una Odisea del Espacio”. Me gusta hacer montajes de vídeo y la música de prácticamente todos los estilos, pero si tengo que elegir una pieza no puedo dudarlo: la "9ª sinfonía" de Beethoven.

¿Cuáles son tus proyectos de futuro?

Mi interés se centra en seguir colaborando con la Agrupación en lo que se tercie, especialmente en lo que se refiere al análisis y resumen de la actualidad astronómica.

¿Cuáles son las noticias más importantes del momento?

Sin duda la detección de las ondas gravitacionales. También ha tenido un gran impacto el descubrimiento del planeta Próxima b por el equipo del catalán Guillem Anglada.

Una última pregunta: Cómo nos has explicado, para realizar estos resúmenes para Astrum tienes que documentarte, resumir y meditar. ¿Destacarías alguna reflexión desde tu análisis de la Astrofísica y Cosmología actuales?

Sí. En el Universo lo más grande siempre está ligado a lo más pequeño…

Es verdad. ¡Muy cierto y muy claro!

En la Astronómica tenemos colaboradores de todas las edades. Si el mes pasado tuve una animada entrevista con Ricard Gaju, uno de nuestros colaboradores más seniors, ahora le toca el turno a Marta, quizás la más joven. Uno de los orgullos de la Agrupación es contar con un grupo de jóvenes activo y disponer de colaboradores jóvenes que compaginan entusiasmo y un gran potencial. Este es el caso, ente otros, de Anna Fabregat y Marc Torras que entrevisté hace unos meses y ahora Marta Rodríguez, un ejemplo más de esta nueva generación de colaboradores de los que oiremos hablar  y que seguiremos muy de cerca.
 

Marta es estudiante de Ciencias Físicas, pero más allá del tema académico es una auténtica entusiasta de la Ciencia. Además, lejos de encerrarse en una introspección teórica, le gusta el contacto con la gente y le fascina la posibilidad de divulgar. Se le nota su satisfacción cuando explica un concepto físico, para muchos incomprensible, pero no difícil de explicar para ella. Y esto no es fácil porque requiere una comprensión a fondo del concepto, un dominio del lenguaje y capacidad para empatizar e interaccionar con el otro, todo ello para enseñar y entusiasmar; es decir, para divulgar. Esto es un arte y no una ciencia y pocos tienen esa habilidad que Marta sí posee. Quizás ella no lo sabe aún, pero esto es un tesoro valioso.

Tuve la ocasión de charlar con Marta hace pocas semanas en la biblioteca de la Astronómica y esto es lo que me contó:
¿Cómo tomaste la decisión de estudiar Física?

Creo que fue por mi profesor de Ciencias en 4º de ESO. Consiguió despertar mi interés por la ciencia. También ayudó que toda clase asistiéramos a una conferencia sobre un tema colateral (la basura espacial) y que la matemáticas no fueran un problema para mí. Todo ello estimuló mi curiosidad hacia la física.

Escuchaba a Marta a la vez que recordaba que también fue un profesor de Bachillerato el que me estimuló para estudiar mi carrera. Absorto, me pregunté en ese momento cuantas vocaciones científicas pueden haberse perdido por la ausencia de un profesor de Instituto que catalizara esa motivación potencial en una sólida pasión…

Y ahora ¿cuáles son tus áreas de interés en la física?

Me tiene alucinada la física cuántica. Hay un futuro enorme allí. Cada vez que aprendo más sobre ella la entiendo menos, pero es un camino apasionante y nuevo. Además, me chiflan las ondas gravitacionales, los agujeros negros y, en general, la Cosmología –Marta lo explica con entusiasmo y con una amplia sonrisa.

Para ello se necesita un buen dominio de las matemáticas…

Son imprescindibles para estudiar física, pero para mí las matemáticas son un instrumento para llegar a profundizar en la física y no tanto un objetivo en sí mismas…

Lógicamente, estás muy centrada en tus estudios. ¿Cuáles son tus proyectos en este ámbito?

En primer lugar tengo en fase inicial mi proyecto de fin de grado, sobre los átomos de Rydberg, utilizando simulaciones por ordenador. El proyecto lo estoy desarrollando con la tutela del profesor Jordi Mompart. Después tengo que ir pensando en el master, que seguramente será de fotónica y me gustaría hacer el doctorado.

Es decir, tu interés profesional pasaría por trabajar en la Universidad…

Ojalá fuera así, aunque es muy difícil. Me gusta enseñar, pero a personas que tengan motivación para aprender y que les guste la Física. Me encanta la divulgación.

Marta se expresa con facilidad y fluidez; le pone entusiasmo. Le pedí que me contara qué son los átomos de Rydberg y pude ver como sus ojos adquirían un brillo especial mientras se esforzaba en hacérmelo comprender. Los míos, seguramente, eran como platos ya que sólo entendí una parte de lo que me explicó.

En lo que se refiere a la astronomía observacional ¿Cuáles han sido tus primeros pasos?

Tengo un pequeño anteojo azimutal, pero es tan sencillo que sólo puede verse bien La Luna. Pero donde he disfrutado ha sido con mi cámara Canon 1100 D sobre un trípode. He tomado imágenes de varias constelaciones y en una se aprecia muy bien la Vía Láctea.

Y ¿Cuáles van a ser tus próximos pasos?

Estoy intentando ahorrar para adquirir un telescopio… o puede que mis padres me lo regalen.

Ya sabes que mientras tanto tienes a tu disposición los telescopios de la Agrupación.

¡Claro!

Marta no se conforma con la física que se aprende en la Facultad; además es una lectora empedernida y aprovecha las oportunidades para adquirir formación adicional. Busca las oportunidades, no las espera sentada, desafiando los que dicen que los jóvenes son pasivos y que buscan sólo lo fácil.  Así nos contó sus estancias científicas de los últimos veranos:

Hace dos veranos hice una estancia de dos semanas en el Institut de Tècniques Energètiques de la Universitat Politècnica de Catalunya. Con mi tutor, Jordi Llorca,  separamos distintos componentes de varios meteoritos y pudimos hipotetizar sobre su origen. Una experiencia muy interesante.

¿Cómo pudiste acceder a esta estancia?

Me la concedieron como premio a mi trabajo de investigación de bachillerato que trató sobre “Equilibrio líquido/vapor en sistemas binarios” –la sonrisa de Marta era indicativa de su satisfacción por ello y no es para menos...

¿Alguna otra experiencia de interés fuera de la Universidad?

Sí. Este último verano hice otra estancia, en este caso en el Institut d’Estudis de l’Espai, bajo la supervisión de Ignasi Ribas. Pude trabajar en espectrografía estelar haciendo tratamiento de la información y también pude practicar con cámaras CCD. Finalmente, indicar que he podido hacer una visita al CERN, de tres días, en la que pude admirar esta extraordinaria instalación.

Bien, una barbaridad… estas experiencias son un diferencial que te destaca sobre otros estudiantes no tan activos y enriquece tu currículum. Te felicito. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Además de mis estudios, quiero crecer como divulgadora. Por esto valoro mucho mi experiencia en la agrupación y espero seguir colaborando con Astrum y en la confección e impartición de cursos, al lado de Albert Morral, ayudándole en lo que pueda y aprendiendo de él.

Magnífico, pero creo que la realidad es que podemos aprender de ti.