ASTRONÓMICA

DE SABADELL

Acceso Socios

Login

Nº de Socio
Contraseña *
Recordarme

¡Atención! Este sitio usa cookies y tecnologías similares.

Si no cambia la configuración de su navegador, usted acepta su uso. Saber más

Acepto

Una cookie es un pequeño fragmento de texto que los sitios web que visitas envían al navegador y que permite que el sitio web recuerde información sobre tu visita, como tu idioma preferido y otras opciones, lo que puede facilitar tu próxima visita y hacer que el sitio te resulte más útil. Las cookies desempeñan un papel muy importante, ya que sin ellas el uso de la Web sería una experiencia mucho más frustrante.

 

Para hacer que no vuelva a aparecer este mensaje, puede aceptar el uso de las cookies o bien debe configurar su navegador para que no acepte de forma predeterminada. A continuación les mostramos como hacerlo con los principales navegadores:

 internet explorer 10 logopng Google Chrome logo   Firefox-logo

Gracias por su atención.

JosepMariaDrudisEs muy oportuno que este mes elijamos como colaborador de la Agrupación a Josep María Drudis. En pocas semanas ha vivido dos éxitos en su pasión por la astrofotografía. El primero es muy importante ya que la web de la NASA, “Astronomy Picture of the Day” (APOD) ha elegido una de sus fotografías como imagen del día, concretamente la del 8 de noviembre de este año. La imagen, que el mismo Josep María Drudis comenta en estas páginas, es una espectacular vista de la nebulosa de la Tarántula con un detalle y color sorprendentes, que dan brillantez a la nebulosa a la vez que le hace ganar en realismo. En segundo lugar, el concurso que anualmente organiza la Agrupación para elegir la imagen del calendario que remitimos a los socios, también ha recaído en otra de sus fotografías, en este caso de una área de la zona de Eta Carinae.

Estos premios no han sorprendido a ningún astrofotógrafo de la Astronómica toda vez que hace ya bastante tiempo que Josep María nos tiene mal acostumbrados con sus imágenes sorprendentes. Unos cuantos estamos pendientes de “lo que llega de Filadelfia” (donde reside actualmente) y solemos comentar en pequeño comité sus imágenes (“esta vez se ha pasado, ¿has visto su imagen de...?”). Pero, obviamente, la afición de Josep María Drudis viene de lejos y tiene muchas cosas que explicarnos. Por ello, hemos optado por entrevistarle ya y no esperar uno de sus viajes a Barcelona. Mediante “Skype” tuve la oportunidad de charlar con él desde el otro lado del Atlántico, mientras él esperaba la comida y yo la cena, conversación que, de forma aproximada, se desarrolló de la siguiente forma:

Antes de hablar de Astronomía, para situarnos un poco, danos unas breves pinceladas de tu vida profesional... ¿cuáles son tu formación de base y tu profesión?

Soy Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Barcelona, pero mi profesión, si bien es cierto que empezó como Químico, ha evolucionado hasta puestos de dirección general en empresas del sector químico, metalúrgico y hospitalario...

Actualmente resides en Filadelfia, Estados Unidos ¿Por qué te mudaste?

Yo estoy jubilado y mi esposa tuvo una interesante oferta profesional en Filadelfia, que decidimos aprovechar. La verdad es que estamos muy cómodos en esta magnífica ciudad, aunque, eso sí, es imposible hacer astrofotografía con este cielo...

Bueno, de esto hablaremos después pero dime antes, ¿de dónde surgió tu afición a la astronomía?

Debemos remontarnos a mi infancia. Residía en Argentina por motivos de la profesión de mi padre. Fue él quien me mostraba el cielo austral, donde sólo podía reconocer la constelación de Orión. Mi padre usaba el nombre popular del Cinturón de Orión “las tres Marías”, constelación que era la única visible desde allí que él podía recordar del cielo de Cataluña. A los 13 años regresamos a Barcelona y a mi manera ya había adquirido una estima especial por la astronomía.

Para que esa inquietud de niño se consolidara en una sólida afición debieron pasar “cosas”.

En efecto. Por ejemplo: mi padre me regaló un libro que me influyó y que sigo guardando como un recuerdo importante para mí.

Josep María se levanta y desaparece de la pantalla de mi ordenador. En esos segundos presto atención a la amplia y confortable habitación en la que se encuentra, llena de libros y posters de astronomía. Josep aparece de nuevo con un libro en las manos y no puedo evitar cierta emoción al verlo. ¡Es el mismo que mis padres me regalaron a mí! con él pasé muchas horas, hojeándolo y leyéndolo y lo llevaba conmigo al tejado cuando me familiarizaba con las constelaciones...

¡Yo también tengo este libro!

Es la “Guía de Campo de las estrellas y los planetas de los hemisferios norte y sur” de Donald H. Menzel: una fuente de inspiración para mí. Lo usé muchísimo –me enseña el libro, muy usado y repleto de notas en los mapas de las constelaciones...

¡Vaya!... y que otros catalizadores hicieron de un químico un astrónomo aficionado?

Esos años conseguí una calculadora programable Texas Instruments 58 que aún conservo no sé dónde. ¡Con ella pude calcular la posición de los planetas!

Y en lo que se refiere a la observación astronómica ¿Cuál fue tu primer telescopio?

No lo adquirí hasta bastantes años después, cuando tenía unos 30 años: un Schmidt-Cassegrain de 8 pulgadas con montura ecuatorial de horquilla que me dio muchas satisfacciones tanto en visual como en mis primeros intentos de astrofotografía. Era el típico telescopio de esa época, con el popular tubo de color naranja.

Ese telescopio es hoy uno de los portátiles de la Astronómica.

¡Es verdad! Tiene una buena óptica y me dio un gran rendimiento. Después lo sustituí por su hermano mayor, otro Schmidt-Cassegrain, este de 11 pulgadas, con montura ecuatorial alemana. Lo instalé fijo en mi casa de Corbera con un techo corredero. Con esta instalación me emplee a fondo en astrofotografía.

La astrofotografía con una focal más bien larga es muy exigente. Tu curva de aprendizaje seguro que se estresó durante esos años.

Cierto, esos años aprendí gran parte de lo que hoy conozco.

Vamos a recordar más vivencias de los primeros años ¿qué observaciones visuales o astrofotografías recuerdas de esa época?

Cosas entrañables. Mi primera imagen con el Celestron 8 fue una fotografía química de Plutón y poco después del quásar 3C273 y mi observación visual más espectacular fue ver las manchas oscuras provocadas por el cometa Shoemaker-Levy al chocar con Júpiter.

Son vivencias significativas. Ya nos dice mucho de ti que tus primeras imágenes fueran de Plutón y de un quasar, ... Cuando os mudasteis a Filadelfia ¿Qué hiciste con todo tu equipo?

Lo vendí. Por ejemplo, la CCD Finger Lakes la tiene ahora la Agrupación y el telescopio un compañero de afición. El traslado del equipo a Estados Unidos era problemático y al vivir en el centro de una gran ciudad, las posibilidades de hacer astrofotografía eran casi nulas. Por eso tome la decisión de venderlo todo y reenfocar mi afición.

¿Cómo?

En vez de usar un equipamiento propio pase a utilizar uno de alquilado con condiciones excepcionales. Se trata de un telescopio y cámara CCD de altas prestaciones, ubicado en una zona con cielo oscuro y seco y, además, en Siding Spring, Australia; en el cielo austral, lo que comporta un mayor reto y nuevos objetos para mí...

Extraordinario. ¿De qué observatorio se trata?

En un momento determinado, Skype me hace una pequeña mala pasada y la imagen de Josep Maria desaparece unos segundos de mi pantalla, pero su sonido persiste. Tal es su entusiasmo que su discurso desvía las interferencias y me sigue llegando con toda claridad:

Se trata de un observatorio propiedad de uno de los grandes en astrofotografía: Don Goldman y que compartimos al 50% en el tiempo de observación. Esto quiere decir que, teniendo en cuenta las 14-16 horas de diferencia horaria con Australia, puedo estar pendiente del telescopio y optimizar su rendimiento. Se trata de un PlaneWave con diseño Dall-Kirkham de 20 pulgadas a f/6.8 (CDK20). Cuenta, además con un Takahashi TOA130 5” adosado y una cámara CCD Apogee U16M y numerosos accesorios.

Impresionante. Imagino que tendrás establecido un plan de acción para la realización de astrofotografías. ¿Nos lo puedes detallar?

Tengo determinadas 4 etapas diferenciadas: La primera es la selección del objeto del que obtener la imagen. El criterio se basa en tres aspectos: el reto que supone, la existencia de alguna característica especial que quiera detectar y el valor estético del objeto.

¿Y las demás etapas?

La segunda es la planificación. Consiste en determinar el momento del año más adecuado para tomar las imágenes del objeto elegido, pero también la planificación en cuanto al equipo, los filtros a utilizar, la exposición de cada toma, etc. La tercera etapa es la toma de la imagen propiamente dicha. Hay que tener muy en cuenta los filtros a utilizar según los colores y los detalles que queramos detectar.

¿Y el procesado?

Esta es la cuarta etapa. El procesado es muy importante para el resultado final. En imágenes con mosaicos puede ser de hasta 40 horas de trabajo, en otras serían de 15 a 20 horas de trabajo. Eso requiere una gran disciplina y esfuerzo. En astrofotografía nada es una cuestión de simple suerte. El éxito se obtiene tras un esfuerzo considerable.
Es cierto, y eso es válido sea cual sea el equipo del que uno disponga. Obtener de él el máximo rendimiento es el máximo mérito del astrofotógrafo.

¿En qué consiste tu colaboración con la Astronómica?

En el año 2013 la Agrupación, a través de Ángel Masalle y de Albert Morral, me propuso reactivar las actividades del grupo de Astrofotografía. Fue un trabajo muy gratificante que impulsé con otras personas, entre ellas Manel Polanco, Aleix Puig y Albert Moncada, actual coordinador del grupo. Desde Filadelfia, sigo colaborando con el grupo, especialmente a través del foro de astrofotografía de la Agrupación y conectándome vía Skype en sus reuniones cuando me es posible. Por otra parte, voy a iniciar en breve una colaboración periódica sobre Astrofotografía en “Astrum” y en la web de la Agrupación.

En què consisteix la teva col·laboració amb l'Astronòmica?

L'any 2013 l'Agrupació, a través d'Angel Masallé i d'Albert Morral, em va proposar reactivar les activitats del grup d'Astrofotografia. Va ser un treball molt gratificant que vaig impulsar amb altres persones, entre elles Manel Polanco, Aleix Puig i Albert Moncada, actual coordinador del grup. Des Filadèlfia, segueixo col·laborant amb el grup, especialment a través del fòrum d'astrofotografia de l'Agrupació i connectant-me via Skype en les seves reunions quan m'és possible. D'altra banda, iniciaré en breu una col·laboració periòdica sobre Astrofotografia en "Astrum" i a la web de l'Agrupació.

Veo que el reto es un aspecto importante para ti; lo has mencionado en la primera etapa del proceso que tienes establecido. ¿Puedes mencionar alguno de los retos que te has planteado?
Josep María se toca la barbilla y se toma algún segundo para reflexionar, pero muy pronto el brillo de sus ojos le delatan: tiene ejemplos muy claros para explicar:

Por ejemplo, me propuse detectar una corriente estelar muy sutil en M83. Es extremadamente débil y no existen imágenes en color de aficionado en las que sea visible. He intentado detectarla usando varios telescopios y finalmente lo logré. Otro reto que me propuse fue el de detectar el movimiento de expansión de los restos de una supernova. Me refiero a la supernova del Lápiz, en Vela. He comparado mis imágenes con otras obtenidas hace décadas y he logrado detectar el movimiento de expansión del gas usando las estrellas de fondo como referencia.

Veo que eres de los astrofotógrafos para los que el reto astrofísico es importante, además del reto estético. Estoy seguro que este hecho enriquece tu afición, estimula tu esfuerzo para superarte y te da una mayor satisfacción cuando logras lo que te propones.

Es cierto. Quiero indicar también que me he propuesto observar objetos cada vez más lejanos. En mi página web https://www.astrodrudis.com expongo las imágenes obtenidas de 17 objetos extremadamente lejanos, hasta la galaxia HUDF92z con un desplazamiento al rojo de z=7.48, es decir, una galaxia cuya luz se ha desplazado durante más de 12.700 millones de años hasta llegar hasta nosotros. Gracias a este proyecto, que he desarrollado con el Sr. C. Sasse, he podido registrar este objeto que es el más lejano detectado por un aficionado.

Bueno, no me queda nada más que decir que felicitarte de nuevo y animarte a seguir.