ASTRONÓMICA

DE SABADELL

Acceso Socios

Login

Nº de Socio
Contraseña *
Recordarme

¡Atención! Este sitio usa cookies y tecnologías similares.

Si no cambia la configuración de su navegador, usted acepta su uso. Saber más

Acepto

Una cookie es un pequeño fragmento de texto que los sitios web que visitas envían al navegador y que permite que el sitio web recuerde información sobre tu visita, como tu idioma preferido y otras opciones, lo que puede facilitar tu próxima visita y hacer que el sitio te resulte más útil. Las cookies desempeñan un papel muy importante, ya que sin ellas el uso de la Web sería una experiencia mucho más frustrante.

 

Para hacer que no vuelva a aparecer este mensaje, puede aceptar el uso de las cookies o bien debe configurar su navegador para que no acepte de forma predeterminada. A continuación les mostramos como hacerlo con los principales navegadores:

 internet explorer 10 logopng Google Chrome logo   Firefox-logo

Gracias por su atención.

Carles Labordena

Nuestro colaborador de este mes, Carles Labordena, es un socio “histórico” que muchos conocemos personalmente por sus visitas a Sabadell, sobre todo en las Convenciones de Observadores. Otros muchos le conocen por leer sus escritos en “Astrum” sobre lo que es su pasión astronómica principal: los cometas. Pero de Carles podemos decir muchísimo más…

Si hay algo que le caracteriza es su entusiasmo por la observación. Nos referimos a la observación en mayúsculas y de ámbito generalista. Pero no es que sus trabajos por ser diversos sean superficiales. Carlos Labordena es un observador constante al cien por cien. Su objetivo fundamental es el seguimiento detallado y en visual de cometas y estrellas variables, pero también disfruta de los planetas, la Luna, las ocultaciones, el cielo profundo, las estrellas dobles, la observación solar, los eclipses… No se le escapa nada del firmamento. Su observación es casi siempre visual por lo que quizás alguien podría pensar: “claro, por su veteranía es poco dado a innovar en su forma de trabajar”. Nada más lejos de la realidad. Carles Labordena hace buenas fotografías con cámara DSLR y con cámara CCD y efectúa mediciones astrométricas y fotométricas de cometas. Lo que sucede es que dónde realmente disfruta es en la observación visual y por ello hace bien en invertir en ella la mayor parte de su tiempo astronómico, sin desmerecer su interés adicional por las técnicas hoy más de moda.

Hace unos días mantuve una entrevista telefónica con él que paso a transcribir a continuación.

¿Cómo empezó tu afición?

De niño vivía en Barcelona y estaba abrumado por la carrera espacial. Acudía a una biblioteca de mi barrio y empecé a leer un libro que me fascinó: “Astronomía Popular” de Camille Flammarion.

Y ¿cómo saltaste a la observación?

Tenía una gran curiosidad. En una óptica del barrio me proporcionaron unas lentes  y un ocular sencillo. Con un tubo de cartón me construí un anteojo precario... de hecho ¡decir precario es poco! Observaba desde una ventana de mi piso donde apenas podía ver la zona norte del firmamento. Ahí empezó todo.

Un poco precario, pero propio de la época y del empezar con medios muy limitados.

Creo que esto refuerza la afición y vives con más ilusión los retos de observación que vas alcanzando. Unos años después me hice socio de la Agrupación y fue entonces cuando adquirí un telescopio al que le saqué mucho jugo: un reflector “Tasco” de 115mm de abertura.

Eso era un clásico en esa época…

Observé planetas… sobre todo Júpiter y Marte cuyos bocetos enviaba a la agrupación, a Josep María Gómez. También empecé a disfrutar con el seguimiento de estrellas variables, con unos prismáticos.

Y después ¿qué pasó?

Hubo un paréntesis de índole profesional y familiar. Acabé mis estudios de Medicina y la especialidad de Pediatría. Encontré trabajo en Castellón donde fijé mi residencia y donde crié mis dos hijos.

Estos paréntesis son normales en muchos aficionados a la astronomía… pero tú eres médico y sabes bien que si alguien está infectado, la enfermedad puede aparecer de nuevo…

Ja, ja, ja. Es verdad. Plenamente integrado en Castellón, adquirí un Celestron de 8 pulgadas, telescopio que me está rindiendo de forma extraordinaria y continué con mis observaciones. Empecé a disfrutar de la observación de cometas.

Sin embargo, los prismáticos no los tenías olvidados…

Claro que no. De hecho es el instrumento que más uso, sea con los cometas o con las estrellas variables. Posteriormente adquirí un Celestron de 9 pulgadas y cuarto, pero el de 8 pulgadas, más fácil de transportar, sigue siendo el telescopio que uso con mayor frecuencia.

Seguías en contacto con nosotros en Sabadell, pero tuviste la fortuna de encontrar aficionados a la astronomía en Castellón.

Es cierto que la observación en soledad puede ser interesante pero su valor se multiplica mucho más si la puedes compartir con compañeros de afición. Me hice socio de la Sociedad Astronómica de Castellón con la que colaboro a menudo. Hacemos salidas de observación frecuentes, buscando buenos cielos que encontramos no muy lejos de Castellón.

Pasemos a los cometas… ¿de dónde surgió el interés por estos astros?

Viene de lejos. Por ejemplo, de mi primer cometa. Quedé asombrado en los años 70 con el cometa Kohoutek. Su larga cola me fascinó y eso que no alcanzó ni de lejos las expectativas que había creado.

Buff… yo también lo disfruté desde Sabadell…

Pero esto no fue nada comparado con el Hale-Bopp y con la larguísima cola del Hyakutake… a partir de ahí mis observaciones de cometas han sido constantes.

¿Qué observas en un cometa?

Su magnitud, características, mido la cola, la cabellera, etc. Las mediciones las remito a la Agrupación Astronómica de Sabadell y al ICQ, a la LIADA, a la BAA, a un observador japonés especializado llamado Yoshida y a la lista de correo “cometas-obs” que hace una importante labor de coordinación.

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Participo en las distintas campañas de observación, pero mi colaboración principal es la coordinación de las observaciones de cometas. Escribo bimensualmente un artículo en Astrum sobre estos objetos y hago el resumen de las observaciones obtenidas que presento en cada Convención de Observadores.

¿Y en lo concerniente a las estrellas variables?

Mis mediciones van a la AAVSO además de enviarlas a la Astronómica.

Si tuvieras que mencionar las observaciones que más te han impresionado ¿Cuáles destacarías?

En lo que se refiere a los cometas, sin duda me impactaron los de la década de los 90: Hyakutake y Hale Bopp, realmente impresionantes, aunque he disfrutado de muchísimos más. También destaco los eclipses totales de sol que pude observar en mis viajes a Hungría, Turquía y China.

Carlos Labordena se mantiene en silencio unos segundos, parece dudar entre varios objetos más, hasta añadir finalmente:

…y la ocultación rasante de de Aldebaran por la Luna…

En definitiva… ¿qué te fascina de la observación astronómica?

La posibilidad de detectar cambios; variaciones en los objetos, sea en los cometas como en las estrellas variables o en las superficies planetarias…

Creo que un auténtico especialista de la observación puede aportar mucho. No sólo con tu observaciones. También en aconsejar a los nuevos. ¿Qué consejos les darías?

En primer lugar que se hiciera socio de una asociación de observadores, como las de Sabadell o la de Castellón. Observar en compañía es muy gratifícate y te permite aprender mucho de los demás y acortar la curva de aprendizaje. Creo que hay que empezar con unas cartas celestes, observando a simple vista y con unos prismáticos. No es bueno querer ir demasiado deprisa. Es mejor dejar las técnicas fotográficas y los programas informáticos para más adelante. Ya llegaran, pero es bueno consolidar una buena base.

Buenos consejos, aunque hoy parece que muchos se inician con los telescopios informatizados como primer instrumento… Por cierto, ¿Cuáles son tus proyectos ce futuro?

Me gustaría ensayar el seguimiento de variables con CCD y filtros. Pero lo que me gusta es seguir observando visualmente.

Muchas gracias, ha sido un placer hablar contigo: un observador de pies a cabeza.