ASTRONÓMICA

DE SABADELL

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Vicenç FerrandoEl origen de la afición a la astronomía en nuestros colaboradores es tan diverso como su perfil humano y sus preferencias en la afición. Lo hemos visto en cada una de las entrevistas publicadas en ASTRUM. En el caso de nuestro colaborador de este mes, Vicenç Ferrando, por ejemplo, su afición se originó a partir de la otra pasión de su vida: el mar. Esto fue lo que más me sorprendió en la entrevista que mantuve con él en el recinto de los Observatorios de la Agrupación en el Montsec, en el interior de su observatorio, charla que paso a transcribir a continuación:

¿Dónde está la conexión entre la astronomía y el mar?

En mi niñez y adolescencia no había una clara relación: me apasionaba el mar, primero haciendo remo y después vela. Pero esta conexión apareció con mis estudios de náutica.

¿A qué estudios te refieres?

En mi juventud acudí a la Escuela Oficial de Náutica para obtener el título de Capitán de Yate y a partir de ahí profundicé en mecánica celeste, astronomía de posición, etc.

Todo ello para ser capaz de determinar la posición en el mar con la ayuda de los cuerpos celestes...

Exacto. Aunque en el mar, en la mayor parte de los casos, lo que usamos es el Sol, pero durante la noche podemos utilizar también las estrellas o la Luna, aunque en estos casos es mucho más difícil determinar los ángulos al no apreciarse claramente el horizonte. —Vicenç
lo explica con un brillo especial en los ojos.

Con lo fácil que es hoy con un GPS...

Pero es mucho más romántico con un sextante y, además, nos permite aprender sobre mecánica celeste... la gran olvidada de muchos aficionados a la astronomía.

A continuación, rodeados de telescopios y de decoración astronómica en su bien cuidado observatorio, Vicenç me explicó brevemente sus salidas al mar navegando a vela con sus amigos de la cofradía de la que es miembro. Finalmente retomamos la temática astronómica:

Después de tus estudios náuticos, ¿cómo evolucionó la afición?

El estudio de la mecánica celeste estimuló mi curiosidad. A principios de la década de los noventa, creo que fue en 1993, acudí a un curso de Introducción a la Astronomía que se celebró en el Museu de la Ciència. ¡Lo impartió Josep M. Oliver! y no tardé en hacerme socio de la Agrupación Astronómica de Sabadell…

¿Cuáles fueron tus primeros pasos en la Astronómica?

Lo primero fue seguir con los cursos; creo que los hice todos. Después adquirí un telescopio Schmidt-Cassegrain de 20 cm con montura alemana y empecé a introducirme en el mundo de la observación.

¿Desde dónde observabas?

Primero desde Barcelona o desde Lloret de Mar, donde tenía una segunda residencia. Pero pronto me convertí en un asiduo de los Campos de Observación de la Agrupación: y los motivos eran la búsqueda de cielos oscuros y la posibilidad de compartir experiencias con amigos observadores.

Recuerdo bien esa época; creo que te especializaste en astrofotrografía.

Eso fue después. Primero hice visual en exclusiva y la fotografía apareció gradualmente, primero química y mucho después digital y CCD.
  —A continuación Vicenç permaneció unos segundos en silencio, parecía estar recordando esa época tan especial. Después se frotó la cara y continuó, con la voz algo quebrada por la emoción:

Participé en muchos campos de observación en Sant Martí Sesgaioles, Su, Montjoia, etc... recuerdo el frío intenso y las dificultades para obtener imágenes, sin poder despegar el ojo del ocular reticulado para conseguir una fotografía con estrellas puntuales; pero las satisfacciones en estas salidas eran muchas…

Fue una época dorada de los campos de observación que culminaron con los que se organizaron en Àger...

En efecto, en uno de ellos reunimos unos 40 telescopios y en el siguiente, bastantes más. Por otro lado, empezó a organizarse el proyecto de los Observatorios de la Agrupación en el Montsec. Liderado por Miguel Guillén, con Carlos González, Dídac Cánovas y yo mismo, y con la colaboración imprescindible de muchos más, se pudo llevar a cabo con éxito este proyecto singular.

Parece que fue ayer y han pasado más de diez años... ¿Cómo fue tu evolución tecnológica desde el ojo pegado al ocular reticulado?

En estos años ha evolucionado radicalmente la tecnología para el aficionado y su coste también se ha reducido sensiblemente. Mi primer paso fue adquirir una cámara ST4 de segunda mano para el seguimiento astrofotográfico.

También cambiaste de telescopio...

Es cierto, y ¡dos veces más! Primero adquirí un Takahashi CN212 sobre una montura Losmandy G11. Este telescopio compaginaba dos configuraciones: Cassegrain (f/12,4) y Newton (f/3,9). Recuerdo la imagen impresionante de M 13  desde la cima del Montsec con este instrumento: un espectáculo nunca igualado.

Pero no parece que quedaras  satisfecho del todo ya que cambiaste de nuevo...

Era un telescopio sensacional, pero opté por un cambio definitivo. Adquirí una pieza de alto rendimiento: un tubo astrógrafo Ritchey-Chrétien GSO de 300 mm a f/8 sobre una montura AstroPhysics 1200GTO. Todo ello, una vez ajustado, confiere al conjunto una alta fiabilidad.

 

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Mi colaboración con la Agrupación ha sido larga en el tiempo e intensa. He sido miembro de la Junta Directiva durante más de diez años. Recuerdo, en este sentido, mi coordinación y el impartir talleres. Actualmente mi soporte es más puntual, como colaborador de ASTRUM. En los últimos años he sido el redactor de la sección dedicada a la descripción de las constelaciones, sección que he finalizado recientemente ¡al agotar todas las que hay visibles desde el hemisferio norte! Es decir, sigo siendo un colaborador activo de la Agrupación.

 

Con tantos años de observaciones, ¿cuál ha sido la que más te ha impresionado, además de la de M 13 que has comentado?

Pues la magnificencia del cometa Hale-Bopp y los dos tránsitos de Venus —contesta rápidamente a la vez que limpia con un paño una mancha inapreciable del impresionante tubo que me acababa de describir.

Y fuera de estos acontecimientos puntuales, ¿qué es lo que más te gusta hacer con tu equipo?

Con mi cámara ST8 me gusta capturar asteroides y obtener vídeos en los que se aprecia su movimiento. Realmente es muy curioso, y en los casos de los NEOS la celeridad de su movimiento impresiona.

¿Tus proyectos de futuro?

Por una parte, la automatización del observatorio, proceso complejo que quiero alcanzar paso a paso y que ya he iniciado. En segundo lugar, quiero acometer trabajos de fotometría de asteroides con el fin de determinar su curva de luz, ocasionada por la rotación de estos cuerpos celestes de forma irregular.

Pues te deseo suerte y éxito.