8 mayo 2024
En mayo de 2023, diferentes telescopios distribuidos por todo el planeta registraron la explosión de una supernova, de una estrella supergigante roja colapsada, que estaba situada a 21 millones de años luz de distancia. Se trataba de la detección más temprana de un fenómeno de supernova provocado por el colapso del núcleo de la estrella instantes antes de morir. Un equipo de la Universidad de Tsinghua, en China, ha analizado todas las observaciones, incluyendo las del telescopio BOOTES-4/MET gestionado por el IAA-CSIC. La supernova, conocida como SN2023ixf, en la galaxia M101, se desencadenó cuando la tasa de reacciones de fusión en el núcleo de la estrella supergigante roja disminuyó hasta el punto en que la presión no pudo sostener su propia masa. El hundimiento del núcleo generó una onda de choque que atravesó las distintas capas de la estrella. La evolución temporal de las primeras curvas de luz tras la explosión ofrece información clave sobre la naturaleza de la supergigante roja, la propagación de la onda de choque a través de su envoltura, así como del material que rodeaba a la estrella antes de la explosión. Sólo una hora después de la explosión se observó a la supernova con telescopios aficionados y profesionales. La evolución de las curvas de luz durante las primeras cuatro horas, del rojo al azul, indica que la estrella había estado expulsando polvo hasta generar una cáscara de partículas de varios miles de millones de kilómetros de diámetro y una masa de decenas de miles de veces la masa de la Tierra. Más información en el IAA.