3 junio 2025
Desde hace muchos años se cree comúnmente que nuestra Vía Láctea se encuentra en curso de colisión con la vecina galaxia de Andrómeda. Como resultado de su fusión, predicha para unos 5.000 millones de años, las dos grandes galaxias espirales formarían una nueva galaxia elíptica. En un estudio publicado en Nature que ha considerado las observaciones más recientes y precisas de los telescopios espaciales Gaia y Hubble, junto con recientes estimaciones de masa por consenso, se han derivado posibles escenarios futuros para identificar las principales fuentes de incertidumbre en la evolución del Grupo Local durante los próximos 10.000 millones de años. Se ha descubierto que las interacciones con las galaxias M33 y la Gran Nube de Magallanes afectan de forma clara y radical la órbita entre la Vía Láctea y Andrómeda. Si bien la inclusión de M33 aumenta la probabilidad de fusión, la órbita de la Gran Nube de Magallanes es perpendicular a la órbita entre la Vía Láctea y Andrómeda y hace que su fusión sea menos probable. En el sistema completo se ha observado que la probabilidad de colisión está cercana al 50 % durante los próximos 10.000 millones de años. Según los mejores datos disponibles, el destino de nuestra galaxia sigue siendo incierto. Más información el Nature.