20 mayo 2025
Utilizando datos del archivo de la misión Magellan, lanzada en 1989, los investigadores han descubierto nueva evidencia de que la actividad tectónica podría estar deformando la superficie del planeta. En la Tierra la superficie del planeta se renueva continuamente gracias al constante desplazamiento y reciclaje de enormes secciones de corteza, llamadas placas tectónicas. Venus no tiene placas tectónicas, pero su superficie sigue siendo deformada por el material fundido proveniente del subsuelo. Para comprender mejor los procesos subyacentes que impulsan estas deformaciones se ha estudiado un tipo de formación llamada corona, que se suele considerar que son los lugares donde se eleva una columna de material caliente y flotante del manto del planeta, presionando contra la litosfera. Se sabe que existen cientos de coronas en Venus. Las coronas son lugares donde la litosfera del planeta es delgada y el flujo de calor es alto. Según los datos de gravedad se ha deducido que, de las 75 coronas estudiadas, 52 parecen contener material de manto flotante que probablemente impulsa procesos tectónicos. A medida que una columna flotante de roca caliente en el manto asciende hacia la litosfera, el material superficial asciende y se extiende hacia afuera, colisionando con el material superficial circundante y empujándolo hacia abajo, hacia el manto. Más información en la NASA.