2 marzo 2022
Una kilonova ocurre cuando dos estrellas de neutrones se fusionan. La kilonova GW170817 fue el primer evento, y hasta ahora el único, en el que se detectaron ondas gravitacionales y radiación electromagnética, o luz. Fue detectado, por primera vez, por el observatorio de ondas gravitacionales LIGO el 17 de agosto de 2017 en la constelación de Virgo. En estos momentos la sonda Chandra de rayos X es la única que aún puede detectar la luz de esta extraordinaria colisión, cuatro años después del evento. Se cree que la fusión de estrellas de neutrones produjo un chorro de partículas de alta energía que no apuntaba directamente a la Tierra, lo que explica la falta inicial de rayos X vistos por Chandra. Luego, el chorro disminuyó la velocidad y se ensanchó al impactar con el gas y el polvo circundantes. Estos cambios provocaron un aumento en los rayos X observados por Chandra seguido de una disminución a principios de 2018. Sin embargo, desde finales de 2020, los rayos X detectados por Chandra se han mantenido en un nivel casi constante. Se cree que esta estabilización de la emisión de rayos X proviene de un impacto, como el estampido sónico de un avión, cuando los restos de fusión responsables de la kilonova golpean el gas alrededor de GW170817. También hay una explicación alternativa que sugiere que los rayos X provienen del material que cae hacia un agujero negro que se formó después de la fusión de las estrellas de neutrones. Más información en el Chandra.