12 marzo 2021
El 6 de diciembre de 2016, una partícula de alta energía llamada antineutrino electrónico se precipitó a la Tierra desde el espacio exterior a una velocidad cercana a la de la luz. La partícula transportaba 6,3 petaelectronvoltios (PeV) de energía. La interacción fue capturada por un telescopio masivo enterrado en el glaciar antártico, el Observatorio de Neutrinos IceCube. IceCube ha visto un fenómeno predicho por el físico Sheldon Glashow en 1960. Con esta detección, los científicos proporcionaron otra confirmación del Modelo Estándar de física de partículas. El resultado ha sido publicado el 10 de marzo de 2021 en Nature. Sheldon Glashow predijo que un antineutrino podría interactuar con un electrón para producir una partícula aún no descubierta, si el antineutrino tuviera la energía adecuada, a través de un proceso conocido como resonancia. Cuando la partícula propuesta, el bosón W-, fue finalmente descubierta en 1983, resultó ser mucho más pesada. La resonancia de Glashow requeriría un antineutrino con una energía de 6,3 PeV, casi 1.000 veces más enérgico de lo que es capaz de producir el Gran Colisionador de Hadrones del CERN. Más información en IceCube.