4 diciembre 2015
La misión LISA Pathfinder de la ESA despegó el día 3 de diciembre desde Kourou, Guayana Francesa, para comenzar su misión que probará las tecnologías que permitirán detectar ondas gravitatorias en el espacio. Estas ondas deben ser de carácter universal y estarían generadas por la aceleración de cuerpos masivos. No obstante, sus efectos son tan pequeños que todavía no se han podido detectar de forma directa. LISA Pathfinder transporta dos cubos idénticos de una aleación de oro y platino, de 46 milímetros de lado y separados 38 centímetros, que se mantendrán aislados de todas las fuerzas internas y externas con una única excepción: la gravedad. El objetivo de la misión es mantener a estos dos cubos en la caída libre más perfecta jamás lograda en el espacio, monitorizando su posición con un nivel de precisión extraordinario. Este experimento sentará las bases de los futuros observatorios espaciales de ondas gravitatorias. Más información en ESA.