1 septiembre 2023
El Telescopio Espacial James Webb de la NASA ha iniciado el estudio de una de las supernovas más reconocidas, SN 1987A. Ubicada a 168.000 años luz de distancia en la Gran Nube de Magallanes, ha sido objeto de intensas observaciones en longitudes de onda que van desde rayos gamma hasta radio durante casi 40 años. Nuevas observaciones realizadas por la cámara infrarroja del Webb proporcionan pistas para mejorar nuestra comprensión de cómo se desarrolla una supernova para dar forma a su remanente. La imagen revela una estructura central como el ojo de una cerradura que está lleno de gases y polvo expulsados por la explosión de la supernova. El polvo es tan denso que ni siquiera la luz del infrarrojo cercano que detecta Webb puede penetrarlo. Un anillo ecuatorial brillante rodea el ojo de la cerradura interior, formando una banda que conecta con dos brazos tenues de anillos exteriores en forma de reloj de arena. El anillo ecuatorial, formado a partir del material expulsado decenas de miles de años antes de la explosión de la supernova, contiene puntos calientes brillantes, que aparecieron cuando la onda de choque de la supernova golpeó el anillo. A pesar de las décadas de estudio desde el descubrimiento inicial, quedan varios misterios, particularmente en torno a la estrella de neutrones que debería haberse formado después de la explosión de la supernova. Más información en la NASA.