16 julio 2021
Se han usado mediciones de la sonda espacial Juno de la NASA en Júpiter y datos de la misión XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) en la órbita terrestre para resolver un misterio de 40 años sobre los orígenes de las inusuales auroras de rayos X de Júpiter. Por primera vez se ha visto todo el mecanismo en funcionamiento. Júpiter tiene las auroras más poderosas del Sistema Solar y es el único de los cuatro planetas gigantes con auroras en rayos X. Se observó Júpiter a través de Juno y XMM-Newton durante los días 16 y 17 de julio de 2017. Durante este lapso XMM-Newton observó Júpiter continuamente durante 26 horas y vio una aurora de rayos X pulsando cada 27 minutos. Al mismo tiempo, Juno había observado esta región del planeta antes del amanecer. Se descubrió que las fluctuaciones del campo magnético de Júpiter causaban las auroras de rayos X pulsantes. El límite exterior del campo magnético es golpeado directamente por las partículas del viento solar y comprimido. Estas compresiones calientan los iones que están atrapados en el extenso campo magnético de Júpiter desencadenando un ciclotrón de iones electromagnéticos (EMIC) cuyas partículas guiadas por el campo chocan con la atmósfera del planeta y activan las auroras de rayos X. Más información en la NASA.