4 diciembre 2020
La nebulosa planetaria de la Mantarraya, o Hen3-1357, se cree que es la más joven conocida. En el año 1998 se calculó que el núcleo de la estrella central apenas llevaba veinte años produciendo la energía como para ionizar la envoltura de gas que se había formado a raíz de la expulsión de las capas externas. Los datos mostraban, además, que la estrella central se había calentado más rápidamente de lo esperado teniendo en cuenta su baja masa. Su tamaño es equivalente a una décima parte de las dimensiones habituales de las nebulosas planetarias. Estas nebulosas se expanden con el tiempo para acabar difuminándose en varias decenas de miles de años. Pero un estudio revela que, en apenas dos décadas, esta nebulosa se está apagando. La comparación de las imágenes obtenidas por el Hubble Space Telescope en 2016 y las que obtuvo en 1996 muestra como la nebulosa ha perdido brillo y ha cambiado de forma. Los tentáculos y filamentos fluorescentes de gas casi han desaparecido, y los bordes curvilíneos prácticamente se han desvanecido. Por ejemplo, la emisión de oxígeno, en particular, ha disminuido su brillo en un factor de casi mil entre 1996 y 2016. Se ha visto que la estrella central, que llegó a alcanzar los 60.000 grados, ha disminuido en 22.000 grados, por lo que es incapaz de ionizar la nebulosa. Más información en Hubble y IAA.