13 julio 2019
Se trata de dos agujeros negros supermasivos con una masa cada uno de 800 millones de veces la del Sol. A medida que se acerquen gradualmente emanarán ondas gravitacionales en un ruido de fondo que aún no hemos detectado, y que harán pequeñas las ondas detectadas hasta ahora en la colisión de agujeros negros más pequeños. De hecho, su fusión producirá ondas un millón de veces más intensas que las detectadas por LIGO hasta ahora. Están a una distancia de 2.500 millones de años luz. Casualmente, se cree que tardarán esta misma cantidad de tiempo en comenzar a producir ondas gravitacionales de fondo. Se estima pues, que puede haber agujeros negros en el Universo actual que pueden estar emitiendo ondas gravitacionales; detectarlas ayudaría a confrontar algunas incógnitas. Por ejemplo, si en la fusión de galaxias sus agujeros negros se funden definitivamente o si se detienen orbitando a una distancia de un parsec. Este problema se conoce como “el problema final de parsec”. Más información en AAAS.