Durante los primeros siglos y milenios de la humanidad, la astronomía tuvo lugar a simple vista. A principios del siglo XVII, se inventó el telescopio y la astronomía se revolucionó, ya que se descubrieron muchas más estrellas y estrellas de lo que no se sospechaba: nebulosas, grupos, galaxias, etc. Y en el siglo XX todavía había otro salto espectacular cuando comenzó a estudiar el universo no solo con luz visible, sino con todo tipo de luz: infrarrojo, ultravioleta, rayos x, rayos gamma, microondas y ondas de radio. Pero ahora estamos experimentando otra gran revolución, ya que no solo estudiamos el universo con luz, sino que tenemos otros dos signos que nos vienen desde el espacio: ondas gravitacionales y neutrinos. Es una nueva astronomía.
Todos conocemos uno de los grandes genios de la física del siglo XX: Albert Einstein, pero detrás de él había una gran mujer, Mileva Maric, que era un gran científico y matemáticas que hizo contribuciones significativas a la física teórica y la teoría de la relatividad especial. Su importancia radica en ser una de las pocas científicas de su época, que logró hacer contribuciones relevantes en el campo de la física. Además, su vida y su carrera son un ejemplo de los obstáculos que las mujeres han tenido que superar para lograr el reconocimiento en ciencia y tecnología. Finalmente, su historia también nos recuerda la importancia de no olvidar las contribuciones de las mujeres en la historia de la ciencia.
Después de 50 años sin pisar la Luna, pronto volveremos a ver a personas en su superficie, ¡y por primera vez irán mujeres! Se trata del proyecto Artemis de la NASA que será un primer paso para la colonización de nuestro satélite. Por otra parte, los chinos también tienen la intención de aterrizar y colonizarla en unos diez años. En esta charla explicaremos todos estos planes de futuro para nuestra querida Luna.
La Segunda Guerra Mundial vio uno de los proyectos científicos y tecnológicos más importantes de la historia de la humanidad. Los americanos y alemanes compitieron secretamente para conseguir el arma más mortífera hasta el momento: la bomba atómica. Finalmente los americanos ganaron la carrera y consiguieron la tan preciada bomba en un proyecto faraónico llamado El proyecto Manhattan.