24 agosto 2016
La mayoría de las estrellas que poblaban el Universo temprano eran enormes estructuras compuestas de hidrógeno y helio en estado puro. Tenían cientos de masas solares y duraban muy poco tiempo antes de explotar en forma de supernovas. La contaminación del gas interestelar por elementos pesados hace que ya no se puedan formar estrellas tan grandes, mientras que sus "parientes" cercanas son muy poco comunes. Unos investigadores han descubierto un ejemplo extremadamente raro situado en la nube molecular G11.92-0.61, a unos 11.000 años luz de distancia. La estrella fue bautizada como G11.92-0.61 MM1. Más información AQUÍ.