12 julio 2016
Una explosión de supernova implica la extinción de la vida de una estrella, pero es una fuente de vida para el Cosmos. Por una parte inunda a su alrededor de nueva materia, de nuevos elementos químicos, para formar nuevos sistemas planetarios y, por otra parte, inunda el espacio de una fuerte lluvia de radiación cósmica. Según un artículo publicado en The Astrophysical Journal Letters, dos supernovas que explotaron a solo 300 años luz de la Tierra pudieron tener un notable efecto en las criaturas de la Tierra y también en su atmósfera. Las dos supernovas explotaron, la primera hace entre 6,5 y 8,7 millones de años y la segunda hace entre 1,7 y 3,2 millones de años. En ambos casos todos los animales terrestres y los marinos que viven cerca de la superficie estuvieron expuestos a dosis de radiación extremas durante un año. También se cree que pudo haber un cambio climático producido por un exceso de rayos cósmicos. Esto produjo un aumento notable de cánceres y de procesos de mutación genética, que unidos a los cambios climáticos, pudieron acelerar los procesos de evolución. Más información AQUÍ.