7 septiembre 2020
Los observatorios de ondas gravitacionales LIGO, en USA, y Virgo, en Italia, han detectado la señal de lo que puede ser la fusión de los agujeros negros más masivos observada hasta ahora; podría involucrar dos agujeros negros con masas de 85 y 66 veces la solar. La señal, denominada GW190521, observada el 21 de mayo de 2019, podría ser también la primera detección de la formación de un agujero negro de “masa intermedia”, que son los que tienen masas entre 100 y 1.000 veces la masa solar. La señal fue extremadamente breve, menos de una décima de segundo, por lo que se puede decir que ocurrió a una distancia de 5 gigaparsecs de distancia, cuando el Universo solo tenía la mitad de su edad. La fusión podría haber creado un nuevo agujero negro de 142 masas solares y liberar una energía de alrededor de 8 masas solares. No es claro el origen del agujero negro de 85 masas solares, ja que el fenómeno de la “inestabilidad de pares” parece prohibir que se forme por la explosión de una supernova. Podía ser que los dos agujeros negros, o al menos uno, procedan de la fusión de otros agujeros negros más pequeños. Se baraja la posibilidad de que no se trate de una fusión, sino de algún fenómeno desconocido hasta ahora. Más información en LIGO.