2 julio 2020
El Universo, visto a través de la mecánica cuántica, es un espacio ruidoso y crepitante donde las partículas parpadean constantemente creando una capa de ruido cuántico de fondo cuyos efectos son normalmente demasiado sutiles para ser detectados por los objetos cotidianos. Ahora, por primera vez, un equipo dirigido por investigadores del LIGO ha medido los efectos de las fluctuaciones cuánticas en objetos a la escala humana. Los investigadores informan haber observado que los espejos de LIGO se mueven unos 10-20 m, un desplazamiento que la mecánica cuántica predijo, pero que nunca se había medido. Un átomo de hidrógeno mide 10-10 metros, por lo que este desplazamiento de los espejos es ínfimo incluso para un átomo de hidrógeno, pero podemos medirlo. Lo especial de este experimento es que hemos visto efectos cuánticos en algo tan grande como un ser humano, por lo que nosotros, cada nanosegundo, estamos siendo golpeados por estas fluctuaciones cuánticas. Más información en el LIGO.