3 junio 2020
El día de Navidad de 1704, a las 17 h (TU), un meteorito cayó en Terrassa. La caída fue vista y escuchada por muchas personas en un área de varios cientos de kilómetros y fue registrada en varias fuentes históricas. De hecho, fue interpretado como un signo divino y utilizado con fines de propaganda durante la Guerra de Sucesión española. Aunque se creía que los fragmentos del meteorito nunca se conservaron, se han hallado dos fragmentos (de 49,8 y 33,7 g) en la colección del gabinete de curiosidades de la familia Salvador, en el Instituto Botánico de Barcelona. Están muy bien conservados y parcialmente cubiertos por una corteza de fusión fresca, lo que sugiere una pronta recuperación poco después de la caída. El análisis de los fragmentos ha revelado que el meteorito es una condrita ordinaria L6. Estos fragmentos se encuentran entre los meteoritos históricos más antiguos conservados en el mundo. Más información en la UPC.