19 octubre 2019
Un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Tsukuba ha combinado tres registros en tabletas cuneiformes antiguas que mencionan cielos rojos inusuales con datos de radioisótopos para identificar tormentas solares que probablemente ocurrieron alrededor de 679 a 655 a.C. Este trabajo puede ayudar a los astrónomos modernos a predecir futuras erupciones solares o eyecciones de masa coronal que pueden dañar los dispositivos electrónicos terrestres o de satélites. Lo registros se han comparado con las concentraciones de carbono 14 en los anillos de los árboles, que demuestran tormentas magnéticas solares. Los registros mencionan, por ejemplo, “el rojo cubre el cielo” que puede asociarse con lo que hoy llamamos arcos rojos aurorales estables, consistentes en luz emitida por electrones en átomos de oxígeno atmosférico después de estar excitados por intensos campos magnéticos. Más información en la Universidad de Tsukuba.