26 marzo 2016
El primer flash de una explosión de supernova se ha conseguido seguir por primera vez en luz visible a través de imágenes del telescopio Kepler de la NASA. Cuando una estrella explosiona como una supernova de tipo II, el primer contacto de la onda de choque con la superficie de la estrella es muy breve, unos 20 minutos, con una gran explosión de luz. Después la estrella aumenta su magnitud hasta alcanzar el máximo brillo unos días más tarde. Por eso la captación en óptica de la onda de choque no se había conseguido hasta ahora. El Kepler ha fotografiado cada 30 minutos, durante tres años, 500 galaxias distantes y ha conseguido registrar dos de estas ondas de choque. Se trata de las supernovas KSN 2011a y KSN 2011d. La primera tiene un diámetro 300 veces el solar y está situada a 700 millones de años luz; la segunda tiene un diámetro de 500 veces el solar y está a 1.200 millones de años luz. Más información en Kepler.