31 julio 2021
El 26 de agosto de 2020 el telescopio espacial Fermi de la NASA detectó un pulso de radiación de alta energía que, con una duración de solo un segundo, fue la explosión de rayos gamma (GRB) más corta causada por la muerte de una estrella masiva jamás vista. Los GRBs son los fenómenos más energéticos del Universo, detectables incluso si se producen en galaxias a miles de millones de años luz. Los estallidos largos, de más de dos segundos, se producen con la muerte de estrellas masivas, mientras que los estallidos cortos, de menos de dos segundos, se han relacionado con la fusión de dos objetos compactos, como estrellas de neutrones. Aunque se había visto que algunos GRBs producidos por estrellas masivas podían registrarse como GRBs cortos, se pensaba que se debía a las limitaciones instrumentales. Pero ahora se ha visto que las estrellas moribundas también pueden producir estallidos cortos. El estudio del pulso bautizado como GRB 200826, sugiere que fue una especie de desvanecimiento, que estuvo a punto de no producirse. Aun así, el estallido emitió catorce millones de veces la energía producida por toda la Vía Láctea durante la misma fracción de tiempo. Más información en el IAA.