26 mayo 2017
Los primeros resultados de la sonda Juno, que está estudiando Júpiter, nos muestran un planeta más complejo, más intenso y más turbulento. Por ejemplo, sus polos están surcados por multitud de ciclones del tamaño de la Tierra, cuyo origen y estabilidad desconocemos. Otro detalle sorprendente es que las nubes de amoniaco son extremadamente variables y penetran miles de quilómetros hacia el interior; en las bandas ecuatoriales son muy profundas, mientras que en otras latitudes desarrollan estructuras diversas. El campo magnético es extremadamente colosal, diez veces superior al terrestre, e irregular en su forma, ya que en algunas zonas es muy fuerte y en otras es más débil. Esta distribución irregular indica que debe generarse mucho más cerca de la superficie de lo que hasta ahora se creía. Estos datos provienen del primer paso cerca de la superficie del planeta, a tan solo 4.200 km, que se realizó el 27 de agosto pasado, ahora publicados por Science. Más información en la NASA.