8 marzo 2018
El Observatorio Espacial Integral de la ESA ha sido testigo de un acontecimiento infrecuente: el momento en que los vientos emitidos por una estrella gigante roja hinchada devolvían a la vida el núcleo de una estrella muerta en un destello de rayos X. Integral fue el primero en detectar el 13 de agosto de 2017 una emisión de rayos X procedente de una fuente desconocida en la dirección del centro de la Vía Láctea. Observaciones posteriores revelaron una estrella de neutrones fuertemente magnetizada y rotando a baja velocidad que, probablemente, acababa de empezar a recibir material de una gigante roja cercana. Las parejas formadas por una estrella de neutrones y una gigante roja constituyen una rareza conocida como ‘binarias de rayos X simbióticas’, de las que no se conocen más de 10. Más información en la ESA.