ASTRONÓMICA

DE SABADELL

Acceso Socios

Login

Nº de Socio
Contraseña *
Recordarme

¡Atención! Este sitio usa cookies y tecnologías similares.

Si no cambia la configuración de su navegador, usted acepta su uso. Saber más

Acepto

Una cookie es un pequeño fragmento de texto que los sitios web que visitas envían al navegador y que permite que el sitio web recuerde información sobre tu visita, como tu idioma preferido y otras opciones, lo que puede facilitar tu próxima visita y hacer que el sitio te resulte más útil. Las cookies desempeñan un papel muy importante, ya que sin ellas el uso de la Web sería una experiencia mucho más frustrante.

 

Para hacer que no vuelva a aparecer este mensaje, puede aceptar el uso de las cookies o bien debe configurar su navegador para que no acepte de forma predeterminada. A continuación les mostramos como hacerlo con los principales navegadores:

 internet explorer 10 logopng Google Chrome logo   Firefox-logo

Gracias por su atención.

Socios colaboradores

En esta sección mensual entrevistamos a colaboradores de la Agrupación con el fin de conocer detalles de su afición a la astronomía y de su faceta más humana. Son socios que, de forma totalmente desinteresada, colaboran y han hecho posible muchos de los éxitos de nuestra entidad.

Estos son los socios colaboradores que hemos entrevistado:

 

  LaiaLopezLaia López        
 
MerceGuerreroMercè Guerrero

JaumeFernandezJaume Fernàndez

AlistairSpearingAlistair Ian Spearing

XavierMarcosXavier Marcos
 
 
GemmaDomenechGemma Domènech

FXavierValldeperasXavier Valldeperas 

FrancescSarabiaFrancesc Sarabia

FlorenceLibotteFlorence Libotte
 
 
RicardGaju
Ricard Gaju

GemmaDomenechRamon Jou

GemmaDomenechÀngel Massallé

ManelAladidManel Aladid 
 
 
CarlesLabordenaCarles Labordena

MartaRodriguezMarta Rodriguez

MiquelAlamanyMiquel Alamany

JosepMariaDrudisJosep M. Drudis
 
 
DanielFernandezDaniel Fernández

RaimonReginadoRaimon Reginaldo

AlbertMontcadaAlbert Moncada

XavierRubiaXavier Rubia
        
CarmeBastus Carme Bastús

JordiPresaJordi Presa

CarlesPerelloCarles Perelló

AntoniSelvaAntoni Selva
 
RichardRodriguez Richard Rodríguez
 VicencFerrandoVicenç Ferrando  ManelPolancoManel Polanco  MarcTorrasMarc Torras
 
JordiArtigas Jordi Artigas
 RamonMolinerRamon Moliner  IreneArabiaIrene Arabia  JosepMVilaltaJosep Maria Vilalta
 
LeoTello Leonardo Tello
 MerceCorreaMercè Correa  AnnaFabregatAnna Fabregat  FerranPascualFerran Pascual
         

Daniel Fernandez¿Es la astronomía una afición monótona? Evidentemente, no. Es verdad que hay aficionados que son adictos a la observación de un solo tipo de cuerpos celestes o que les interesa sólo una de las mil facetas de la astronomía. Esto podría ser aburrido para otros, quizás más inquietos, a los que les apasiona explorar cosas nuevas. En cierta manera, nuestro colaborador de este mes es un ejemplo de este grupo de aficionados polifacéticos. No es que salte de un tema a otro, es que le gusta conocer casi todo, objetos diversos, cosas distintas y profundizar en técnicas de observación variadas.

Hace pocos días tuve la ocasión de conversar con Daniel Fernández en la biblioteca de la Agrupación. Yo apenas le conocía por lo que le sometí a lo que podría parecer un interrogatorio policial.

¿Cuál es tu formación de base?

Yo soy Técnico Informático y trabajo en lo que suelen denominar “Sistemas”, es decir, en el “hard” más que en el “soft”, pero si preguntas por la formación te diré que precisamente ahora estoy estudiando…

¿Ingeniería Informática?

No. Estoy cursando Ciencias Físicas en la Universidad a distancia.

Esto es, sin duda, una clara muestra de que a Daniel Fernández no le valen las cosas sencillas. Empezar una carrera de estas características a sus 39 años, trabajando, con familia y con mil inquietudes en la cabeza significa tener una gran determinación y la capacidad para invertir mucho tiempo y esfuerzo para este cometido.

Bueno, ya veo… empecemos por el principio… ¿cómo se inició tu afición a la astronomía?

Siempre me había interesado la ciencia, lo enigmático. En cierta manera, cuando era niño, la informática era un misterio y por eso me introduje en este mundo. Hoy, es un más un medio que un fin…

Y entre las ciencias…

Bueno, la química era objeto de mis inquietudes, pero la astronomía también me “tiraba mucho”…

¿Por alguna razón en especial?

No lo sé, pero algo tuvo que ver la serie “Star Trek” y, muy especialmente, los fascículos de Orbis Fabri sobre astronomía…

Y después…

Bueno mi interés fue acrecentándose y me apunté a dos cursos en la Astronómica: el de utilización de telescopios y el de observación visual… por cierto, en este último tú eras mi profesor…

Es verdad… ja, ja, ja.

Finalmente me decidí y me hice socio. Además adquirí un Schmidt Cassegrain de 20 cm con montura alemana. Recuerdo especialmente mis primeras imágenes con este equipo: una de la Luna y otra del cúmulo M13. Me salió de color verdoso y con las estrellas como pequeños buñuelos porque el enfoque no era bueno…

Pero las imágenes propias impresionan…

Es verdad. Quedé fascinado por este nuevo mundo. A partir de ahí empecé a profundizar en la fotografía de cielo profundo, utilizando una DSLR Canon 550 a foco primario, con reductor de focal... fue una etapa muy interesante.

En què consisteix la teva col·laboració amb l'Agrupació?

Aunque mi disponibilidad de tiempo es ahora muy limitada, en el 2015 he sido miembro de la Junta Técnica y, cuando me ha sido posible, he colaborado como monitor en alguna sesión pública de observación, como es el caso de las de la Fiesta Mayor… Ah! además he instalado algunos ordenadores en la Agrupación…

Me consta que participaste en los grupos de observación…

Pero antes fui uno más en el grupo de debutantes. Aprendimos mucho unos de otros… Colaboré durante cierto tiempo con el grupo de observadores de estrellas variables RR Lyrae y, posteriormente, con Carles Perelló, buscamos estrellas dobles “neglected”. En definitiva, pude aprender el uso de la CCD al lado de amigos expertos, así como las técnicas de astrometría y fotometría.

Aquí se ve que te atrae la faceta de investigación.

Pero también la de observación. Hacía cielo profundo desde los campos de observación y colaboré con el grupo de astrofotografía…

Si tuvieras que decir una actividad astronómica con la que ahora te diviertas ¿Cuál mencionarías?

Ahora mismo, hacer time-lapses con mi cámara y un trípode…

Es cierto… he visto trabajos impresionantes… Bueno, en lo que se refiere a tus proyectos de futuro ¿Qué puedes decirme?

Dos cosas: en primer lugar, estoy muy centrado en la carrera de Ciencias Físicas que me exige mucho tiempo y esfuerzo. En segundo lugar, tengo gran interés en ser un buen operador del telescopio de la Agrupación en el Montsec.

JordiPresaSi tuviéramos que definir a nuestro colaborador del mes con una sola palabra, tarea que es casi imposible, me atrevería a probar con una: «constancia».

Jordi Presa es un hombre constante y persistente en las cosas importantes de la vida. Estudió arquitectura técnica y, aunque nunca ha ejercido de forma exclusiva la profesión, siempre ha sido una parte importante de su vida, la ha disfrutado a tiempo parcial y, quién sabe, quizás pueda dedicarle tiempo de forma más o menos regular cuando se jubile.

Por otra parte su profesión, como empleado de una importante entidad financiera, es otra muestra de estabilidad: 46 años trabajando en el mismo banco. Bueno, las circunstancias han ido variando y el banco ha cambiado varias veces de nombre, pero Jordi siempre ha permanecido fiel en la plantilla del mismo.

En lo que concierne a sus aficiones, es una persona polifacética. Le interesa la meteorología, la mineralogía y los fósiles. Pero su debilidad es la astronomía, cuya afición es igualmente estable y constante. Para comprobarlo les propongo esta prueba: elijan al azar un viernes de los últimos diez años. Comprueben mediante alguna web de meteorología si ese viernes estuvo despejado en Sabadell. Si es así, no tengan ninguna duda: Jordi Presa estaba ese día en el observatorio de la Astronómica tomando imágenes de supernovas...

Reunido con Jordi hace pocas semanas, mantuvimos una conversación que, a grandes rasgos, fue la siguiente:

¿Cómo empezó tu afición a la astronomía?

Bueno, tengo que decir que no me regalaron ningún telescopio por Reyes... —dijo sonriente, con su fino sentido del humor, recordándome que ha leído entrevistas previas en las que varios colaboradores dicen que su afición se inició con el consabido regalo de Reyes...

Pues, entonces, ¿cómo empezó lo tuyo?

Lo primero que recuerdo es que un amigo de bachillerato me enseñó un telescopio que se había construido él mismo y al anochecer me mostró Venus. Yo no creía que fuera posible observar un planeta con un telescopio construido por un aficionado, pero lo que vi me acabó decepcionado más que estimulando...

¿Por qué?

No vi fases y ni siquiera un objeto definido... eran cuatro, ¡cuatro! manchas borrosas inestables en el ocular.

¡Vaya!

Gran aberración, turbulencia y un telescopio mal alineado. Lo único que saqué en claro es que nunca me construiría un telescopio.

Bien... ¿y qué pasó después?

Yo vivía en Barcelona y un día vi un cartel que anunciaba una observación pública con telescopio, gratuita, Era en una asociación astronómica de Barcelona con un telescopio en pleno Paseo de Gracia...

Eso pinta mucho mejor que los cuatro venuses.

Pero fue poco afortunado. Justo antes de poner el ojo en el ocular el cielo se cubrió de nubes y no pude ver nada.

Eso ya es mala suerte.

Lo intentaron arreglar, de buena fe, pero lo estropearon más: al salir me regalaron una pequeña fotografía. Con cierto orgullo me dijeron que era el planeta Marte fotografiado con ese telescopio. Yo solo veía un circulito sin ningún detalle, ¡totalmente blanco!

Ja, ja, ja... el caso es que seguramente no era una mala foto, teniendo en cuenta que eran los años de la fotografía química y con un telescopio desde el centro de Barcelona...

A un neófito como yo esa fotografía solo podía desanimarle...

Pero está claro que no fue así.

Me mudé a Sabadell por temas personales y laborales. Un día me acerqué a la Agrupación y María Elena Sobrepere, entonces secretaria, me atendió y vi que aquello era otra cosa. Empecé a asistir a las sesiones de observación que se hacían los miércoles.

Eso era en el edificio de la Obra Cultural de la Caixa de Sabadell, en nuestros locales anteriores...

Sí. Algunas observaciones las hacíamos desde lo alto de la torre del edificio moviendo el telescopio de una ventana a otra. En otras ocasiones lo hacíamos desde una terraza anexa.

Entonces, como socio de la Agrupación ¿cómo empezaste a ser un asiduo?

Primero debo decir que participé en uno de los tres grupos de arquitectos que optaron al proyecto de construcción del Parc Catalunya. Aunque no ganamos el proyecto, algunas de nuestras ideas se incorporaron al proyecto final. No imaginé que el observatorio de la Agrupación, parte de ese proyecto, representaría después tanto para mí y que invertiría tantas horas en él.

Empezaste a introducirte en el mundo de las cámaras CCD...

Eso fue con Ferran Casarramona. Pasamos muchas horas juntos aprendiendo el uso de la CCD. Era una tecnología que nos fascinaba. Recuerdo que asistíamos a las observaciones de Justí Poch en el observatorio. Arrimados al cristal del área de control observábamos como Justí operaba la ST4, tomando notas de todo lo que hacía.

¿Cuáles fueron las observaciones que recuerdas con más cariño de esa época?

Fue impresionante obtener imágenes de la colisión del cometa Shoemaker-Levy 9 con Júpiter. Un acontecimiento mediático que pude vivir en directo gracias a la CCD, así como los cometas Hale Bopp y Hyakutake que fueron espectáculo a simple vista o con unos prismáticos. Todo ello se concentró entre los años 1994 y 1997.

Y fuera de los cometas mediáticos del momento, ¿qué imagen ha quedado grabada en tu mente?

El Quinteto de Stephan. Un grupo de galaxias en interacción que hace unos años estaba fuera del alcance del amateur y del que pudimos obtener imágenes desde el centro de Sabadell. Ahora es una cosa normal, pero a finales del siglo pasado era inaudito.

Pero hablar con Jordi Presa es hablar de supernovas. ¿Cómo empezó tu fascinación por estos objetos?

Fue de la mano de Justí Poch, Ferran Casarramona y de Xavi Puig, entre otros. Detectar estos objetos es apasionante y el reto de intentar descubrir uno, aunque sea una tarea casi imposible desde los cielos de Sabadell, es una magnífica excusa para tomar imágenes y para compartir unas horas de observación con los amigos.

Estáis observando supernovas desde hace años ¿cómo han evolucionado vuestras técnicas?

Al principio usábamos una CCD de chip diminuto, una ST4 y unos medios muy modestos. En la biblioteca de la Agrupación teníamos el programa Megastar e imprimíamos las cartas de localización de las galaxias...

Y ahora...

Tenemos el Megastar en la cabina de control, además de una gran base de datos. Tenemos imágenes tomadas desde el propio observatorio de muchas de las galaxias que monitorizamos. Así la comparativa es mucho más rápida. Además usamos internet, con sus bases de datos de imágenes, para comparar cualquier punto de luz sospechoso.

¿Quién compone el equipo?

Han participado conmigo muchas personas, como Xavi Puig, Montse Ribell, Óscar Rivera, Carme Bastús, etc. Actualmente el grupo lo forman Manel Aladid, coordinador, Octavi Guillamon, que comparte noches de observación conmigo desde hace muchos años y yo mismo.

¿Cómo superáis las falsas alarmas?

De entrada tomamos tres imágenes de cada galaxia, por lo qu e ya no nos sorprende un pixel defectuoso que no aparece en las otras dos imágenes. Lo más delicado son las estrellas cerca del núcleo ya que se confunden con la imagen del núcleo y son difíciles de discriminar en las imágenes de nuestra base de datos o de internet.

Pero buscar nuevas supernovas desde el centro de Sabadell es una tarea estadísticamente casi imposible.

Somos conscientes de ello. Alcanzamos la magnitud 16 si sabemos donde está un diminuto punto de luz, pero sin la posición sabida de antemano es difícil percatarse de nuevas estrellas de menos brillo que la magnitud 15. Pero ahora nuestro objetivo no es descubrir supernovas.

¿Cuál es?

Tomar imágenes de galaxias y de cielo profundo, pasar un buen rato de observación con los amigos y, algunas veces, hacer fotometría de supernovas... sin descartar nada, ya que seguimos buscando el milagro.

Tú que conoces multitud de galaxias ¿cuál destacarías?

NGC 6946, es una espiral amplia y bella en la que han aparecido muchas supernovas... siempre que podemos le echamos un vistazo. Además tiene su anécdota. Pese a seguirla tan a menudo ¡justo le apareció una supernova un día en el que no pudimos ir al observatorio!

¡Vaya! Y la última pregunta: ¿cuáles son tus proyectos de futuro?

Seguir trabajando con las supernovas, pero me gustará empezar a utilizar remotamente el telescopio de nuestros observatorios en el Montsec...

Con él, sin duda, se abren nuevos horizontes...

 

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Además de ser miembro del grupo de observadores de supernovas, colaboro en lo que puedo. Hace años fui miembro de la Junta Técnica y de la Junta Directiva de la Agrupación. En la actualidad hago de monitor en sesiones públicas de observación para los socios o para el público en general.

selvaEl observatorio de la Astronómica en Sabadell está inmerso en una intensa actividad, con sesiones para el público, sesiones para escolares, sesiones de observación on-line, etc. Pero además de esta potente actividad divulgadora, el mismo observatorio acoge trabajos de investigación de notable nivel. Actualmente destacan los grupos de observación de estrellas variables RR Lyrae, ocultaciones de estrellas por asteroides y observación de supernovas. Pero, además, se observan de forma más o menos regular exoplanetas, NEOs, y se hace astrometría y fotometría.

Todo ello requiere la colaboración de numerosas personas que esperamos ir presentando en esta sección de ASTRUM. Nuestro colaborador de este mes, al igual que el del mes pasado, es un activo observador especializado en ocultaciones. Se trata de Antoni Selva.

Antoni es licenciado en ciencias biológicas, pero su trayectoria profesional se ha centrado en el análisis funcional en una importante empresa de servicios informáticos. Esta formación científica de base y su visión de la gestión de la información le está siendo útil para desempe- ñar su trabajo en el observatorio, dotándolo de la meticulosidad y del rigor en el tratamiento de la información recopilada.

En una céntrica cafetería de la ciudad pude charlar con Antoni. La conversación se desarrolló, aproximadamente, de la siguiente forma:

Estáis «sacando petróleo» de un telescopio en el centro de una ciudad. ¿Cuál es el principal obstáculo con el que os enfrentáis?
El telescopio es de medio metro de abertura y las instalaciones son excelentes, pero no es fácil sacarle rendimiento; nos exige el máximo de nosotros mismos.

¿Por qué?
El telescopio lo utilizan muchas personas y con objetivos distintos. Centenares de personas miran a través de él, niños, adultos, expertos, neófitos… y varios grupos de investigación. Es difícil mantener el equipo perfectamente ajustado. Además, la montura ya lleva muchos años de trabajo y desgaste…

¿Cuál es la solución?
En los últimos meses estos problemas se agudizaron y el rendimiento cayó en picado. Afortunadamente se han emprendido reparaciones serias, a nivel mecánico, y estamos viendo una mejora clara, aunque no está completada aún.

Sin embargo, pese a estas dificultades has obtenido buenos resultados…
Llevo 230 observaciones y 20 ocultaciones positivas de estrellas por asteroides desde el observatorio de Sabadell. Trabajo con Carles Perelló y analizamos concienzudamente las efemérides para ir casi sobre seguro. Incluso hacemos astrometría previa de algunos asteroides para refinar la predicción de la ocultación... y con un telescopio de medio metro y una videocámara Mintron accedemos a ocultaciones débiles.

¡Vaya! Pero hay muchas de negativas...
Eso es normal. Además nos gusta el riesgo. Intentamos casos en los que la predicción nos da apenas un 5% de probabilidades. Las observaciones negativas también son muy útiles.

Tengo entendido que también estáis usando el telescopio de medio metro de los observatorios de la Astronómica en el Montsec.
En efecto, ya está operativo casi al 100%. Tenemos dos ocultaciones positivas usando el telescopio del Montsec remotamente desde Sabadell.

Pero, ¿cómo empezó tu afición a la astronomía?
Siempre había tenido una cierta curiosidad por este tema, pero la afición se disparó cuando me regalaron un telescopio por Reyes.

¿Cuál?
Un Newton de 150 mm con montura ecuatorial que sigo conservando y del que he sacado un buen rendimiento. Realicé también una ocultación por asteroide positiva usando este telescopio, en 2012.

¿Cómo evolucionó tu afición a partir de entonces?
Me hice socio de la Astronómica y seguí varios cursos impartidos por Josep M. Oliver. A continuación empecé a ser asiduo de los campos de observación y recuerdo, de esa época, con especial cariño, una maratón Messier.

No habías empezado aún a observar ocultaciones.
Eso empezó poco después de la mano de Carles Schnabel con las salidas para observar ocultaciones rasantes por la Luna. Fue entonces cuando conocí a Carles Perelló y poco después a Oscar Canales. Él nos enseñó las enormes posibilidades de la cámara de vídeo Mintron y del insertador de tiempo Kiwi. A partir de ahí, aunque disfruto con otras observaciones, me he centrado en las ocultaciones.

Aparte de las ocultaciones ¿qué observaciones destacarías?
Pues dos eclipses... pero para mí, un eclipse no es más que una enorme ocultación —Antoni ríe a carcajadas por su afirmación que nadie podrá decir que no sea cierta…

¿Cuáles?
El eclipse anular de sol del 3 de octubre de 2005 en España y el total, también de Sol, del 1 de agosto de 2008 desde Siberia. Ambos los observé con un equipo organizado por Carles Schnabel en zonas tangenciales del eclipse. El objetivo era divisar las perlas de Baily y nuestros trabajos merecieron una publicación en la revista Solar Physics.

Magnífico… ¿Dónde podemos ver el resultado de tus observaciones?
En primer lugar en ASTRUM, pero también en la web internacional de ocultaciones www.euraster.net, entre otras. Aunque no lo tengo muy actualizado dispongo de un canal de youtube denominado «astroselva» en el que he puesto varios ejemplos de ocultación por asteroide, rasante por la Luna y de las perlas de Baily en el eclipse de Siberia y el anular de 2005.

Finalmente, mi habitual última pregunta: ¿cuáles son tus proyectos de futuro?
Continuar con lo que me apasiona: las ocultaciones. Instalaremos una cámara Mintron en el telescopio de medio metro de los observatorios de la Astronómica en el Montsec y espero obtener de él un 100% de rendimiento. Eso, sin duda, está a tu alcance.

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?
Soy miembro de la Junta Técnica y activo observador del grupo de ocultaciones. Colaboro, entre otras cosas, en la preparación de las efemérides de ocultaciones que publicamos en la web de la Agrupación.

CarlesPerello

Nuestro colaborador del mes es una persona de clara vocación científica. Podríamos decir que casi huye de la visión contemplativa de la astronomía. No es que no le guste la belleza de los astros, es que valora mucho más la posibilidad de obtener datos que puedan aportar un grano de arena en el conocimiento del Universo. Para ello se fundamenta en el rigor, la preparación, la constancia y en dos aspectos fundamentales: la adquisición de la información, que requiere habilidad, en el uso de los instrumentos astronómicos y el tratamiento de los datos. Para esto último aprovecha sus conocimientos de informática.

Mantuve hace unas semanas una agradable conversación con Carles Perelló en una céntrica cafetería, que paso a transcribir a continuación:

Ya sabes cuál va a ser mi primera pregunta. Es la misma que hago a todos los colaboradores de la Agrupación que pasan por estas páginas: ¿cómo empezó tu afición por la astronomía?

Fue cosa de mi padre. Leía revistas de divulgación de la época, como "Reader’s Digest", "Algo o "Muy Interesante". Yo también les echaba un vistazo y animó mi curiosidad por la ciencia y por la astronomía en particular... todo ello hasta que empezó el programa de televisión "Cosmos"...

Ese programa «convirtió» a muchos.

A mí me impresionó y más aún el libro de Carl Sagan que leí con pasión. Posteriormente las lecturas se ampliaron a la ciencia ficción, con Asimov como maestro de ceremonias; creo que su saga de "La Fundación" aún no ha sido superada por nadie y también leí sus libros de divulgación como "Universo" y varios más…

Y a continuación, ¿cómo evolucionó tu afición?

Tras esta pregunta se hizo el silencio. Pasaron unos segundos y empezó explicarme lo que a mi juicio ha sido la parte más sorprendente de la entrevista...

En el año 1999 me trasladé a vivir a Sabadell y justo entonces nació mi hija mayor... Yo tenía la determinación de ponerle el nombre Adhara y de ahí mi primer contacto con la Agrupación.

¿Cómo?

¡Ja, ja, ja! Es un nombre que siempre me había gustado y ya desde adolescente pensaba: «cuando sea mayor, si tengo una hija, se llamará Adhara.»

Pero, ¿de dónde proviene este nombre?

Adhara es el nombre de una estrella: Epsilon Canis Majoris. El por qué me gusta no sé contestarlo. Tuve conocimiento de ella en el libro de Isaac Asimov "Alpha Centauri", la estrella más próxima y me llamó la atención... —Carles lo explica con un ligero titubeo en la voz.

Estos nombres siempre tiene a un significado mitológico.

Es cierto, en este caso significa pureza, la flor de azahar.

Quedé un tanto sorprendido por esta explicación. Carles, un hombre de mentalidad científica al 100% sucumbiendo a un planteamiento tan romántico. Esto estimuló mi interés en saber más de nuestro colaborador del mes.

Pero, ¿qué tiene que ver este bonito nombre con la Agrupación?

En esos años no era posible registrar cualquier nombre en el Registro Civil. Por ello acudí a la Agrupación para que de alguna manera certificaran que ese nombre existía y una sorprendida, casi atribulada, Ester Vigil, secretaria de la Agrupación entonces, me atendió excelentemente y pude acudir a registrar mi hija con una fotocopia de un libro de cartografía estelar en el que aparecía una estrella con el nombre de Adhara.

¿Qué pasó después?

Pues nació Adhara, hoy una adolescente de 16 años, y 6 años después su hermana Joana.

Ya veo que el segundo nombre lo eligió tu esposa...

¡Ja, ja, ja! Es verdad...

Y... ¿cuáles fueron tus siguientes pasos?

Tras seguir algunos cursos y tener mil y una dudas me decidí y me compré un telescopio: un Maksutov-Cassegrain Meade ETX 125, que continuo usando en la actualidad. La calidad óptica y la imagen son muy buenas. Pero no te proporciona un gran campo. Lo recuerdo cuando intentaba observar estrellas variables y tenía dificultades para situar en el mismo campo la variable y las estrellas de referencia. Pero en planetaria las imágenes son nítidas. Además es un telescopio de alta portabilidad y me fue muy útil en mis inicios observando estrellas dobles y, sobre todo, ocultaciones por la Luna, rasantes o convencionales.

¿Observabas solo?

Había dos cosas que no me tenían del todo satisfecho: quería trabajar en equipo y obtener datos relevantes; más allá de la contemplación astronómica quería hacer mediciones que fueran aportaciones al conocimiento, aunque fueran muy modestas.

Fue cuando empezaste a colaborar con el grupo de ocultaciones con Carles Schnabel...

En efecto. Recuerdo la primera vez que pude observar una ocultación rasante con una webcam... me dije ¡ostras! y quedé enganchado. Poco después preparé un programa sencillo mediante el cual al pulsar una tecla del ordenador (justo cuando veía desaparecer la estrella rasante) quedaba registrada la hora del evento, según el reloj del ordenador.  Después, buscando la máxima precisión posible, acabamos utilizando otros métodos para determinar la hora exacta de la ocultación o de la reaparición.

¿Qué observabais?

Con el grupo de ocultaciones nos dedicamos tanto a las ocultaciones rasantes por la Luna como a la ocultación de estrellas por asteroides, que es un trabajo muy motivador; incluso podríamos decir que adictivo.

¿Cuántas has podido observar?

Sin dudarlo un momento, Carles contactó vía whatsapp con Antoni Selva, aficionado con el que comparte muchas horas de observación, y le preguntó el dato. Parece que Toni lleva el registro de las observaciones.

Son unas 250 observaciones, de las cuales 26 han sido positivas —dijo con cierto orgullo más que justificado.

¡Esto es mucho!

Es que al mejorar nuestras técnicas, las observaciones se han podido multiplicar. Recuerdo cuando en el año 2005, Oscar Canales nos enseñó la cámara Mintron, sencilla, sensible, económica y a la que se le podía acoplar un insertador de tiempo. Fue un gran paso adelante. En la Agrupación muchos se interesaron y acabamos pidiendo un palet al fabricante.

Vaya éxito...

Cuando fuimos a la aduana a retirarlo no acababan de entender para que eran todas esas cámaras; parecía una operación de reventa. Tuvimos que explicarnos con mucho detalle para evitar unas tasas de importación carísimas. Al final logramos un arancel muy asequible por tratarse de «equipos de interés cultural».

Pero tus observaciones ¿siempre han sido de ocultaciones?

Empecé con estrellas variables en visual y he observado dobles, NEOs y también hago astrometría de asteroides. El objetivo es un seguimiento del asteroide que va a ocultar una estrella en las próximas semanas para refinar sus efemérides y acertar en la predicción de ocultación.

¿Con qué telescopio haces las observaciones?

La mayor parte con Antoni Selva desde el Observatorio de la Agrupación en Sabadell. Con las nuevas efemérides de las que ahora disponemos podemos predecir muchas más ocultaciones posibles. Al contrario de hace unos años, en que nos desplazábamos al lugar idóneo desde donde observar, ahora, desde Sabadell observamos los asteroides adecuados, aunque sean más débiles y tenemos observaciones positivas —y negativas— de gran valor.

El grupo de ocultaciones ha obtenido muchos éxitos que han sido publicados y que se han compartido en numerosas convenciones internacionales. ¿Para cuándo será operativo el observatorio de Àger para estas observaciones?

¡Ya lo es! Hemos cronometrado dos ocultaciones estelares por asteroide de forma remota con el telescopio de medio metro, pese a que la CCD que tenemos en Àger no es la más adecuada para este tipo de observación. En breve instalaremos una Mintron y podremos trabajar mucho mejor...

 

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Ahora mismo soy miembro de la Junta Técnica y miembro del grupo de observadores de ocultaciones, como ya hemos comentado. Aparte de las observaciones en sí, estoy haciendo un trabajo de preparación de las efemérides. Utilizo para ello el programa occult, el archivo base de asteroides del Observatorio Lowell (procedente del MPC) y los catálogos de estrellas URAT-1 y UCAC-4. Efectúo el tratamiento de toda esta información y la hacemos accesible a los observadores desde la web de la Agrupación.

 

Y ¿cuáles son tus proyectos de futuro?

Lo de trabajar con el telescopio de Àger es más de presente que de futuro; ahora se trata de alcanzar el 100% de su rendimiento. Mis proyectos son continuar con el trabajo actual, pero con dos añadidos: a) cronometrar ocultaciones de estrellas por cometas. Ya hemos hecho un caso de una más que posible ocultación parcial por la coma de un cometa. Pretendemos repetirlo y confirmarlo. b) ocultaciones de estrellas por objetos transneptunianos. Aún no lo hemos conseguido, pero estamos seguros de que lo lograremos tarde o temprano.

Veo mucho entusiasmo y pericia, o sea que ¡mucha suerte! 

Carme Bastús

¿Se imaginan una licenciada en historia del arte buscando supernovas con un telescopio de medio metro de abertura y una CCD? ¿Y cazando escurridizos NEOS?

Ya saben que esto no es tan extraño en la Agrupación Astronómica de Sabadell. Nuestros colaboradores tienen distintas formaciones de base, orígenes culturales diversos y profesiones dispares. Una sola cosa les hace iguales: su afición hacia la astronomía y su interés en colaborar de forma desinteresada en la divulgación, ayudando a la entidad.

Nuestra colaboradora del mes, Carme Bastús, es una mujer activa y decidida en todas las facetas de su vida; lo atestiguan los que la conocen bien. Es verdad que su nivel de involucración en la Agrupación ha variado según las etapas por las que ha transcurrido su vida. Eso nos ha sucedido a todos. En ciertos momentos, Carme ha sido un miembro muy activo de la Astronómica, mientras que en otros se ha visto obligada, por el peso de otras prioridades, a dejar la afición en un segundo plano. Pero siempre está dispuesta a echar una mano y nunca ha dejado de colaborar.

En esta ocasión no hubo manera de ajustar agendas para realizar la entrevista de forma presencial, más por mi culpa que por la suya, por lo que optamos por mantener una larga conversación telefónica que transcribo a continuación:

¿Cómo se inició tu afición a la astronomía?

Se lo debo a mi sobrino Arnau. Querían regalarle un telescopio por Reyes y nadie de la familia se atrevía a comprarlo. Como yo siempre había manifestado cierto interés hacia la ciencia, me pidieron que me encargara del regalo...

¿Y qué hiciste?

Pues acudir a la Agrupación Astronómica de Sabadell donde Ester Vigil me ayudó con gran amabilidad. ¿Las consecuencias? Yo acabé siendo socia de la Astronómica y mi sobrino tuvo su regalo, un Newton de 15 cm y montura ecuatorial que, en realidad, acabé utilizando yo...

¿Cuáles fueron tus primeros pasos en la afición?

Para mí fue muy difícil. Me costaba mucho usar el telescopio y aún más encontrar los objetos. Por ello me enfrasqué en profundizar y en aprender. Acudí a todos los cursos posibles entonces en la Agrupación; a mayoría los impartía Josep M. Oliver y me apunté a todos los campos de observación que pude.

¿Qué recuerdas de aquella época?

Lo cursos eran pedagógicos y ejercieron de poente motor de motivación. Los campos de observación fueron una fuente de experiencias en compañía de personas con intereses similares. Recuerdo o difícil que era encontrar cualquier objeto, pero sobre todo, lo emocionante y contenta que nos poníamos Montse Bella y yo misma cuando por fin lo lográbamos.

Ponerse retos alcanzables y lograrlos es lo que más motiva a seguir creciendo en la afición a la Astronomía observacional.

Es verdad. Recuerdo un Campo de Observación en el que tú y Emili Capella propusisteis la observación de varios objetos. Irlos encontrando uno tras otro fue como un juego emocionante que sigo recordando hoy...

Pero estos objetos son sutiles en el ocular, no muy espectaculares…

Es cierto, pero la clave está en ser consciente de lo que estás viendo. Si lo preparas, lees sobre las características de lo que observas y, especialmente, si eres consciente de las dimensiones, es decir, de las enormes distancias de lo que estás viendo con tus propios ojos… es eso lo que da un contenido especial y único a esta afición.

Así es. Y las dimensiones se refieren tanto a la distancia como al tiempo.

En ocasiones vemos el pasado más remoto…

¿Cómo evolucionó tu actividad astronómica?

Empecé a ser asidua del observatorio de Sabadell. En primer lugar colaboré con el grupo de supernovas. Allí aprendí mucho de Jordi Presa, Octavi Guillamon, Òscar Rivera, Xavi Puig y Montse Ribell entre otros. No descubrimos ninguna supernova pero aprendí a operar con el telescopio y la CCD y las primeras nociones de fotometría…

¿Te especializaste en supernovas?

Fue durante un año o dos; después, con Octavi y Montse hicimos algunas pruebas de seguimiento de NEOs. Fueron muy gratificantes. Finalmente, con Montse Bella ensayamos la tricromía CCD desde el observatorio de la Agrupación en Sabadell.

Mientras tanto tu vinculación con las actividades de la Agrupación se incrementó…

Es así. Fui miembro de la Junta Directiva de la Agrupación durante cinco o seis años. Primero con Josep M. Oliver como presidente, después con Antoni Ardanuy y, finalmente, con Àngel Masallé.

Luego fue cuando pausaste el ritmo de actividad…

Aún no; en realidad conseguí antes otro sueño. Adquirí uno de los observatorios del Montsec de la Agrupación. Un auténtico sueño disponer de una instalación fija.

También hubo novedades en el ámbito personal…

En la Agrupación, en los Campos de Observación, conocí a mi pareja, Vicens Serra, y con su experiencia observacional, especialmente en astrofotografía con cámara réflex digital y su equipamiento, un telescopio Schmidt-Cassegrain de 20 cm y una cámara CCD, he podido disfrutar de los mejores momentos de observación.

 

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Tras mi etapa en la Junta Directiva mi colaboración se ha centrado en las sesiones para el público. Estoy en la rotación de colaboradores que las realizamos y la verdad es que se trata de una labor muy interesante.

Fundamentalmente hago sesiones públicas sobre la Luna y planetas brillantes. De hecho son los objetos más agradecidos para el público en general. Recuerdo algunas anécdotas, destacando las preguntas que se repiten una y otra vez… «¡si es posible ver con el telescopio la bandera que dejaron allí los americanos o las pisadas de los astronautas!» Aunque parezca mentira lo preguntan en serio, así como si es verdad que se alunizó o bien si se trató de un montaje en un plató de TV... Por la cara que algunos ponen al hacer estas preguntas parece que más de uno da credibilidad a tan pintorescas y absurdas creencias. Pero hablar con personas que se introducen en la ciencia astronómica desde la curiosidad es gratificante y motivador.

 

Pero dejaste la Junta Directiva.

Es así; mi trabajo en una empresa editorial, con un horario cada vez más absorbente acabó por hacer imposible continuar con mi ritmo de actividad. ¡pero la astronomía sigue siendo muy importante para mí y sigo colaborando en todo lo que puedo!

Qué duda cabe, y estamos orgullosos de colaboradores como tú…