ASTRONÓMICA

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JosepMVilalta¿Se imaginan un científico ilustrado del siglo XVII o XVIII viviendo en nuestro tiempo? Se trataría de un racionalista que quizá sería uno de los redactores de la «L'Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers», obra que marcó la época. No extrañaría a nadie que fuera amante de la astronomía y socio de la Agrupación Astronómica de Sabadell. Podemos hacer esta analogía con nuestro colaborador de este mes: Josep María Vilalta.
He tenido la ocasión de entrevistarle en la biblioteca de la Agrupación hace pocas semanas y paso a trascribir aquí nuestra conversación:

Hablando de astronomía en tu niñez, ¿qué es lo primero que recuerdas?

Tendría unos 9 años de edad y estaba tumbado en el suelo mirando el cielo estrellado. Veía multitud de estrellas y jugaba a inventar constelaciones con las imágenes que se me ocurrían. Ahora, tantos años después, es difícil recordarlas; solo una sigue en mi memoria, la llamé «el rat penat» (el murciélago) y creo que era Cassiopeia.

Ese fue el inicio de tu interés por la ciencia...

Creo que fue un par de años antes, cuando leí «Veinte mil leguas de viaje submarino», de Jules Verne, y me identifiqué con un personaje peculiar, ingeniero y conocedor de todas las ciencias aplicadas de la época: el capitán Nemo. Yo quería ser como él y ser capaz de construir la maquinaria más insólita.

¿Y se cumplió tu deseo? ¿Qué tal te fueron los estudios?

Puedo decir que nunca he suspendido un examen —Josep María lo dice con media sonrisa, con orgullo comedido y tocándose la barba.

¡No es posible! ¿Cuáles fueron tus estudios?

¡Pues es cierto! Estudié ingeniería química en el Instituto Químico de Sarriá y después fui becado por el gobierno francés. Tras un mes de profundización sobre el idioma galo, tuve una época de intenso estudio en la Escuela Nacional Superior del Petróleo, cerca de París.

¡Vaya! Es verdad que en esa época el idioma francés era el predominante en nuestras escuelas, por lo que tendrías una buena base...

Cierto. Al final he conseguido tener un buen dominio del inglés, alemán y del francés, además del castellano y del catalán. Gracias a mi profesión de jefe de ingeniería en una importante empresa química, he tenido ocasión de practicar estos idiomas en mis estancias en varios países, coordinando la construcción de refinerías y de otras instalaciones químicas...

Con tu interés hacia la ingeniería y la ciencia, entiendo que tu familia también tendrá formación científica, ¿es así?

Interesados hacia temas culturales, sin duda... pero ¡todos son de letras y no de ciencias! Mi esposa es licenciada en derecho y mis hijos en educación social, historia y periodismo.

Pero Josep Maria Vilalta, como verdadero «ilustrado» en siglo equivocado, no solo es un apasionado de la ciencia. Su tercera afición (después de la ciencia, con la astronomía incluida y la ingeniería) es la música clásica.

Ha hecho una larga peregrinación en esta sufrida especialidad, con los interminables años de solfeo, para después continuar con la guitarra clásica, instrumento del que es un buen especialista.

Ahora, con la edad, algunas molestias físicas le impiden trabajar con el rigor postural que precisa este instrumento, por lo que debe limitar su práctica, pero sabe disfrutar con plenitud de su buen uso. Pero sigamos con tu explicación de los orígenes de tu afición a la astronomía. ¿Qué vivencias la impulsaron en tu niñez o juventud?

Recuerdo varios episodios. Como miembro de la asociación religiosa «Lluïsos de Gracia» visitábamos
museos, cosa que siguió estimulando mi interés hacia la ciencia. Pero lo que más me impresionó fue una visita al Observatorio Fabra cuando apenas tenía unos 10 años de edad. —Aquí Josep María se detiene un momento en su explicación y el brillo de sus ojos delata su emoción. Después, continua con su relato: El edificio me impresionó, pero ver ese inmenso telescopio, con unas dimensiones tan espectaculares para un niño de 10 años y tener la oportunidad de observar con él la Luna, fue una experiencia que siempre recordaré con un cariño especial.

¿Y después de esto?

Mis padres se dieron cuenta de mis inquietudes y me regalaron un libro muy especial para mí: «Nuestra amiga la Luna». Lo leí vorazmente y a continuación «asalté» la biblioteca pública en la que leí multitud de textos científicos. La verdad es que muchos de ellos no llegué a comprenderlos, pero lo que hacía era no darme por vencido y los leía de nuevo. Ahora, muchos años después, tengo una completa biblioteca en mi casa con libros de matemáticas, cosmología, mecánica newtoniana, etc.

Muchos aficionados a la astronomía tenemos un importante bagaje observacional con unas bases teóricas menos profundas. Otros, a los que calificamos cariñosamente de «astrónomos de salón», son muy dados a leer y a disfrutar intensamente en ello y no tanto a observar. El caso de Josep María Vilalta es especial: tiene una base teórica excelente, aprendida desde la física más básica hasta los conceptos punteros de hoy. Y sobre esta base teórica tan sólida ha construido un buen conocimiento de técnicas observacionales y ha sabido disfrutar del placer de la observación.
¿Con qué instrumentos sueles observar?

Primero trabajé a simple vista. Recuerdo mi seguimiento de las constelaciones australes en mis viajes profesionales a Ecuador y Perú. A continuación utilicé unos prismáticos de 7x50 que aún conservo y que adquirí en la tienda Raig, de Barcelona, hoy desaparecida.

Y ¿dispones de telescopio?
Sí, me construí un Dobson de 250 mm de abertura que tengo en mi casa de Valldoreix. Me gusta observar todo tipo de objetos de cielo profundo. Lo modernicé hace unos años adaptando el tubo a una montura Astro-Physics, pero finalmente la he vendido porque, al ser mucho más ligero, me resulta mucho más cómodo trasladar el Dobson por el jardín de casa.

¿En qué consiste tu colaboración con la Agrupación?

Coordino els cursos de formació presencials de l'Agrupació; això vol dir l'organització, temàtica i programació.

Coordino los cursos de formación presenciales de la Agrupación; esto quiere decir la organización, temática y programación.

Publico artículos regularmente en ASTRUM y soy miembro de la Junta Técnica de la Agrupación.

¿Qué momentos de observación recuerdas? ¿Con cuales te has emocionado más?

De niño, observando las Pléyades a simple vista o con prismáticos. Actualmente disfruto con la visión de los objetos Messier con mi telescopio. No me canso de observar la galaxia de Andromeda y constatar la inmensidad del Universo y nuestra abrumadora pequeñez. Recuerdo también la emoción que sentí cuando pude ver por primera vez la caída de luz de la estrella variable RZ Cas.

Pero actualmente observas más con el telescopio de la Agrupación. ¿Qué destacarías?

Cada vez que detectamos un máximo de una variable RR Lyr me emociono como si fuera la primera vez. Especialmente cuando la detección es imprevista, como me sucedió hace pocos días.

Josep María, hemos hablado mucho del pasado, pero estoy seguro de que tienes proyectos por delante. ¿Cuáles son?

Desde hace unos años soy miembro del grupo de observadores de RR Lyr. Me gustaría ser capaz de organizar un grupo mucho más amplio que pudiera aglutinar mediciones CCD de estrellas variables de otros tipos. Otro tema que me interesa mucho y que creo no está lejos de nuestro alcance, con los telescopios que actualmente disponemos en la Agrupación, es la espectroscopia de calidad.

Seguro que la Agrupación podría aportar mucho con ello... y contigo tenemos el saber hacer para impulsarlo. Ahora ¡solo faltan voluntarios para aprender y observar!